En vista de la severidad y de las inclemencias del verano la administración municipal y los ganaderos locales tomaron la decisión de crear un plan de contingencia que brinde al sector un soporte y una ayuda para aliviar la escasez de alimentos. Carlos Alberto Bautista Useda, actual alcalde del municipio de Cabrera, en Santander, expuso que el inventario de la región es de aproximadamente 6.500 animales y que la actividad económica gira alrededor de la ganadería, razón por la cual el plan de contingencia que se creó era completamente necesario. El líder de la administración local explicó que en el municipio de Cabrera, que hace parte de la zona desértica del cañón de Chicamocha, los veranos son un poco más prolongados y fuertes que en otras zonas del país y que por ende esa era una situación que requería una especial atención. “Teniendo en cuenta que hacía casi 3 meses no llovía en la región, que ya se estaban presentando dificultades en la disponibilidad de praderas y agua para los animales, el despacho municipal junto con la oficina de gestión del riesgo convocamos a unas reuniones a los ganaderos y elaboramos un plan de contingencia”, expuso Bautista. (Lea: Ganaderos de Santander solicitan ayudan para enfrentar el verano) Agregó que dentro del plan se dispuso la compra de silo de maíz para ayudar a los productores pecuarios con el tema de la escasez de pasturas. Asimismo se tomó la determinación de que la administración municipal facilitaría parte del insumo o asumiría la logística y transporte del alimento y el ganadero sería quien pagaría por el valor del producto. En cuanto a la empresa que abasteció de silo al municipio, el alcalde comentó que proviene de una firma ubicada en Girardot y que ofrece un producto de excelente calidad. Mencionó que se adquirieron en total 140 toneladas y la administración dispuso cerca de $19 millones para cubrir las acciones requeridas para llevar el producto hasta San Gil, pues no fue posible trasladarlo hasta el municipio. Bautista Useda indicó que la entrega inició el pasado 29 de marzo, y hasta el momento se han distribuido 70 toneladas. Señaló que la entrega continuará hasta que se acaben las existencias pues el ganadero es el que expresa la voluntad de compra. Además, aclaró que se están brindando máximo 2 toneladas por productor y que se le está dando prioridad a aquellos que persenten mayores urgencias. Añadió que de ser necesario y si las condiciones climáticas no mejoran se realizará una nueva compra y se traerá otro cargamento de comida pues aún faltan meses antes que culmine el verano. (Lea: Sea recursivo para alimentar a los semovientes en temporadas de verano) Escuche las declaraciones de Carlos Alberto Bautista Useda, actual alcalde del municipio de Cabrera, Santander.
Laudy Pérez Ovalle, profesional de Proyectos Estratégicos del Fondo Nacional del Ganado, FNG en el sur del Santander, es la persona que ha estado brindando apoyo para solucionar la problemática y manifestó que el aporte que dio el gremio fue una charla en la que se dieron a conocer herramientas para mitigar los efectos negativos del cambio climático. La profesional del FNG comentó que la charla, que se realizó el pasado 3 de abril y a la que asistieron cerca de 70 ganaderos, hace parte de un programa que la entidad a la que ella pertenece viene impulsando en el departamento. “Quisimos acompañar a los ganaderos, hacer un trabajo en común y contribuir con el plan de contingencia. En la charla se expusieron las herramientas que los ganaderos tienen a la mano y el manejo que le pueden dar a las mismas para mitigar las afectaciones del verano”, sostuvo Pérez. Anotó que de manera natural se ha creado en la zona un silvopastoreo con árboles forrajeros nativos como el gallinero y partiendo de ello se les explicó a los ganaderos cómo se puede aprovechar la sombra de estos bosques para beneficio de los animales, y utilizar las hojas, semillas y frutos para el consumo de los mismos. (Lea: Alimentación bovina, clave para afrontar los cambios climáticos) Según la funcionaria del fondo, otros de los temas que se trataron fueron la elaboración de bloques multinutricionales, la conservación de forrajes en épocas benévolas, y también la selección y descarte de animales poco productivos en la finca en base a registros y a datos productivos y reproductivos.