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Crimen a la sombra del hierro: así operaba la red de abigeato que sacudió a la región Caribe

Melanny Orozco 13 de Mayo 2025
Red criminal dedicada al abigeatoFoto: CortesíaLa operación, denominada ‘Los Arrieros’, tuvo como escenarios los municipios de La Paz, San Diego, Agustín Codazzi (Cesar) y Plato (Magdalena).

Una estructura criminal, que operaba con precisión quirúrgica, logró infiltrarse en la cadena comercialCesar y Magdalena. Con la complicidad de administradores de fincas, documentos falsos y remarcación ilegal de ganado, la banda causó pérdidas millonarias. Aunque la operación desmanteló parte del engranaje, los riesgos persisten.


Dos capturas, 33 guías falsas y un camión con 28 reses robadas fueron las piezas clave de una investigación que destapó cómo el crimen organizado ha llevado el abigeato a un nuevo nivel en el Caribe colombiano. (Lea en CONtexto ganadero: Desmantelan red de abigeato que operaba en Cesar y Magdalena)

En días pasados, la Dirección de Carabineros y Protección Ambiental, en coordinación con la Fiscalía 29 local de La Paz, ejecutó un operativo cuyo objetivo fue frenar una sofisticada red de abigeato que venía desangrando a los ganaderos de la Costa Atlántica con pérdidas cercanas a los 500 millones de pesos.

“El golpe fue contundente, pero no definitivo”, advirtió el mayor Hernán Darío Padilla Zambra, jefe regional de Carabineros y Protección Ambiental encargado. Aunque se logró la captura de dos implicados y se desmanteló el frente operativo, aún quedan piezas claves por capturar, incluyendo a uno de los líderes logísticos de la red.

E insistió: “La banda afectó seriamente el patrimonio de los productores. Robaban con inteligencia, usando herramientas legales y contactos dentro del mismo sector”. Las autoridades estiman que los delitos esclarecidos representan solo una fracción del verdadero alcance de esta organización.

La operación, denominada ‘Los Arrieros’, tuvo como escenarios los municipios de La Paz, San Diego, Agustín Codazzi (Cesar) y Plato (Magdalena), donde delincuentes aplicaban métodos de arreo y remarcación para hurtar semovientes y trasladarlos a frigoríficos o fincas de fachada.


Último hierro manda


El modus operandi de esta banda reveló un nivel de profesionalismo que preocupa profundamente. La estrategia iniciaba con acuerdos previos entre los “administradores de las fincas donde se iba a realizar el hurto, estas personas llevaban a los semovientes hasta los embarcaderos donde llegaban los camiones para que fueran transportados y posteriormente llevados hasta el centro de acopio”, aseguró Stiwar Antonio Padilla Venecia, investigador criminal del caso.

En los centros de acopio se aplicaba la técnica del cachilapeo, que consiste en remarcar ilegalmente los animales, borrando la marca original del propietario y aplicando una nueva correspondiente a la guía falsa, lo que permitía presentar una fachada de legalidad ante los controles en carretera o en los frigoríficos.

El objetivo de esta modalidad es evadir los controles del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y de las autoridades como la Policía Nacional, el Ejército, entre otros. Como el hierro coincide con la guía, los controles asumen que el animal es legal, pues en la práctica, “el último hierro es el que manda”, aseguró Padilla Venecia.

La red también contaba con una pieza clave, un individuo que, con acceso a una cuenta autorizada del ICA, expidió al menos 33 guías falsas para mover semovientes hurtados sin levantar sospechas.


Imagen de la captura de los presuntos delincuentes. Foto: Cortesía


Capturas


Según el informe oficial, fueron tres los hechos investigativos que permitieron vincular a los capturados con el delito:

  • La denuncia de agosto de 2024 con robo de 28 semovientes.
  • La recuperación de 19 bovinos en San Diego.
  • La denuncia de ganadero víctima de hurto.

Los elementos que permitieron identificar a los responsables fueron las declaraciones juradas, inspección al lugar de los hechos, inspección judicial al frigorífico de Villanueva, inspección a procesos, y la verificación detallada de las guías falsificadas.

La investigación inició a comienzos del 2024, pero no se contaban con pruebas sólidas para emitir órdenes de captura. La operación ‘Los Arrieros’ comenzó formalmente en noviembre, cuando se logró consolidad el material probatorio que culminó en las capturas.

Los detenidos, Beatriz Elena Ruiz Acuña (31 años) y Luis José Arez Salazar (43 años), enfrentarán cargos por concierto para delinquir, abigeato agravado, falsedad en documento público y uso de documento falso.

Hay que recordar que el abigeato no es solo un delito contra la propiedad privada. En regiones como el Cesar y Magdalena, donde la ganadería es un pilar económico y cultura, el hurto de ganado causa afectaciones directas al sustento de familias enteras, desestabilización del mercado cárnico y pérdida de confianza en los sistemas de control agropecuario.

Las pérdidas atribuibles a esta red superan los 500 millones de pesos, pero la dimensión del impacto va más allá de lo económico. (Lea en CONtexto ganadero: El abigeato le ha costado $560.000 millones a los ganaderos colombianos)


Reto pendiente


La operación ‘Los Arrieros’ dejó al descubierto una debilidad que inquieta a todo el sector ganadero, la fragilidad del sistema de trazabilidad animal, especialmente en lo relacionado con la emisión de guías y el control de las marcas de los bovinos.

Para enfrentar este desafío, la Policía Nacional ha intensificado sus actividades de control con revisiones en subastas ganaderas, vigilancia en puntos de expendio cárnico, inspecciones en vías principales y verificación cruzada de las guías del ICA.


(Si no ve el video, refresque la página)


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