“El clima genera zozobra”, Fajardo

Ahora que llegó julio, expertos recomiendan que con los cambios de clima recurrentes es mejor ser previsivo con el agua y la comida.   Ahora que comienza el tercer trimestre del año, los productores ganaderos se aferran a las costumbres de presenciar en esta época del año -julio, agosto y septiembre- un periodo de verano, pero con los cambios climáticos, lo dudan y demuestran su incertidumbre por lo que pueda venir en este tema.   Para Víctor Manuel Fajardo, presidente de la Federación de Ganaderos de Boyacá, Fabegan, el cambio climático es difícil de predecir en los últimos tiempos y muchos ganaderos prefieren aferrarse a las costumbres de antaño y les permite pasar el verano sin demasiadas dificultades.   A pesar de ello, este dirigente reconoce que es un aspecto clave para la producción pero que genera en los ganaderos una zozobra permanente. No obstante, lo tienen presente y son conscientes del mismo y de las dificultades que puede generar.   Aforo cotidiano   Por su parte los técnicos o expertos recomiendan estudiar y conocer la evolución que tiene el predio en materia de producción de forrajes para así, garantizar que los bovinos tengan comida disponible y suficiente sin importar el comportamiento del clima. En otras palabras, es pertinente ser previsivos y guardar comida para enfrentar ya sea un fuerte verano o una larga temporada de lluvias.   “Es indispensable realizar el aforo de praderas, este es un procedimiento que permite establecer la cantidad de forraje del cual se dispone en un área determinada, y además, contribuye, junto a otros factores, a la estimación del número de animales que se pueden mantener en un potrero” (Lea: Importancia de modernizar las ganaderías)   Los expertos sugieren que el aforo debe convertirse en una herramienta de uso cotidiano en aquellos sistemas que basan su producción en el uso de pasturas.  Esta herramienta permite una aproximación al cálculo de la cantidad de forraje consumido en pastoreo, factor clave en cualquier plan de alimentación que se quiera establecer.   Así mismo, consideran fundamental identificar y definir los procedimientos técnicos y económicos que permitan establecer los nutrientes deficientes en la pastura y/o mejorar el proceso de digestión de estos, que de manera simultánea, hará que se cubran los requerimientos de nutrientes de los semovientes.   Para lograrlo se debe mejorar la estimación de la capacidad de carga y establecer una planeación forrajera. La información que surge de este procedimiento se retroalimenta en el tiempo, lo que permite los ajustes a partir de la oferta forrajera.Esto sin duda, le dejará saber qué se puede producir en la empresa ganadera y si es insuficiente acudir a una suplementación estratégica.   Igualmente, le permite al ganadero estimar el forraje disponible y suficiente para suplir las necesidades de todos los animales, o en caso contrario, definir si se disminuye la capacidad de carga, se suplementa con forrajes conservados o se adquieren subproductos agro industriales o alimentos balanceados.   El agua es primordial   Indica el artículo que el agua es el principal limitante de una ganadería bovina, y por lo tanto, el recurso que más se debe cuidar. El cambio climático, que se ve reflejado en tiempos de sequias prolongadas así como periodos de lluvias más largos e intensos, obliga a que se adopten y ejecuten buenas prácticas de manejo del recurso hídrico.