Municipios como San Jacinto del Cauca, San Benito Abad, Ayapel, Caimito, Guaranda, San Marcos y Sucre mantienen afectaciones por entrada de agua, mientras el caudal sigue transfiriéndose hacia la planicie. Las autoridades locales deben reforzar la vigilancia durante las próximas jornadas.

La región de La Mojana atraviesa un nuevo momento de preocupación tras la actualización del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), que reiteró la gravedad del rompimiento del dique marginal del río Cauca en Caregato y la persistencia de inundaciones que se han sostenido durante meses. (Lea en CONtexto ganadero: La Mojana se cansó de esperar soluciones: “Estamos resignados a que se acabe este gobierno”)

Debido a esta situación, la entidad llamó a reforzar la vigilancia en todos los municipios de la zona, debido a que el aumento del caudal y la inestabilidad del sistema hídrico pueden generar nuevos ingresos de agua hacia áreas ya afectadas.

El reporte más actualizado advierte que San Jacinto del Cauca sigue recibiendo el impacto directo de la ruptura del dique, situación que se ha extendido hacia municipios como San Benito Abad, Ayapel, Caimito, Guaranda, San Marcos y Sucre, donde las inundaciones se mantienen activas. En estas localidades, los suelos continúan saturados, las vías interveredales presentan restricciones y los cultivos permanecen en condición de estrés hídrico prolongado.

Además de la acumulación de agua, el Ideam resalta que la dinámica del Cauca genera episodios recurrentes de transvase hacia sectores bajos de la región, lo que dificulta la recuperación de predios rurales y acentúa la vulnerabilidad de las familias ribereñas. La Mojana, caracterizada por su sistema de ciénagas y humedales interconectados, es especialmente sensible a estas variaciones, pues pequeñas crecidas pueden expandirse rápidamente por la planicie.

El boletín también señala que las condiciones atmosféricas actuales —marcadas por lluvias en cuencas altas del Cauca— pueden acelerar la entrada de nuevos volúmenes de agua. Aunque algunos municipios han avanzado en labores de contención y drenaje, la magnitud del rompimiento en Caregato supera la capacidad local y requiere coordinación permanente con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y las autoridades departamentales.

En zonas como Caimito, San Marcos y Sucre, las comunidades reportan afectaciones en cultivos transitorios, limitaciones para movilizar ganado y daños en baterías sanitarias rurales debido al estancamiento prolongado. Las áreas urbanas, aunque menos comprometidas, también enfrentan riesgos por el colapso de sistemas de drenaje pluvial.

Mientras continúe el ciclo de lluvias, el Ideam recomienda mantener activos los comités municipales de gestión del riesgo, revisar puntos de posible filtración y reforzar los monitoreos en horas de la madrugada, cuando los niveles pueden variar sin aviso previo. (Lea en CONtexto ganadero: Procuraduría exige medidas urgentes para atender crisis en la Mojana)