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Foto: cronicadelquindio.com / CONtexto ganadero.

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Ganadería de Quindío y Risaralda aún no se recupera del invierno

por: - 31 de Diciembre 1969

La temporada atípica de precipitaciones de finales de 2016 y principios de 2017 afectó en gran medida a los trabajadores pecuarios de la región. Bajas en la producción de leche, inundaciones y deslizamientos en las vías terciarias fueron los mayores problemas.

La temporada atípica de precipitaciones de finales de 2016 y principios de 2017 afectó en gran medida a los trabajadores pecuarios de la región. Bajas en la producción de leche, inundaciones y deslizamientos en las vías terciarias fueron los mayores problemas.   La época de lluvias se prolongó mucho más de lo esperado por los productores, que vieron caer agua incluso hasta en enero. Normalmente, el verano en el Eje Cafetero comenzaba en diciembre, por lo cual muchos se alarmaron cuando vieron que los aguaceros no cesaban.   Jorge Tejada Galvis, presidente del Comité de Ganaderos del Quindío, sostuvo que este invierno atípico generó una gran preocupación por el exceso de agua que cayó en esos días. (Lea: Recuperación de predios en el Eje Cafetero tardaría varios meses)   “Tuvimos días de lluvia de 12 horas. Recuerdo un día en particular en el que comenzó a llover a las 10 de la noche y solamente hasta las 10 de la mañana del día siguiente, paró. Con esos aguaceros, ¿qué animal va a pastar? ¿qué pradera va a aguantar o va a drenar agua? Tuvimos unas semanas muy críticas”, aseguró.   Las precipitaciones fueron tan intensas que los potreros se anegaron, pues los suelos no podían filtrar toda el agua. Esto causó una disminución en la oferta forrajera y, por consiguiente, en la producción y acopio de leche del 30 %.   “Obviamente, está el tema etológico. Con tantas horas de lluvia, el animal se comporta de forma diferente, deja de pastar, y eso se vio reflejado en la entrega de la leche”, añadió Tejada Galvis. (Lea: Precio de la leche en el Eje Cafetero no ha variado en 10 años)   El dirigente gremial hizo hincapié sobre el tema de las vías terciarias, que se deterioran durante el invierno y dificultan la movilización de camiones que transportan el ganado y el lácteo. Por eso, solicitó a la Gobernación y a las Alcaldías mejores planes para reparar estos corredores viales.   En este punto también coincidió Luis Alfonso Escobar, presidente del Comité de Ganaderos del Centro en Pereira, Risaralda. En este departamento, donde las fincas están ubicadas en plena cordillera, el problema de las carreteras veredales nunca ha dado tregua.   “La principal afectación fueron en las vías terciarias, que se dañaron por el invierno. Afortunadamente aquí no tenemos inundaciones”, contó. (Lea: ¿Cómo ha evolucionado la ganadería de Risaralda al cabo de 50 años?)   Si bien el acopio de leche y el transporte de bovinos se vieron perjudicados, la producción de leche no disminuyó en la misma medida que en el departamento del Quindío. Según Escobar, la cantidad acopiada de litros de leche bajó entre un 10 y 15 %.   De igual manera, los ganaderos tuvieron problemas para sacar sus bovinos a las subastas y ellos mismos tuvieron que resolver el problema adquiriendo equipos y comprando recebo para subsanar estas carreteras.   “Las vías terciarias son responsabilidad de los municipios y de la Gobernación, pero estas entidades no tienen los recursos necesarios ni la maquinaria para atender el arreglo”, indicó. (Lea: Altos impuestos amenazan con acabar la ganadería de Risaralda)   Por ahora, los productores están confiados en que la llegada del verano, que inició a finales de enero, será beneficiosa para el sector.   “Las precipitaciones ya disminuyeron y el brillo solar ha aumentado, lo que favorece la fotosíntesis de los pastos. Hemos tenido días con más sol y menos agua, entonces poco a poco los productores comienzan a recuperarse”, dijo el presidente del Comité del Quindío.