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Ganaderos de Antioquia, bajo amenaza de grupos ilegales.

Foto: Imagen de referencia - Fedegán FNG - agendaestadodederecho.com

La incertidumbre y el temor son palpables en el gremio ganadero. Las incursiones violentas a fincas son el pan de cada día.

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Ganaderos de Antioquia viven con miedo ante creciente inseguridad

por: Melanny Orozco- 31 de Diciembre 1969

El temor se ha convertido en un sentimiento habitual en la ganadería de este departamento. Productores han pasado de sentirse protegidos a estar bajo incertidumbre constante, pues la extorsión, robo de ganado e incursión de grupos al margen de la ley amenazan su trabajo y bienestar.

El temor se ha convertido en un sentimiento habitual en la ganadería de este departamento. Productores han pasado de sentir protegidos a estar bajo incertidumbre constante, pues la extorsión, robo de ganado e incursión de grupos al margen de la ley amenazan su trabajo y bienestar.


La violencia rural no es un fenómeno nuevo en Antioquia, pero en los últimos años ha resurgido con fuerza. Las denuncias son cada vez más frecuentes, lo que genera una sensación de vulnerabilidad entre los productores. (Lea en CONtexto ganadero: La inseguridad en el campo colombiano: una realidad aplastante)

Alejandro Cadavid, coordinador regional de Fedegán-FNG en Antioquia, alertó sobre la gravedad de la situación: “En este momento, la preocupación más grande que se tiene es el orden público. La extorsión está aumentando y ya se escuchan rumores de secuestros. La gente tiene miedo de volver a los predios, ya que se está sintiendo la presión”, afirmó.

Además, aunque el robo de ganado sigue siendo un problema latente en varias regiones, el abigeato ha ido aumentando. Según Gaviria, se registran casos aislados en distintos municipios, pero su frecuencia es preocupante.

Juan Manuel Cardona, profesional de Fedegán en La Pintada, advirtió sobre la reaparición de grupos armados en el suroeste antioqueño.

Estas estructuras, que se creían debilitadas, están retomando el control en zonas estratégicas como Andes, Salgar y Betulia, generando una ola de inseguridad.

Cardona explicó que “hemos visto brotes de presencia de grupos armados en la zona fronteriza entre Antioquia, Risaralda y Caldas. En algunos municipios, donde tradicionalmente había disminuido su actividad, ahora están resurgiendo con más fuerza”.

La incertidumbre y el temor son palpables en el gremio ganadero. Las incursiones violentas a fincas no solo afectan económicamente a los productores, sino que dejan secuelas psicológicas en quienes la padecen.

Francisco Serna, ganadero de La Pintada, vivió en carne propia esta problemática. En abril del año pasado, fue víctima de un atraco en su finca ubicada en Támesis. Durante más de tres horas, él y su esposa permanecieron maniatados mientras delincuentes saqueaban el lugar.

“Prácticamente nos voltearon la casa al derecho y al revés. Nos robaron todo lo que teníamos. Veníamos de una serie de robos consecutivos en la zona y nos prendieron las alarmas. La inseguridad se ha convertido en nuestro pan de cada día”, relató.


Respuesta de las autoridades


Ante este escenario, los ganaderos han optado por organizarse y fortalecer sus propias estrategias de seguridad. A través de los Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera y Paz, impulsados por Fedegán y con ayuda de la Policía Nacional, se busca mitigar los riesgos y mejorar la capacidad de respuesta ante posibles ataques.

Cardona aseguró que “estamos articulando estrategias de seguridad con la Fuerza Pública y con recursos propios de los ganaderos”.

En Támesis, por ejemplo, los ganaderos se unieron para instalar cámaras de vigilancia en puntos críticos, con conexión directa al nodo departamental de seguridad de la Policía. La inversión inicial fue de 50 millones de pesos, reunidos con aportes voluntarios de los productores.

Serna comentó que “sabemos que desde el Gobierno Nacional la ayuda es cero, pero con el apoyo de la administración departamental y municipal hemos logrado avanzar en medidas que disuadan a los delincuentes. Esto apenas es el inicio, necesitamos más recursos para seguir protegiendo nuestro trabajo y nuestras familias”.

Además de la tecnología, se han implementado alarmas comunitarias y grupos de seguridad de Whatsapp para coordinar acciones de reacción rápida en caso de emergencias. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Por qué se perpetúa la inseguridad y la impunidad en el sector rural?)

A pesar que estas estrategias han dado resultados positivos, la sensación de inseguridad persiste en las zonas rurales de Antioquia. El resurgimiento de grupos armados y el debilitamiento de las fuerzas de seguridad han dejado un vacío en el gremio, que ha tratado de llenar con sus propios recursos.

El próximo sábado, los ganaderos de Támesis realizarán una reunión con representantes de la Policía Nacional y la SIJIN para evaluar el impacto de estas estrategias y proyectas nuevas medidas. Allí, se espera motivar a más productores para que sumen a estas iniciativas.