Productores del departamento enfrentan una grave crisis por la prolongación de altas temperaturas y la escasez de lluvias. A pesar del impacto devastador en el campo, las autoridades llevan más de seis años sin brindar apoyo efectivo al sector, que representa el sustento de miles de familias.
En Sucre, el sol no da tregua, pues las lluvias que sorprendieron con su llegada temprana en febrero y marzo, desaparecieron en los meses siguientes, dando paso a un fenómeno climático atípico que está dejando al borde del colapso a la ganadería regional.
El panorama es desolador con los pastos secos, temperaturas extremas que alcanzan los 47°C, y la imposibilidad de sembrar cultivos esenciales como maíz y sorgo para la elaboración de reserva de alimentos como el ensilaje. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos de Sucre claman por vías: “Aquí no entra ni una mula cuando llueve”)
El drama se extiende en cada rincón del departamento, con poca inspiración para salir de esa crisis. De acuerdo con Alfredo de la Ossa, miembro de la junta directiva de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) por Sucre, “hay mucho verano en Sucre. No quiere llover, lo cual quiere decir que el cambio climático es una realidad muy preocupante”.
La voz de alarma que lanzó el dirigente está enfocada en que desde mayo hasta julio, las precipitaciones han sido escasas y discontinuas, impidiendo la recuperación del forraje y afectando de manera directa la alimentación del ganado.
Trashumancia adelantada
La situación ha empujado a muchos ganaderos a tomar medidas desesperadas. Varios han iniciado procesos de trashumancia hacia zonas como La Mojana, una práctica que normalmente ocurre en los meses más intensos del verano, entre diciembre y abril.
De acuerdo con De la Ossa, “es un hecho inusitado para esta época”. Las fincas, actualmente, parecen atravesar el momento más crítico del verano, a pesar de estar en pleno julio.
En los campos se ven los suelos agrietados y la falta de humedad hace que los pastos no se recuperen y no generen follaje, lo que deja a los animales sin alimento y a los ganaderos sin opciones para sostener sus hatos.
En Sucre, el 85 % de los ganaderos son pequeños productores, que han sido los más afectados por la crisis, al no contar con reservas forrajeras ni con recursos para afrontar los largos períodos de sequía. La falta de insumos, alimentos y apoyo técnico los obliga a tomar decisiones que ponen en riesgo su subsistencia.
Pero quizás, lo más alarmante es el abandono estatal. Según De la Ossa, “en el departamento de Sucre tenemos más de seis años que no recibimos ningún tipo de ayuda ni del Ministerio de Agricultura, ni de la Gobernación ni de las alcaldías”. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos del norte de Sucre trabajan para recuperar el sector tras el verano)
Finalmente, si no se actúa con prontitud, el costo será alto por la pérdida masiva de ganado, migración rural y una herida en el bolsillo de los productores del departamento.