La subasta en el municipio antioqueño reveló un giro en el cual la demanda por vientres ha elevado el valor de la res a excelentes niveles. La demanda por vientres reproductivos mantiene firme su valor, incluso con una oferta abundante. Sin embargo, comercializadores advierten sobre los efectos que este fenómeno podría traer sobre el hato colombiano.
Una de las subastas más relevantes de Colombia, ubicada en Puerto Berrío, reunió el sábado a más de 2.500 reses, que fueron comercializados en medio de una jornada de precios estables para machos y alzas notables para hembras. (Lea en CONtexto ganadero: ¡Histórico! Precio del ganado en Puerto Berrío supera los $15.000 por kilo)
El pasado sábado, en Sugaberrio, el movimiento en el mercado fue intenso y revelador. El evento se desarrolló en un ambiente dinámico que dejó una lectura clara. Los precios del ganado macho se mantuvieron estables, mientras la hembra experimentó un alza notable, principalmente en ejemplares destinados al sacrificio como la vaca, la novilla y las hembras pequeñas.
Cristian Martínez, director ejecutivo de la subasta, explicó que “es un ganado que está estable en el caso del macho, tanto gordo como de levante y ceba. Pero la hembra sí registró un alza importante. A pesar de que hubo una oferta muy grande, la demanda fue constante y los precios se mantuvieron durante toda la jornada”.
Este comportamiento va más allá de una coyuntura puntual. Martínez advirtió que esta tendencia se ha sostenido durante todo el año, impulsada por una creciente necesidad de vientres. “Se necesitan vientres y no los hay, por eso las personas los valoran más”, manifestó.
Dinámica de precios
Los precios hablan por sí solos, pues una novilla de vientre alcanzó los $16.120 por kilo, mientras que las hembras de levante superaron los $13.500 por kilo en los lotes de mejor calidad.
En comparación, el macho de levante no superó los $12.275 por kilo, y el macho gordo de ceba que tiene más de 500 kilos alcanzó un máximo de $10.140. La valorización de la hembra refleja que las personas del gremio quieren asegurar la base reproductiva del hato antes de que la escasez comprometa la producción a futuro.
A mayor oferta de animales, lo lógico sería una presión a la baja en los precios. Sin embargo, la necesidad de garantizar vientres para la cría ha blindado el valor a la hembra, mostrando que el mercado no solo responde a la cantidad, sino también a la calidad estratégica del ejemplar. (Lea en CONtexto ganadero: Macho de levante rompió récord en subasta de Puerto Berrío)
La hembra se ha convertido en el activo más codiciado del negocio ganadero. Una tendencia que no solo redefine el presente del mercado, sino que también proyecta un mapa para la producción del futuro ganadero.