Construcciones como la Vía al Mar está afectando los ojos de agua que surten del líquido a la población de este municipio atlanticense. La Alcaldía asegura estar realizando acciones para mitigar el impacto.
Como si el fenómeno de El Niño no fuera suficiente problema en las zonas rurales del departamento de Atlántico, los campesinos del municipio de Tubará lanzan una voz de alerta ante una situación crítica que los está dejando sin la poca agua que llega a esta región, producto de las obras civiles que están impidiendo el paso del líquido.
De acuerdo con Rafael González, gobernador del Resguardo Indígena Mocaná, diferentes ojos de agua que surten a aproximadamente 30 familias dedicadas a la agricultura y la ganadería, están quedando enterradas debajo de moles de concreto generadas por las construcciones viales. (Lea: Una Colombia agropecuaria busca blindarse del fenómeno de El Niño)
“Nos preocupa que las autoridades locales y departamentales, en cabeza de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, Anla, no se pronuncien. Asimismo, el alcalde de Tubará, Tom Helmunt Coll, nunca ha asistido a una reunión. Los habitantes de este sector no aguantamos más. Nos están destinando a morir de sed. Nos están aplastando”, dijo González a un medio regional.
Son varios los campesinos que residen a la entrada de la marina de Puerto Velero, quienes denunciaron que la construcción del puente en la doble calzada de la Vía al Mar, los tiene a punto de quedarse sin el líquido. (Lea: “Catástrofe ambiental y social por fenómeno de El Niño”: Fedegán)
“Vemos con preocupación que con la primera carretera le tiraron una mole de cemento al ojo de agua ‘Los Mangos’. El consorcio vial que está al frente de las obras no nos habla con sinceridad, ni nos dice qué pasará con los ojos de agua. De seguir así las cosas, desaparecerá el agua viva”, sentenció el gobernador del Resguardo Indígena.
Frente a este problemática, CONtexto Ganadero habló con Eduardo Bustamante secretario de Gobierno de la Alcaldía de Tubará, quien aseguró que desde tiempo atrás se vienen realizando gestiones para entregarles a los campesinos un parte de seguridad y garantizarles un suministro de agua suficiente, que no afecte sus actividades diarias. (Lea: Proteger el recurso hídrico, prioridad para enfrentar El Niño)
“Estamos haciendo seguimiento a las obras para que no se vulnere el derecho a los recursos naturales. Se está haciendo vigilancia y control desde la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria, Umata, y la Oficina de Prevención y Desastres, para controlar esta situación”, resumió Bustamante.
Aunque este medio intentó dialogar con Claudia Patricia Valenzuela, asesora de dirección de la Anla, para conocer cómo se está tratando el caso desde la Agencia, fue imposible lograr comunicación alguna.