Juan Espitia respira tranquilo. Es uno de los muchos campesinos beneficiados con el convenio que firmó la Alcaldía de Santa Bárbara de Pinto, en el departamento del Magdalena, con el Banco Agrario, y ahora no tendrá que abandonar sus tierras porque ya tiene un apoyo para cultivarlas.

“No tendré que desplazarme a la ciudad. Seguiré en mi granja”, dice, emocionado. Es uno de los 200 habitantes de esta región del país que gozará de esta ayuda que pretende reactivar la actividad agrónoma del sector.

En total se invertirán 1.417 millones de pesos para favorecer a los pequeños y medianos productores agropecuarios quienes, sin tener escrituras legalizadas, podrán hacer un contrato de arrendamiento autenticado ante la notaría o una declaración juramentada de posesión. De esa forma, muchos pueden acceder a este auxilio.

“Existen dos modalidades de préstamos para pequeños productores: uno para comercializar ganado bovino o especies menores, cuyo préstamo se cancela en 2 años, y otro para ganado de vientre, pagadero en seis años”, dice Enrique López Acosta, coordinador agropecuario de la Alcaldía.

El funcionario enfatiza que Santa Bárbara de Pinto, por ser un municipio de vocación agrícola y pecuaria, tiene muy poco presupuesto asignado para este sector. “Un total de 78 millones de pesos es el monto que tenemos para el agro. Vamos a gestionar préstamos con intereses del uno por ciento para que el campo y la ganadería cobren importancia”, concluye.