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Por CONtexto ganadero - 02 de Septiembre 2024
Los más recientes reportes del IDEAM aseguran que el fenómeno de la Niña tiene menos probabilidades de llegar.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) ha informado sobre un cambio notable en los patrones climáticos de Colombia, debido al retraso en la aparición del fenómeno de La Niña, que tradicionalmente comienza en julio, pero este año se espera que ocurra entre septiembre y noviembre. Esta alteración en el ciclo climático podría tener efectos significativos en varias regiones del país.
El Ideam había advertido desde mayo de 2024 sobre la posibilidad de un retraso en La Niña, y ahora se confirma que el fenómeno no se presentó en el periodo esperado. Se prevé que cuando finalmente se manifieste, La Niña traerá consigo un aumento considerable en las precipitaciones, afectando principalmente a las regiones Pacífica, Caribe y Andina.
Las lluvias intensas que se proyectan para los últimos meses del año podrían extenderse hasta el primer trimestre de 2025, lo que impactaría la temporada seca, especialmente en los departamentos de Boyacá, Antioquia, Huila y Cundinamarca, donde tradicionalmente se experimentan menores niveles de lluvia entre diciembre y febrero.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) ha complementado el análisis del Ideam, indicando que el retraso en La Niña puede deberse a un enfriamiento más lento de lo previsto en la superficie del océano. Este enfriamiento tardío ha provocado la postergación del fenómeno, lo que a su vez podría alterar la temporada de ciclones tropicales y modificar la llegada de la temporada de lluvias.
El cambio en los patrones climáticos representa un desafío para sectores clave como la agricultura, que depende en gran medida de la regularidad de las estaciones. Las lluvias intensas prolongadas podrían afectar negativamente a los cultivos, causando inundaciones y erosión del suelo, mientras que la alteración de la temporada seca podría complicar la planificación de actividades agrícolas y ganaderas.
Además, la infraestructura del país podría verse comprometida, con un aumento en el riesgo de deslizamientos y daños a las carreteras, lo que podría dificultar el transporte y la logística en varias regiones.
El Ideam ha instado a las autoridades locales y a la población a prepararse para la posibilidad de condiciones climáticas extremas en los próximos meses. Se recomienda a las comunidades en zonas vulnerables que tomen medidas preventivas para mitigar los posibles impactos de las lluvias excesivas.
Este cambio en los patrones climáticos subraya la importancia de estar alerta y adaptarse a las nuevas realidades ambientales que enfrenta Colombia, mientras se monitorea de cerca el desarrollo del fenómeno de La Niña y sus efectos a largo plazo en el país.
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