En este municipio de Cundinamarca, un programa de innovación impulsa a pequeños productores con asistencia técnica y ciencia aplicada. Gracias a este modelo, las familias rurales fortalecen su competitividad y se preparan frente al cambio climático.
En Tausa, la producción de leche vive una transformación profunda: menos vacas y más productividad. Esto es posible gracias al acompañamiento de expertos que han introducido prácticas basadas en innovación científica y tecnológica.
El proyecto, liderado por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de Cundinamarca junto con la Universidad Nacional de Colombia y la Cámara de Comercio de Bogotá, ha beneficiado a 40 pequeños productores y sus familias.
Los ganaderos reciben capacitaciones, herramientas de innovación y asistencia permanente para lograr lácteos inocuos, con alto valor nutricional y mayor potencial en el mercado. (Lea en CONtexto ganadero: Cundinamarca aumenta la apuesta por la ganadería sostenible)
Desde 2022, la estrategia ha generado 17 empleos directos y ha impulsado la formación de jóvenes investigadores que refuerzan el clúster lácteo del Valle de Ubaté.
“Nos han entregado concentrados, sales, pastos y asistencia técnica. Hoy vemos vacas que producen más leche de manera constante durante todo el año, sin caídas bruscas en la producción”, destacó uno de los beneficiarios del programa.
La iniciativa no se limita al manejo en finca: también incorpora sistemas de gestión de calidad en centros de acopio, con estándares que permiten a la región abrir la puerta a mercados nacionales e internacionales.
Resiliencia frente al clima
El cambio climático es uno de los mayores desafíos para la ganadería. Conscientes de ello, en mayo de 2025 la Universidad de Cundinamarca capacitó a productores de la vereda Páramo Bajo en conservación de forrajes.
El programa de Zootecnia de la seccional Ubaté lideró el proyecto “Estrategia de conservación de forrajes como método de resiliencia ante el cambio climático”, que buscó preparar a los campesinos para resistir sequías prolongadas o periodos de lluvia intensa.
Los beneficiarios, integrantes de la Asociación Asoprocampo, han recibido formación integral: desde la selección de especies forrajeras y preparación del suelo hasta fertilización, técnicas de cosecha y métodos de conservación.
“Queremos llevarlos a una transición sostenible, fortaleciendo sus capacidades sin que sus ingresos se vean comprometidos por las variaciones del clima”, afirmaron los gestores del conocimiento y el aprendizaje Lino Alberto Mesa Alba, Judith Castiblanco Delgado y Luis Eduardo Sánchez.
Tausa fue elegido como territorio piloto por su potencial genético en producción ganadera y por las limitaciones tecnológicas que aún enfrentan sus productores. Hoy, ese reto se convierte en oportunidad para consolidar un modelo productivo que garantice seguridad alimentaria y estabilidad económica.
Tradición y futuro
El avance científico no opaca la tradición. El pasado 31 de agosto, Tausa celebró su feria ganadera bajo el lema “¡Tausa vive su tradición ganadera!”, un espacio donde productores, familias y visitantes reconocen la importancia de la actividad pecuaria en la identidad del municipio. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos de Cundinamarca le siguen apostando a la sostenibilidad)
Gracias a la combinación de conocimiento ancestral, innovación tecnológica y acompañamiento institucional, Tausa se posiciona como un ejemplo de ganadería que busca transformar la competitividad del campo y mejorar los ingresos de las familias rurales.