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elección razas para ganadería

Foto: El Mercurio.

reportaje

Claves para la elección de razas para el negocio ganadero

por: - 31 de Diciembre 1969


Para obtener mayores rentabilidades en el negocio ganadero de leche o de carne, es necesario conseguir altas tasas de eficiencia en los distintos frentes. Uno de los más importantes se relaciona con la elección de la raza de los animales, lo que determinará en gran medida el rendimiento productivo y el nivel de costos que tendrá la explotación.

Lo cierto es que los productores tienen dos posibilidades: apostar por razas especializadas en carne o leche, o elegir animales doble propósito, es decir, que pueden rendir en niveles adecuados en ambos casos.

En Chile buena parte de la masa ganadera dedicada al negocio de la leche proviene de cruzas de razas especializadas como la Holstein Americana y otras que aportan características como una mayor fertilidad o concentraciones de sólidos. En el caso del negocio cárnico, pese a que en el país existen razas especializadas con excelentes características como la Hereford y Aberdeen Angus, la mayoría del producto que sale del matadero —alrededor del 80%— proviene de terneros y hembras de descarte de las lecherías. (Lea: Ganadería mixta mejora la rentabilidad de su empresa)

Más allá de los números, lo realmente importante es que antes de tomar cualquier decisión, el productor tenga claro su objetivo y las condiciones que tendrá para desarrollar el negocio. Y es que si esto no ocurre, se corre el riesgo de realizar altas inversiones y obtener resultados pobres.

1-Razas especialistas

Apostar por un modelo basado en animales especialistas en leche o carne significa entrar de lleno en la búsqueda de altas producciones y eficiencia en la conversión.

Así, en la actualidad, existen razas como la Holstein Americana, en el caso de la leche, o la Angus Aberdeen, en el caso de la carne, que se han ganado un espacio en el territorio nacional, principalmente debido a que poseen un alto potencial productivo. La Holstein Americana, por ejemplo, puede llegar a producir 15.000 litros por lactancia, de acuerdo a su potencial genético. La Aberdeen Angus, en tanto, tiene un rendimiento de canal cercano al 70%, generando una carne de alta calidad. (Lea: Semen de toro, clave en producción de leche con más proteína y grasa)

“Una de las características de las razas especializadas, es que son sumamente eficientes en la conversión de alimento, y por ende, si se les entregan las condiciones propicias, entregan una producción estable e importante, lo que además se puede proyectar”, explica Einar Vargas, académico del Departamento de Ciencias Animales de la Universidad Católica.

Altos costos, altos rendimientos

De acuerdo a los especialistas, este modelo de producción resulta ideal para aquellos productores dispuestos a realizar grandes inversiones. Y es que adquirir animales de este tipo no es barato, debido a que existe un alto desarrollo genético de por medio. De hecho, quienes conocen el mercado comentan que los productores que más optan por estas razas son aquellos de un perfil empresarial, que desean insertar su producción en el la industria, ya sea de la leche o la carne.

A esto se debe agregar que estos animales poseen altos requerimientos nutricionales, que se logran con alimento de excelente calidad, donde destaca el uso de concentrados, lo que inevitablemente aumentará de forma importante los costos del productor.

“Estamos hablando de animales que potencialmente, en el caso de la leche, producen del orden de 10 mil litros, por lo que se debe tener claro que los costos serán mayores que los que presenta una vaca más pequeña”, indica Rodrigo Prado, médico veterinario y consultor privado en predios lecheros.

Consideraciones técnicas

Si bien cada raza posee requerimientos específicos para establecerse de buena forma en una explotación, es importante que los productores conozcan las consideraciones técnicas generales que tienen estos animales especialistas. Una de las más importantes se relaciona con la condición climática y de terreno que posee el lugar donde se pretende desarrollar el proyecto. 

Cabe destacar que un bovino de raza lechera puede llegar a pesar 650-700 kilos en promedio, lo que en la práctica significa manejar un animal de grandes dimensiones. (Lea: Las vacas también necesitan vacaciones)

“Las Holstein, por ejemplo, están diseñadas para un sistema lechero en confinamiento por lo que no están hechas para caminar mucho”, explica Raúl Araya, asesor lechero del Departamento de innovación y desarrollo de Aproleche Osorno.

Se debe tomar en cuenta que al caminar los animales gastan energía, lo que se traducirá en una pérdida en la producción de leche. Esta merma puede incluso llegar a un litro de leche por cada kilómetro recorrido, por lo que es importante tomar las medidas adecuadas que permitan disminuir ese riesgo. Entre las recomendaciones de los expertos, destacan evitar las pendientes y establecer a los animales en terrenos planos, además de disminuir lo más posible la distancia entre la lechería y los cobertizos o potreros.

2- Razas doble propósito

En palabras simples, utilizar una raza doble propósito en una explotación ganadera significa apostar por animales capaces de producir tanto carne como leche en niveles menores en comparación a una raza especializada, pero no despreciables. (Lea: Los ganaderos pueden prevenir la tenencia de vacas improductivas)

En Chile la raza doble propósito más utilizada es la conocida como Frisón chileno, la cual posee buenas características cárnicas gracias a que su estructura es considerada como más robusta —pesa alrededor de 550 kilos— y puede llegar a producir alrededor de 5.000 litros de leche por lactancia. También destaca la Overo Colorado o Clavel Alemán, que posee un potencial de producción similar a la nombrada anteriormente.

Apostar a lo seguro

Si bien su producción no se puede comparar con las obtenidas por las razas especializadas, este tipo de animales le entregan al productor la posibilidad de compensar sus pérdidas en un rubro con las ganancias que se producen en el otro negocio. Así, por ejemplo, una vaca que está produciendo pocos litros de leche puede remediar su poca eficiencia con el peso vivo —clave en el negocio de la carne— que se obtendrá de sus terneros.

“A diferencia de lo que ocurre con el ganado especializado en leche, donde se apuesta el todo por el todo, con las razas doble propósito se puede especular con la venta de terneros o vacas gordas”, agrega Michel Junod, Gerente de Aproleche Osorno.

En teoría, estas razas doble propósito sirven para compensar los malos precios. Por lo general, si el precio de la leche está malo, el de la carne está bueno, entonces los productores tienen esa opción. Es muy raro que ambos productos presenten malos precios”, asegura Raúl Araya. Para los expertos y defensores de este tipo de animales, las razas doble propósito —como Montbeliarde, Normanda, Clavel Alemán, Siemental, Pardo Suizo y Holandés tradicional, entre otras— representan una excelente oportunidad para los productores, ya que les permite obtener ganancias, independiente del comportamiento del mercado.

A juicio de los expertos, una de las mayores ventajas que presentan las razas doble propósito es que si bien producen menos leche o carne, también poseen costos de producción más bajos que una raza especialista. Y es que al tener un menor potencial lechero o cárnico —kilos de leche o carne— sus requerimientos de alimento pueden ser cubiertos fácilmente. (Lea: La ubre, el órgano más importante en la producción de leche)

“La eficiencia hay que medirla en rentabilidad. Si el costo de producción es menor, no importa que produzca menos litros. La clave es fijarse en este balance final”, indica Rodrigo Prado.

Por lo mismo, este tipo de modelo de producción es ideal para aquellos productores que no quieren depender de los concentrados y que centralizan sus recursos en el manejo eficiente de las praderas.

“Muchos productores prefieren, en el caso de la lechería, una vaca que produzca del orden de 7.000 litros. Esto, con un buen manejo de pradera, le permitirá restringir el consumo de concentrados a pequeñas cantidades”, explica Rodrigo Prado.

Una mano al bienestar animal

Quizás, una de las ventajas más importantes de este tipo de razas es que propicia el bienestar animal.

En los planteles lecheros de alta producción, a menudo, las hembras son enviadas al matadero una vez que finalizan su vida útil. Sin embargo, muchas veces no se sabe qué ocurre con los terneros que nacen. Y es que las razas especializadas en leche, por lo general, no poseen características cárnicas interesantes, por lo que los productores prefieren vender, matar o, incluso, regalar los terneros a temprana edad, con el fin de no incurrir en el costo que significa su mantención.

Las características cárnicas de los animales doble propósito, en cambio, resultan mucho más llamativas para el mercado, por lo que los terneros son engordados por los propios ganaderos o vendidos para ese fin. Así, a través de esta acción, los productores pueden conseguir un segundo ingreso que hace mucho más rentable su negocio. (Lea: Las vacas sufren de sobrepeso)

“Un productor de doble propósito, siempre toma en consideración el valor neto de los animales de descarte, es decir, vacas, vaquillas y terneros, ya que todos tienen una muy buena aceptación carnicera. Esto, en el mediano y largo plazo, entrega una estabilidad económica interesante, ya que existe ingreso de forma permanente. Las razas doble propósito, son un resguardo en kilos para los productores, ya que siempre alcanzarán un precio mejor que el de otros animales no especializados en carne”, dice Michel Junod.

Vacas más rústicas

Por lo general, las razas doble propósito tienen mayor adaptabilidad a los diversos escenarios que presenta la ganadería nacional, especialmente en lo que se refiere al terreno o clima en que se ubica la explotación.

“Por lo general son animales más rústicos que se adaptan bien a las condiciones del clima en la zona sur. Por lo mismo, la mayoría puede pastorear sin problemas en pendientes y producir aun cuando el alimento sea pobre, lo que no se da en las vacas de alta producción”, indica Raúl Araya.

Por: Daniela San Martín N.

Fuente: http://www.elmercurio.com/Campo/Noticias/Redes/2014/04/10/Modelo-productivo.aspx