Aparecen ocasionalmente en los hatos colombianos y provocan sorpresas, curiosidad y división. Mientras algunos los consideran seres extraordinarios con valor simbólico y biológico, otros los ven como un problema genético que compromete la productividad ganadera. La rareza de este animal abre un debe entre el mito y la ciencia.
Ejemplares de pelaje blanco y ojos claros aparecen en el mundo, y su presencia no pasa desapercibida y atrae a cientos de curiosos. (Lea en CONtexto ganadero: El búfalo toma fuerza en Colombia: cifras y razones del auge)
En la ganadería mundial, pocas cosas resultan tan sorprendentes como el avistamiento de un búfalo albino. Su sola existencia es un evento inusual. Escaso, de pelaje blanco inmaculado y ojos claros, este tipo de ejemplar bufalino se roba las miradas y despierta sentimientos encontrados.
En algunas culturas es símbolo de fortuna y espiritualidad; en otras, un simple accidente genético con consecuencias prácticas indeseables. En Colombia, su aparición es tan rara como controvertida.
Miguel Sánchez Flores, médico veterinario, aseguró que “el búfalo albino es un animal extremadamente raro y en muchos países son considerados un símbolo de buena suerte y prosperidad. Su pelaje blanco y sus ojos claros los hacen únicos en la naturaleza. En algunos lugares incluso se les venera, son verdaderos tesoros vivientes”.
Para este profesional, el búfalo albino representa una joya de la biodiversidad que merece admiración y estudio.
Pero esa visión no es compartida por todos. Desde la perspectiva productiva, los búfalos albinos generan inquietudes reales. Alba Lucía Suárez, directora ejecutiva de Asobufalos, expresó que “es un ejemplar no deseado. Son despigmentados y su esperanza de vida es corta, es un gen recesivo. Esos animales son escasos. Aquí en Arauca los dejan por lindos, pero hacen un daño enorme en un hato”.
En su experiencia, estos ejemplares no aportan al mejoramiento genético ni a la eficiencia del hato, sino que podrían representar debilidad y gastos dentro del sistema productivo.
La ciencia respalda en parte esta preocupación. Una investigación elaborada por un equipo internacional liderado por María Cecilia Florisbal Damé y otros especialistas advirtió que “existen algunos informes de melanoma en búfalos de agua, especialmente en India y Pakistán. La susceptibilidad a estos tumores está relacionada con la falta de pigmentación cutánea y la exposición a la radiación UV”.
En zonas de alta radiación solar, como muchas regiones ganaderas de Colombia, estos búfalos podrían estar en mayor riesgo de desarrollar enfermedades como el melanoma maligno. (Lea en CONtexto ganadero: Búfalos, la respuesta de un ganadero para lidiar con el bejuco)
No obstante, el impacto visual y simbólico del búfalo albino no pasa desapercibido. Su figura solitaria en medio de las fincas despierta asombro y conversaciones entre productores, curiosos y expertos. Más allá del mito o la genética, este animal plantea el dilema de ¿cómo manejar un ejemplar que, por raro, descoloca los esquemas tradicionales?
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