La producción australiana Territorial, que se emite por la plataforma en Internet, logra llevar los dilemas reales del campo a la pantalla con un dramatismo que engancha. Además de meterse de lleno en los conflictos por el manejo de los terrenos tras la partida de un patriarca, plantea reflexiones urgentes sobre liderazgo y el legado de las empresas familiares.
Netflix ha apostado fuerte por un drama rural con Territorial, demostrando que las series pueden resolver y generar conversaciones de realidades del campo.
A veces, la ficción pone sobre la mesa verdades que el campo vive en silencio. Esta serie australiana, no solo es un drama bien logrado, es una radiografía con tintes de thriller sobre el legado rural y lo que sucede cuando una dinastía ganadera enfrenta su mayor crisis de sucesión.
Para quienes han vivido disputas por tierras, herencias o liderazgo en el negocio familiar, esta historia no les resultará ajena. (Lea en CONtexto ganadero: La ganadería puede hacer uso de la estrategia de Netflix para mejorar)
Ambientada en el norte australiano, Territorial presenta a los Lawson, una familia que ostenta el control de Marianne Station, una estación ganadera tan extensa que es considerada la más grande del mundo.
Con la muerte del heredero natural, Daniel Lawson, el frágil equilibrio familiar estalla y cada quien quiere quedarse con una parte del poder del territorio y del prestigio que representa esta vasta propiedad. Es por eso que surge la pregunta, ¿quién toma las riendas cuando el patriarca ya no está?
El drama se intensifica con la aparición de actores externos, intereses corporativos, reclamos de pueblos originarios y la presión de un entorno económico que no espera a nadie. Todo esto, mientras los miembros del clan se enfrentan entre sí, rompiendo viejas lealtades y despertando odios dormidos.
Más allá del guion
Emily Lawson (interpretada por Anna Torv), matriarca de la familia, es el personaje central. Una mujer fuerte, calculadora, decidida, encarna el dilema que muchas enfrentan cuando deben sostener una empresa ganadera y al mismo tiempo mantener unida a la familia, como se expuso en el portal Interesante. (Lea en CONtexto ganadero: Películas y series sobre ganadería que no te puedes perder en Semana Santa)
La serie, dirigida por Ben Davies, se compone de seis episodios de alta tensión narrativa. Pero más allá del guion, lo que más destaca es su capacidad para hablar de cosas que en el agro muchas veces se callan, como es el costo de no preparar la sucesión, el riesgo de dejar el destino de las tierras en manos improvisadas, y el desgaste que conlleva sostener una identidad rural en medio de presiones legales, económicas y familiares.
Para quienes viven del campo y en el campo, Territorial no es solo entretenimiento. Es una advertencia, una historia espejo y una invitación a reflexionar, pues en un mundo donde cada hectárea cuenta, y cada decisión puede marcar generaciones, mirar hacia adentro, también es parte de sembrar futuro.
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