Con sistemas de rastreo por GPS, monitoreo con drones y hasta reconocimiento facial, el control del ganado ha dado un salto tecnológico. Hoy, existen una serie de opciones que se expanden por el mundo y se espera que lleguen a Colombia para optimizar recursos, prevenir pérdidas y tomar decisiones con base en datos precisos.
En muchas fincas ganaderas, especialmente las de gran extensión, localizar al ganado puede ser un verdadero dolor de cabeza.
Animales que se dispersan, terrenos irregulares y cambios climáticos son solo algunas de las variables que complican el control diario. Pero hoy, la tecnología pone en manos del productor, herramientas cada vez más precisas, accesibles y eficaces. (Lea en CONtexto ganadero: Tecnología, clave para el desarrollo productivo de la ganadería)
GPS: Ubicación en tiempo real
Una de las soluciones más populares es el collar GPS, como el desarrollado por la empresa Rumi. Este dispositivo no solo permite ubicar en tiempo real a cada animal, sino que también ofrece datos sobre su actividad diaria y alertas automáticas. A través de una aplicación móvil, el productor puede ver el mapa satelital con la posición exacta de cada vaca e incluso asignarles nombres para identificarlas con facilidad.
El zootecnista Alirio Camargo asegura que estos avances están revolucionando el trabajo en campo.
“El uso de herramientas como GPS y drones para localizar ganado perdido dentro de una finca representa un gran avance en la gestión ganadera. Estas tecnologías permiten ahorrar tiempo, reducir costos operativos y mejorar el bienestar animal, ya que se puede reaccionar más rápido ante situaciones de extravío o riesgo”, dijo.
Además del monitoreo, el collar Rumi incluye un panel solar que recarga la batería automáticamente, con una autonomía de hasta ocho meses, incluso en días nublados. Así, se evita el costo anual de cambio de baterías. También elimina los límites en la solicitud de ubicación gracias a su tecnología Lorawan, que no depende de datos móviles.
Otra opción destacada es Digitanimal, considerado uno de los GPS para ganado más potentes del mundo. Su principal atractivo es el “collar de vallado virtual”, que permite definir límites de pastoreo sin cercas físicas. También guarda un historial de ubicaciones y patrones de comportamiento, facilitando decisiones como el mejor momento para mover el ganado o evaluar la calidad de los pastos.
Inteligencia artificial en el hato
Más allá de saber dónde está el animal, ahora también se puede saber cómo está. El sistema Nandi, de origen israelí, analiza datos en tiempo real para mejorar la gestión reproductiva y operativa del ganado. Esta herramienta combina una app móvil, un portal web y algoritmos en la nube capaces de procesar información sobre consumo de agua, comportamientos reproductivos y estado de salud de toros, vacas, terneros y novillos.
“Estas herramientas no solo mejoran la eficiencia del trabajo en campo, sino que también aportan datos útiles para la toma de decisiones y el diseño de estrategias de manejo más inteligentes y sostenibles. En resumen, son una inversión que eleva el nivel de la producción ganadera moderna”, afirmó Camargo.
Nandi incluso envía alertas automáticas al productor cuando detecta cambios relevantes, como la falta de agua en los bebederos o comportamientos atípicos. Esto permite actuar antes de que el problema escale, reduciendo pérdidas y aumentando la rentabilidad.
Reconocimiento facial en vacas
Por si fuera poco, una nueva tecnología está comenzando a dar que hablar: el reconocimiento facial aplicado al ganado. La aplicación CattleTracs permite identificar a cada animal por sus rasgos únicos del rostro, algo que hasta hace poco era exclusivo de seres humanos.
Esta innovación, desarrollada por la firma estadounidense Black Hereford Holdings, no solo sirve para rastrear a los animales, sino también para verificar su edad, origen y trazabilidad sanitaria. Todo esto se integra con blockchain, garantizando la transparencia en toda la cadena de producción de carne de res.
En Colombia, donde muchas fincas se ubican en terrenos montañosos, de difícil acceso o con grandes extensiones, estas tecnologías comienzan a ganar terreno entre los productores que buscan mejorar el control sin depender exclusivamente del trabajo manual. Aunque su adopción aún es incipiente en algunas regiones, el potencial es enorme.
Alirio Camargo subrayó que “en el contexto colombiano, estas herramientas resultan especialmente útiles, porque muchas fincas no cuentan con infraestructura fija ni suficiente mano de obra, y el monitoreo tradicional no garantiza una cobertura eficiente. La tecnología puede marcar la diferencia entre una ganadería de subsistencia y una empresa verdaderamente rentable y sostenible”.
Aunque esta tecnología aún está en expansión, promete convertirse en una herramienta útil para mercados que exigen altos estándares de trazabilidad y calidad.