Los productores del sur del departamento de La Guajira han trabajado de la mano de las autoridades para superar todos los inconvenientes que se presentan día a día en el campo como consecuencia del confinamiento.

A futuro la industria de alimentos tiene una gran oportunidad de desarrollo porque el consumidor se va a preguntar mucho por la inocuidad de los alimentos y esto implica procesos de transformación para estas empresas.

Ante la crisis sanitaria producida por el contagio de la COVID-19, ganaderos de varios países de Europa están tirando su leche en polvo, pues se ha presentado un colapso en la demanda de los productos lácteos. 

El valor del macho de ceba en la Feria de Ganados de la capital antioqueña se cotizó por encima de los $5.000, mientras que Subastanet y la Subasta Ganadera del Sinú el precio estuvo fue superior a los $4.800.

Los precios de los productos que hacen parte del grupo de control y seguimiento del gobierno para evitar la especulación muestran grandes fluctuaciones entre ciudades durante el mes en que se ha desarrollado dicha actividad, según el reporte del DANE.

El confinamiento generado por la crisis sanitaria no ha sido impedimento para que los productores continúen trabajando para llevar los alimentos hasta las ciudades. CONtexto ganadero presenta la receta del paso a paso del ensilaje para garantizar una adecuada nutrición a los bovinos.

Mientras la movilidad y actividad productiva en las ciudades se ha reducido por cuenta del confinamiento, el campo continúa trabajando en el abastecimiento de alimentos. CONtexto ganadero presenta una alternativa para asegurar la oferta de alimento en cantidad y de calidad para bovinos.

La Asociación Colombiana de Porcicultores, Porkcolombia, advirtió problemas en la transmisión de precios al consumidor y reclamó que los mismos bajen para aumentar el consumo.

Cuando a los animales no se les garantiza esta condición se estresan, inmunodeprimen y sus patógenos se expresan, además de mutar o buscar hospederos nuevos y dar origen a grandes brotes infecciosos, lo que se constituye en un caldo de cultivo bastante grave para los humanos.

Nuevo informe de la FAO destaca que América del Sur todavía tiene la segunda tasa de pérdida de bosques más alta del mundo.