Producción de algodón
Foto: Cortesía.

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Algodoneros temen desaparecer si no reciben ayuda del Gobierno

Por - 19 de Febrero 2015

El día de hoy, el sector le dará a conocer formalmente al ministro de Agricultura una propuesta de sostenibilidad del algodón. Hay incertidumbre entre quienes se dedican a a esta actividad.


El día de hoy, el sector le dará a conocer formalmente al ministro de Agricultura una propuesta de sostenibilidad del algodón. Hay incertidumbre entre quienes se dedican a a esta actividad.

En diciembre de 2005 entró en vigencia el Conpes 3401, cuyo objetivo principal era apoyar la competitividad del sector algodonero con un pago adicional por cada tonelada producida.

Actualmente, dicho reconocimiento, otorgado por el Gobierno nacional, corresponde a un millón 145 mil pesos que sumado al valor de la mota en el país, que es de $3 millones 900 mil, le representa a los algodoneros $5 millones 045 mil por cada tonelada comercializada del producto.

El problema, de acuerdo con algunos dirigentes gremiales, es que los beneficios producto del Conpes finalizan este 2015. Por ello, y previendo esta situación, se espera que en la tarde de hoy el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri Valencia, asista a una reunión con el sector algodonero del país, en la que dé a conocer las propuestas que tiene para lograr la sostenibilidad del cultivo.

Según información conocida por CONtexto ganadero, el encuentro se llevaría a cabo en las instalaciones de la Confederación Colombiana del Algodón, por petición del jefe de la cartera. (Lea: Algodoneros dicen que Gobierno desincentiva cultivo de la mota)

Para Luisa Fernanda Melo Valenzuela, gerente de la empresa algodonera Remolino, en Tolima, en este espacio se deben definir 2 cosas: la primera tiene que ver con la producción de la mota en la zona costera del país y la segunda es una agenda de trabajo.

Algunos productores de la Costa tienen una duda y es si la cosecha que se siembra entre julio y agosto de este año estaría cubierta con el incentivo de comercialización, ya que la entrega de la producción se hace en 2016, entonces hay que ver si el Conpes lo cobija. Por eso, esperamos que el ministro vaya a la cita”, aseguró la gerente de Remolino.

Por su parte, Jorge Rojas, gerente de la Compañía Agroindustrial Sinú, aseguró en diálogo con CONtexto ganadero que al finalizar la vigencia del Conpes, si no hay una solución, el cultivo del algodón podría desaparecer y agregó que es necesario pensar en la disminución de los costos de producción. (Lea: Algodoneros denuncian negligencia por parte del Gobierno)

“El Gobierno nacional debe entender que mientras una bolsa de semillas vale $1, al lado, en Venezuela, Ecuador o Perú vale 30 centavos. Nosotros pagamos aproximadamente $395 por kilovatio en una hora, nuestros vecinos tienen esa tarifa muy por debajo a la nuestra. Se dice que este cultivo no es productivo, pero lo que deben hacer es conocer cuáles son los rangos que hacen que la actividad sea costosa”, afirmó Rojas.

El gerente de la Compañía Agroindustrial Sinú también explicó que en caso de que el cultivo del algodón se acabe, desaparecerían las 17 mil hectáreas que se producen en Córdoba. “Eso equivale a $102 mil millones, si se tiene en cuenta que cada hectárea de algodón producida cuesta $6 millones. El 40 % de los agricultores en esta región tienen menos de 3 hectáreas, lo que quiere decir que viven de este cultivo”.

CONtexto ganadero estableció comunicación con el presidente de Conalgodón, César Pardo Villalba, quien se negó a dar declaraciones sobre el panorama por el cual atraviesa el sector. Tampoco quiso hablar sobre la reunión citada para hoy jueves.

Finalmente, Melo Valenzuela aseguró que hay angustia entre los diferentes voceros, ya que se desconoce cuál será el futuro del sector. “Todavía no hemos tomado una decisión, pero lo cierto es que muchos colegas tienen una incertidumbre con esta situación. Si no se puede dar un Conpes, perfecto, pero no hay que olvidar que si no hay una ayuda del Estado para esto, el algodón se acaba de inmediato, la gente no puede sembrar sin un incentivo”. (Lea: La molestia de los algodoneros)

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