La mujer palmera campesina 2016 es de Villanueva, Casanare

Una mujer de Villanueva fue elegida como “La Mujer Palmera Campesina 2016”, título que otorga la Federación Colombiana de Palmicultores con el fin de reconocer la labor de las mujeres que han hecho de la palma de aceite su proyecto de vida   Igualmente, el premio reconoce a quienes con su empuje, dedicación y trabajo han contribuido al desarrollo y crecimiento de sus familias, de la comunidad palmera y de Colombia.   Dora Villamil, de 34 años, dice para las mujeres palmeras: “uno debe sacrificar el sueño para lograr un sueño, porque las levantadas temprano y las trasnochadas son recompensadas en todo lo que uno se propone”. (Lea: Inicia Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite 2016)   Dora es madre cabeza de hogar, tiene 2 hijos, es oriunda de Villanueva, Casanare y trabaja en cultivos de palma de aceite desde hace más de 10 años. En su trayectoria por la agroindustria ha sido auxiliar, cumpliendo con labores de fumigación, recolección de fruto suelto y polinización y actualmente se desempeña como auditora de zona.   Se encuentra estudiando para ser tecnóloga agroindustrial, pero su sueño es estudiar ingeniería industrial y que sus hijos puedan ir a la universidad.   En 2007 se dio a la tarea de conformar un equipo de microfútbol, el cual fue apoyado durante tres años por la empresa Guaicaramo en temas de dotación e inscripciones a campeonatos. Este equipo tiene como finalidad emprender una iniciativa de tipo social para la ocupación positiva del tiempo libre de niños, niñas y adultos, ya que asegura que en Villanueva no hay apoyo al deporte.   Finalistas seleccionadas   Entre las finalistas se encuentra Doris Angarita, de 38 años, quien vive en Simití, Bolívar. Es madre cabeza de familia y tiene 3 hijos, quienes son su inspiración para seguir adelante.    En 1998 las condiciones económicas fueron empeorando y Doris tomó la decisión de trasladarse junto con su familia al sur del Bolívar, zona del país que presentaba un auge económico derivado de la presencia de los cultivos ilícitos y la minería. Esta condición hace que al llegar al corregimiento de Monterrey en el municipio de Simití, Bolívar, comience a trabajar como cocinera para raspachines de coca como única opción de sustento para ella y su familia.   En 2002, durante los procesos de fumigación de cultivos ilícitos en el sur del Bolívar, surge una nueva oportunidad de trabajo, apoyada en ideales de sustitución de cultivos ilícitos por cultivos de palma de aceite en el mismo corregimiento de Monterrey. (Lea: Estas son las mejores fotos tomadas en zonas palmeras)   Hoy, aparte de ser una mujer palmera que trabaja en plantaciones, tiene conocimiento en el establecimiento de cultivos de pancoger para el desarrollo de economías campesinas e igualmente sirve de apoyo a la Unidad para la Atención y Reparación de Víctimas.   Del mismo modo fue seleccionada como finalista Sonaris Rincón, quien vive en Puerto Wilches, Santander.   En 2000, mientras vivía en el sur de Bolívar fue víctima del conflicto armado, despojada de su tierra en donde sembraban plátano, yuca y maíz, ese día que marcó su historia de vida y tuvo que trasladarse al municipio de Puerto Wilches, Santander.   En 2004, entró a trabajar como rastrilladora de palma y a lo largo de los años ha desarrollado muchas otras labores en este cultivo.   En 2011 pasó a ser polinizadora y de inmediato se destacó por su trabajo. Un año después fue ascendida a auxiliar de polinización y hace dos años, enviada en comisión por Palmas Monterrey a capacitar otras mujeres en la labor de polinización a San Pablo, Bolívar.   Antecedentes del Concurso   El Premio a la Mujer Palmera Campesina se entrega desde 2009 durante el Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, organizado por Fedepalma, a una de las mujeres que han sido postuladas por parte de las empresas palmeras y las asociaciones y cooperativas de productores de todo el país. (Lea: Fedepalma premió la creatividad visual y el empuje femenino)   Para otorgar el premio, en cada edición se reúne a un jurado reconocido ante la opinión pública que evalúa las cualidades personales, las labores específicas en el sector palmero y el trabajo y liderazgo comunitario realizado por las finalistas, quienes previamente han sido seleccionadas por un comité interno de Fedepalma con base en la documentación requerida en el reglamento.   Jurado de alta sensibilidad social   El  jurado de esta sexta edición del Premio a la Mujer Palmera Campesina 2016 estuvo conformado por 3 personas que socialmente han generado un cambio en las labores que desempeñan, gozan de alta sensibilidad humana y son líderes que inspiran a otros a crecer y alcanzar sus metas.   Los encargados de selccionar a la mujer palmera fueron Héctor Julio Álvarez Rivero, director de Gestión de Bienes Públicos Rurales del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural; Cristina Vélez Valencia, secretaria Distrital de la Mujer de la Alcaldía Mayor de Bogotá; y Viviana Limpias, representante adjunta de Unicef Colombia.