En los sistemas de producción de lechería especializada, doble propósito y cría, si no hay partos, no hay crías ni hay leche y tampoco ingresos. La fertilidad es el factor determinante en la productividad y rentabilidad de sistemas de lechería especializada, doble propósito y cría. A pesar de que tenemos claro lo anterior, la natalidad de nuestro hato es del 52 %, es decir, necesitamos 2 vacas para tener un ternero al año, lo cual es muy ineficiente. A continuación una breve reseña de los aspectos requeridos para conseguir una buena fertilidad. Para comenzar, algo elemental: son tan importantes las hembras como los machos. Así como se palpan las hembras, hay que hacer chequeos reproductivos y darles descanso a los toros. Varios estudios han demostrado que en modelos con monta continua, en trópico bajo, cerca del 30 % de los machos no preñan. La comida de las terneras y novillas de levante debe ser de excelente calidad, sólo así desarrollarán sus órganos adecuadamente y tendrán un comportamiento reproductivo apropiado. Hace mucho tiempo arrastramos el mito de juzgar la calidad de los pastos sólo por el contenido de proteína, indicador que es importante, pero en términos de fertilidad, también lo son la energía y los minerales en la dieta. Es fundamental medir permanentemente la condición corporal de todos los animales, para evaluar si la alimentación que les estamos suministrando es la adecuada. En especial hay que asegurarse de que las vacas lleguen al parto en una condición adecuada, de ello depende que preñen rápidamente y que tengan una buena lactancia. Los chequeos genitales a las hembras se realizan sólo en un pequeño porcentaje de nuestras fincas y con frecuencia los veterinarios que los llevan a cabo, antes que despajar rápidamente los animales improductivos, optan por prescribir tratamientos costosos y prolongados, privilegiando aspectos médicos, antes que criterios productivos. Un capítulo en el que también tenemos grandes vacíos es el de las enfermedades reproductivas, que se han difundido ampliamente en los últimos años. Es fundamental que los productores además de aplicar medidas de bioseguridad para evitar que ingresen animales enfermos a las fincas, antes de vacunar contra enfermedades reproductivas todos los animales cuando alguno sale serológicamente positivo, tomen la decisión de hacerlo sólo cuando la enfermedad está produciendo pérdidas económicas que lo justifiquen. Uno de los sueños presentes en la mente de los ganaderos es poseer vacas con alta producción de leche, sin tener en cuenta que este tipo de animal es muy exigente; la consecuencia es que si no se les proporcionan la alimentación y un ambiente adecuados, no producen lo esperado y tampoco se reproducen. En modelos de pastoreo, es fundamental proveer a los animales sombra y agua permanentemente; los sistemas silvopastoriles son una muy buena opción. Los cruces con razas criollas funcionan bien en estas condiciones, pues han demostrado un excelente desempeño reproductivo. Resumiendo, la fertilidad es el factor determinante para alcanzar una buena productividad y rentabilidad, en los sistemas de producción que dependen de la eficiencia de las hembras; obtenerla, requiere que todos los componentes del proceso de producción funcionen adecuadamente. Carlos Osorio M.V. [email protected]
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Sin fertilidad no hay ingresos
Por - 22 de Marzo 2018
Tener una buena fertilidad requiere que todos los componentes del proceso de producción funcionen adecuadamente.