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ganadería Canarios en Medina de Daniel Piñeros

Foto: Cortesía

cronica

Así es la finca Canarios que implementa ganadería regenerativa

por: - 31 de Diciembre 1969


Esta es la historia de la finca Canarios ubicada en Medina (Cundinamarca), que desde hace 6 años trabaja en ganadería regenerativa y agricultura sintrópica. CONtexto ganadero entrevistó a su administrador, Daniel Piñeros, quien explicó cómo se han implementado estas prácticas sostenibles.

Daniel Mauricio Piñeros Garzón es graduado como ingeniero en Automatización pero declara que tiene una “fuerte inclinación por el campo” y que su formación en ingeniería le ha ayudado a la formulación de proyectos en la finca, que es propiedad de su madre pero que él administra.

“Empezamos a trabajar con Pastoreo Racional Voisin hace 6 años, con una asesoría lo montamos con un sistema silvopastoril, y a partir de allí hemos venido capacitándonos de manera no formal”, indicó. (Galería: El manejo de la Hacienda El Pajuil de Román Jiménez)

La finca está localizada en Medina, en el departamento de Cundinamarca a 187 km de Bogotá, pero que hace parte de lo que se conoce como piedemonte llanero. El terreno comprende 40 hectáreas y es de propiedad de su madre, heredado de los abuelos de Piñeros.

Las praderas tiene como base Brachiarias decumbens y humidícola, en tanto que el 70 % de las otras especies son nativas. Comenzaron con un sistema de levante y ceba, y hace 3 años implementaron cría, a partir de las enseñanzas recibidas en hacienda como África y La Cascada.

También conocimos la hacienda El Pajuil de Román Jiménez que viene trabajando con ganadería regenerativa hace mucho tiempo, ahí conocimos a Nicolás Sierra (médico veterinario) y vimos el inicio de Acoganar (Asociación Colombiana de Ganadería Regenerativa)”, añadió.

Piñeros reveló que es el primer socio que está ubicado en los Llanos orientales y hace parte del departamento técnico, que integra con otros ganaderos dedicados a este modelo. (Crónica: El Pajuil, un ejemplo de ganadería regenerativa y pastoreo no selectivo)

Esta asociación le ha permitido tejer lazos con otros productores interesados en ganadería regenerativa y aprender de la mano de estos expertos cómo aplicar los principios en su propia finca, de manera que ha logrado adquirir conocimiento suficiente para compartirlo.

Piñeros aclaró que ahora mantienen un sistema de cría partiendo del principio de la ganadería regenerativa de obtener un animal adaptado al medio y no adaptar el medio al animal. Su vacada son novillas sanmartinero x cebú que van a cruzar con un toro de raza Velásquez.

“En todas las razas hay animales buenos, regulares y malos. La idea es sacar los mejores y optimizarlos. Lo que sucede con las razas criollas es que tienen más adaptación, estamos hablando de 500 años, frente a otras razas que tienen 60 o 70 años en nuestra área”, dijo.

Los orígenes de la ganadería de la finca Canarios

El ingeniero contó que sus abuelos se trasladaron del municipio de Gachetá y se instalaron en Medina donde se dedicaron a la ganadería, oficio que le transmitieron a los papás y tíos de Piñeros, y que estos a su vez transmitieron a él desde muy pequeño.

“Aunque yo nací en Bogotá, íbamos constantemente a la finca y me crie entre el ganado, los pastos, el ordeño. Mi formación profesional iba dirigida a la ciudad pero me di cuenta de que tenemos que regresar al campo, que tenemos que producir de mejor forma”, sostuvo.

A juicio del profesional, no se trata únicamente de obtener los mejores beneficios económicos, sino que debe haber un compromiso con el medio ambiente. Además, señaló que Colombia es un país productor de alimentos y se debe buscar ofrecer calidad a los consumidores.

Así pues, empezó a interesarse por la ganadería regenerativa y decidió transformar la finca de su madre en un “laboratorio” donde las personas puedan instruirse y aprender a producir de forma amigable con el ambiente. (Lea: ¿Sabe de qué se trata el concepto de ganadería regenerativa?)

“Hace poco estuvimos viendo para trabajar la agroforestería sintrópica. Estuvimos con unas maestras brasileñas que han aprendido de Ernst Götsch (el creador de la agricultura sintrópica), para ver cómo la integramos y cómo cultivamos en conjunto con ganadería”, explicó.

En este sentido, la apuesta de este modelo y a la cual quiere apunta Piñeros es cómo sincronizar su modo de producción con los ciclos naturales del medio ambiente. Esto implica también la responsabilidad de dejar un mejor futuro para las generaciones venideras.

“Lo que hacemos es observar, vemos cómo son los ciclos, qué es lo que más se manifiesta, cómo comen los animales, qué más comen, en qué momentos, y optimizamos eso para brindar las mejores alternativas y producir de mejor manera tanto pecuaria como agrícola”, agregó.

La finca Canarios triplicó la carga animal

Al igual que en agricultura y siguiendo los postulados de la ganadería regenerativa, Piñeros mide el rendimiento de su finca por hectárea y no por animal. Esto comienza por elevar la carga, que lograron duplicar y hasta triplicar, pasando de 50 unidades de gran ganado (UGG) a 150.

El ingeniero se refirió al máximo beneficio sostenible, que además le ha permitido que en época de verano, cuando hay escasez, haya menos dificultades para proporcionar alimento, pues al conocer la carga máxima puede modificarla para ajustarse a las condiciones climáticas.

De hecho, han conseguido pasar el verano con una suplementación estratégica que consiste en ofrecer únicamente sal con aportes de proteína y energía que ayudan cuando los pastos estás desgastados. (Lea: Estos son los resultados de una ganadería manejada con permacultura)

Por ejemplo, dejó de fumigar, lo que hizo que brotaran plantas que sirven como complemento en la alimentación de sus bovinos, lo que reduce la compra de insumos. Asimismo, han logrado disminuir la presencia de parásitos como el mión o el salivazo sin usar químicos.

“Cuando llega el mión, metemos el ganado en el lote, y el que no matan con las pisadas, lo dejan expuesto al sol después de consumir pasto. Mientras que los predios vecinos demoran en recuperarse dos meses, en un mes nosotros ya tenemos pasturas”, reveló.

La visión hacia el futuro

El ganadero comentó que están tratando de implementar un manejo holístico y en el futuro tener una granja integral, con pollos, chivos, cerdos y otras especies bajo ganadería regenerativa al igual que cultivos, en el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria.

Como manifestó, la ingeniería le ha enseñado que todo es susceptible de mejora y por eso están enfocados en la mejora continua, y lo comparó no a un círculo virtuoso sino a una “espiral ascendente” donde logran mayor abundancia, no solo económica, sino de todo tipo.

Por ahora, quiere implementar la agroforestería antes de culminar el 2022, y que en un plazo de 2 o 3 años puedan consolidar el proyecto con pollos, gallinas e incluso abejas, pues se ha instruido también en apicultura. En últimas, el mismo sistema le ayudará en su labor.

“A veces el ahorro de energía tiene que ver con trabajar de forma más inteligente. Si el ganado me cosecha el pasto y me ayuda a sembrar, ¿por qué tengo que gastar en maquinaria que utiliza gasolina para podar o para cortar forraje para ensilar? Lo mismo sucede con los árboles: ¿por qué tengo que gastar en abonos químicos que vienen de la industria petrolera si con la misma materia orgánica que me brinda lo puedo hacer?”, expresó.

Aclaró que no se trata de no dejar usar maquinaria de forma súbita, sino que se trata de estar preparados a la inevitable eventualidad cuando el petróleo se agote y nos veamos obligados a usar otro tipo de combustibles. Por eso insistió en este punto:

“El legado, más allá de dejar tierras o ganado, es ¿qué es lo que estamos haciendo? Yo tengo una hija y me preocupa su futuro. Es tener consciencia ambiental, y desde eso vamos a la ganancia económica y a la cuestión social, pues el fin no puede ser tener dinero”, remató.