Una familia ganadera de siete generaciones lidera la transformación genética en Uruguay con la raza brangus, exportando su modelo a países del Mercosur.
Ubicada en el departamento de Durazno, en Uruguay, la cabaña El Coraje ha construido su reputación durante más de tres décadas con una apuesta dedicada al Brangus.
Esta empresa familiar, que ya va por la séptima generación de ganaderos, se ha convertido en una de las ganaderías más influyentes del país. (Lea en CONtexto ganadero: Uruguay aumenta volumen de exportaciones de carne, su principal destino: EE. UU.)
Pablo Bove, actual líder del proyecto y con experiencia en ganadería en países como Argentina, Paraguay y Brasil, explicó para CONtexto ganadero que la introducción del brangus en Uruguay no fue casual.
“Mi padre comenzó en 1988 con cruces entre angus y brahman. Al ver los resultados, la diferencia en peso y rendimiento fue tan clara que decidió seguir adelante con el cruce”. Así nació una línea genética que transformó la manera de hacer ganadería en el país sudamericano.
Adaptación y productividad
En un país históricamente dominado por razas británicas como angus y hereford, El Coraje apostó por una raza sintética, con el objetivo de generar heterosis o vigor híbrido, lo que mejora notablemente los índices productivos.
“La ganancia al destete, el rendimiento en frigorífico, la fertilidad... todo mejora con el brangus”, aseguró Bove.
Uno de los pilares de su programa es el enfoque maternal. Han seleccionado rigurosamente animales con facilidad de parto, precocidad sexual y buena estructura. Esto no solo los posicionó a nivel nacional, sino que también les abrió puertas en el mercado internacional.
“Hoy enviamos genética a Argentina, Paraguay, Brasil y Ecuador, aunque nuestro fuerte es Paraguay, donde vendemos más de 150.000 pajuelas de semen al año”, dijo.
Pero la clave del éxito no ha sido solo la apariencia. “La gente primero se enamoró del fenotipo, pero lo que nos diferencia es la funcionalidad”, destacó el ganadero.
En El Coraje, las vacas que no cumplen con los estándares de fertilidad, crianza o conformación, son descartadas del programa. Así han consolidado una genética eficiente y adaptada al campo real, sin concesiones.
“Utilizamos casi un 100% de genética propia, ya que conocemos muy bien los antepasados de los padres y abuelos de los animales, lo que nos da más seguridad y nos permite tener un camino con menos tropiezos” señaló Bove. (Lea en CONtexto ganadero: Uruguay, el país referente en trazabilidad bovina: ¿cómo funciona su sistema?)
El salto a Colombia
Aunque hasta ahora no habían tenido relación comercial con Colombia, El Coraje está por dar un paso importante en ese mercado.
Participarán en el primer remate internacional organizado por Delta Brangus, el 8 de mayo. Allí ofrecerán un paquete de 10 embriones de una de sus vacas insignia, cruzada con uno de los toros más destacados de su programa.
“Queremos poner a disposición de Colombia animales con facilidad de parto, excelente calidad de carne y una fuerte estructura racial”, expresó Bove. Para él, este remate representa una oportunidad de establecer vínculos con un país donde el brangus también ha demostrado una excelente adaptación, especialmente en zonas tropicales.