logoHeader
Omar Geles: músico, ganadero y agricultor

Foto: Cortesía

A propósito del homenaje a Omar Geles en el Festival Vallenato 2025, esta crónica recuerda la vida de Omar Geles como ganadero y piscicultor.

cronica

Omar Geles, entre vacas y versos: la faceta ganadera del ídolo vallenato

por: Melanny Orozco- 31 de Diciembre 1969

En un rincón fértil de San Diego, Cesar, el artista encontró algo más que tierra: halló paz, inspiración y raíces. Guiado por su hermano Janer Geles, el gran compositor se aventuró en la ganadería y la piscicultura, construyendo un legado que transciende la música y conecta con el alma del campo colombiano.

En un rincón fértil de San Diego, Cesar, el artista encontró algo más que tierra: halló paz, inspiración y raíces. Guiado por su hermano Janer Geles, el gran compositor se aventuró en la ganadería y la piscicultura, construyendo un legado que transciende la música y conecta con el alma del campo colombiano.


Durante casi una década, Omar Geles alternó los escenarios con la vida rural, invirtiendo en ganadería y piscicultura en San Diego, Cesar, un espacio donde encontró inspiración, desahogo y profundas enseñanzas de vida.

El vínculo de Omar Geles con el campo no fue fruto de una búsqueda personal, sino del lazo irrompible que compartía con su hermano, Janer Geles, ganadero de vocación. Tras su regreso de Venezuela, Janer trajo consigo la experiencia, el amor por la tierra y la idea de invertir en la ganadería como forma de vida en Colombia.

“Yo vine de Venezuela, donde fui ganadero durante más de diez años, y le propuse a Omar que invirtiéramos en esto, y él, siempre solidario, aceptó sin dudarlo”, contó Janer, dejando ver no solo la confianza mutua, sino la visión generosa de Omar.

Así, hace unos ocho o nueve años, adquirieron una finca de 150 hectáreas en San Diego, donde sembraron sus primeras ilusiones rurales en Colombia.


Así comenzaron


El proyecto ganadero de los hermanos Geles inició con lechería, una actividad que requiere constancia y dedicación diaria. Compraron vacas de buena genética, adecuaron el predio y comenzaron a producir leche para abastecer a pequeños productores locales.

Sin embargo, las dinámicas del mercado los llevaron a diversificar su producción hacia la ceba de ganado, una decisión estratégica que permitió mayor flexibilidad frente a las duras épocas de verano de la región.

“Al principio apostamos por leche, pero luego, como en Venezuela yo trabajaba más en la compra, venta y ceba, decidimos trasladar esa experiencia aquí”, explicó.

Los cambios no significaron abandono de la lechería. Siempre dejaron espacio para seguir ordeñando y produciendo queso artesanal, una práctica que todavía hoy forma parte esencial de la actividad económica de Janer Geles.


La piscicultura fue una fuente de ingresos para Omar Geles, que fue combinada con la ganadería. Fotografía: Instagram Omar Geles.


Un refugio para el alma


Para Omar Geles, el campo nunca fue un simple negocio, era su lugar de descanso, su espacio de silencio interior. En medio de su apretada agenda como compositor, cantante y productor, la finca le ofrecía algo que ningún escenario podría darle, serenidad.

Según Janer Geles, “Omar veía el campo como su momento de desestrés, como un espacio para desconectarse del bullicio. Me llamaba para madrugar, medir la leche, hacer cuentas; él gozaba de esas cosas simples que a veces la ciudad le negaba”.

Esos momentos de conexión con la tierra no solo renovaban su energía, sino que también alimentaban su creatividad. Janer recordó una anécdota significativa:

“Una vez, mientras estábamos en la finca, se quedó pensativo mirando el horizonte. De ahí salió la canción ‘A tu lado’, un éxito que grabaron Los Betos”.

Así, el campo no solo era para Omar un respiro, sino también una fuente de inspiración musical. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos opinan sobre declaración del vallenato como Patrimonio)


El campo era el momento de paz y desconexión de Omar Geles, allí encontraba inspiración para sus composiciones. Fotografía: Instagram Omar Geles.


Entre vacas y peces


Siguiendo su espíritu emprendedor, Omar Geles decidió diversificar aún más su actividad rural. Por recomendación de una amiga, incursionó en la piscicultura, convencido de que esta nueva faceta podría ofrecerle rentabilidad y estabilidad a su proyecto de vida en el campo.

De acuerdo con Janer Geles, “combinamos la ganadería con la piscicultura. Nunca dejamos una cosa por otra”.

Esta capacidad de diversificación fue clave para enfrentar los retos climáticos de la región, como las sequías extremas, durante las cuales suplementaban la alimentación del ganado con heno y silo comprados localmente.

El esfuerzo de los hermanos Geles en el campo se tradujo en logros como la estabilidad económica, reconocimiento entre los productores de la zona y la continuidad de un negocio que sigue vigente tras la partida del maestro Omar Geles.

“Nosotros vivimos de esto. Aún vendemos leche a productores de la zona, hacemos quesos y seguimos en la ceba de ganado”, manifestó Janer.

El trabajo ha sido tan fructífero que, incluso en momentos de crisis como el robo de ganado que sufrieron hace un par de años, nunca pensaron en abandonar su proyecto ganadero.


Un hombre de vida productiva


La faceta rural de Omar Geles revela aspectos de su personalidad que, aunque conocidos por sus allegados, eran invisibles para el gran público, su amor por la vida sencilla, su pasión por el trabajo productivo y su profundo respeto por la naturaleza.

En palabras de Janer Geles, “era un apasionado de todo lo que hacía. Quería mostrar siempre el valor de ser productivo, de aprovechar la vida”. A pesar de su fama y éxito, Omar no perdió de vista el significado de trabajar la tierra, de construir algo duradero más allá de la música.

Su legado, por tanto, no se limita a sus más de 900 canciones grabadas, entre ellas, clásicos como “Los caminos de la vida” y “Cómo le pago a mi Dios”. También dejó sembradas lecciones de unidad familiar, amor por la tierra y resiliencia.


Los hermanos Janer y Omar Geles trabajaron en lechería y ceba. Fotografía: Instagram Omar Geles.


Legado que sigue creciendo


Hoy, Janer Geles continúa la labor que inició junto a su hermano en Colombia. Su compromiso con la ganadería es inquebrantable, impulsado por las enseñanzas de su madre, quien desde niños solía decirles: “El ganado es ganancia”.

“El campo es todo para mí. Aquí sigo luchando. Ojalá el Gobierno nos apoye más, porque hay muchos productores que lo necesitan”, comentó. (Lea en CONtexto ganadero: Acordeones, cajas y versos, listos para el Festival Vallenato)

El futuro del proyecto familiar se ve prometedor. Con esfuerzo, pasión y la inspiración eterna de Omar Geles, la finca en San Diego sigue produciendo, sigue soñando, sigue cantándole a la vida como lo hacía aquel hombre que fue más que un artista, fue también un auténtico hombre de campo y emprendedor.


Una fiesta vallenata


Este año, la versión número 58 del Festival de la Leyenda Vallenata rinde homenaje a Omar Geles, un artista que durante sus 57 años de vida dejó claro que su felicidad no solo provenía de la música y el aplauso del público, sino de un amor profundo por la cultura vallenata que desbordaba su cuerpo y su alma.

Del 30 de abril al 3 de mayo, Colombia y el mundo celebrarán su legado en un espectáculo que honrará al maestro, compositor, músico y eterno amigo del vallenato.


Afiche del Festival de la Leyenda Vallenata 2025 en honor a Omar Geles. Foto: Cuenta de Instagram del Festival Vallenato