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Importación de lácteos

Foto: Imagen de bearfotos/Racool_studio en freepik

Las importaciones de lácteos crecieron en 2025 y Fedegán advierte que el reto mayor será en 2026, cuando la leche en polvo de EE. UU. ingrese sin aranceles.

economia

¡Productores en riesgo! Importaciones de lácteos repuntan en el primer semestre de 2025

por: Neife Castro- 31 de Diciembre 1969

En el primer semestre de 2025 las importaciones de productos lácteos alcanzaron 37.858 toneladas, una cifra mayor a la registrada en el mismo periodo de 2024. Fedegán advierte que la apertura total en 2026 exigirá medidas urgentes para proteger al productor nacional.

En la primera mitad de este año, las importaciones de productos lácteos alcanzaron 37.858 toneladas, una cifra mayor a la registrada en el mismo periodo de 2024. Fedegán advierte que la apertura total en 2026 exigirá medidas urgentes para proteger al productor nacional.


De acuerdo con cifras del DANE, recopiladas por la Oficina de Estudios Económicos de Fedegán, las importaciones de lácteos en el primer semestre de cada año entre 2020 y 2025 fueron las siguientes:

  • 2020: 48.137 toneladas (máximo del periodo).
  • 2021: 30.602 toneladas (mínimo del periodo).
  • 2022: 45.974 toneladas.
  • 2023: 42.011 toneladas.
  • 2024: 34.032 toneladas.
  • 2025: 37.858 toneladas.

El comportamiento refleja un pico en 2020 y 2022, seguido de una reducción significativa en 2021 y nuevamente en 2024, año en el que se registró la cifra más baja desde 2022. En 2025 se observa una leve recuperación frente a 2024, aunque aún lejos de los máximos registrados. (Lea en CONtexto ganadero: ¡Sigue entrando leche del exterior! Importaciones lácteas en 2025 superan a las de 2024)

En detalle, los productos más importados han sido leche en polvo descremada con 17.214 toneladas por USD 50,5 millones (41 %), leche en polvo entera con 7.118 toneladas por USD 29,2 millones (24 %), queso fresco con 3.674 toneladas por USD 14,7 millones (12 %), demás quesos con 1.611 t por USD 8,7 millones (7,1 %) y lactosueros con 7.937 t por USD 8,3 millones (6,7 %).

Estados Unidos lidera como el principal proveedor con un 52 % del total, equivalente a USD 63,7 millones de dólares. Le sigue Chile con USD 13,5 millones (11 %), Bolivia con USD 12 millones (10 %), Francia con USD 7 millones (6 %) y Argentina con USD 5,5 millones (4 %).

Estas son las cifras mensuales registradas en la dinámica importadora, desde el año 2020 con corte primer semestre de 2025. Foto: Fedegán-FNG


Alta dependencia


Para Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán, estas cifras ratifican la necesidad de fortalecer la producción nacional y avanzar en medidas de protección al sector lechero colombiano.

“El comportamiento de las importaciones muestra la alta dependencia de leche en polvo y derivados, en especial desde Estados Unidos, lo que impacta directamente al productor local. El 2025 nos obliga a repensar la política de apoyo al sector lácteo en vísperas del inicio del libre comercio”, explicó el directivo.

Para enero de 2026, se espera que inicie en firme el libre comercio con EE. UU. para leche en polvo entera y deslactosada. Foto: Fedegán-FNG


Quedan 6 meses


El panorama se vuelve aún más desafiante si se tiene en cuenta que a partir de enero de 2026 inicia la desgravación total para la leche en polvo, los lactosueros y el queso, en el marco del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

Esto significa que dichos productos ingresarán sin aranceles al país, lo que representa un reto mayor para la competitividad de la ganadería y la industria láctea nacional. (Lea en CONtexto ganadero: Importaciones lácteas caen a su nivel más bajo en 7 años: ¿es tan bueno como parece?)

En este sentido, Fedegán ha insistido en la necesidad de políticas claras de apoyo, fomento a la productividad y estímulo al consumo interno, para enfrentar una coyuntura que puede intensificar la presión sobre los productores locales.

El desafío para la cadena láctea colombiana es gigante: a partir de 2026 deberá enfrentar un mercado abierto, con leche y derivados que ingresarán sin aranceles desde Estados Unidos.

La pregunta no es solo si el sector logrará amortiguar el golpe con productividad y eficiencia, sino si contará con un Estado dispuesto a defender a sus productores y garantizar la sostenibilidad de una actividad clave para la seguridad alimentaria del país.