logoHeader
Frigosinú, Santiago Turizo, Santiago Turizo representante legal de la empresa Frigorífico del Sinú S. A., sacrificio informal, plantas no cumplen el Decreto 1500, reducción del consumo, precio del ganado, bajo consumo de proteína de origen bovino, ataques de animalistas y ambientalistas contra el consumo de carne de origen bovino, reducción del faenado formal, INVIMA, CONtexto ganadero, economía

Foto: @jnicobarrios

economia

“Queremos que Invima nos trate en igualdad de condiciones”: Frigosinú

por: - 31 de Diciembre 1969

Santiago Turizo, representante legal de la empresa Frigorífico del Sinú S. A., reveló que del volumen que han perdido en participación, una parte ha ido al sacrificio informal; otra, al faenado de las plantas que no cumplen el Decreto 1500; y una parte más se debe a la reducción del consumo.

Santiago Turizo, representante legal de la empresa Frigorífico del Sinú S. A., reveló que del volumen que han perdido en participación, una parte ha ido al sacrificio informal; otra, al faenado de las plantas que no cumplen el Decreto 1500; y una parte más se debe a la reducción del consumo.

La compañía Frigorífico del Sinú S. A. había logrado un pico de sacrificio de ganado anual de entre 10.000 y 12.000 reses. Hoy, están faenando anualmente entre 6.000 a 8.500 semovientes, una disminución que, según su representante legal, Santiago Turizo, se debe en gran medida a la informalidad.

La contracción en la dinámica de beneficio de bovinos en Frigosinú tiene varios orígenes. Turizo explicó que uno es el precio del ganado de los meses de julio hacia atrás; otro es el bajo consumo de proteína de origen bovino debido a los ataques de animalistas y ambientalistas contra el consumo de carne de origen bovino; y la reducción del faenado formal.

“Hemos hablado con las instituciones sobre la disminución del sacrificio formal. El aumento del beneficio informal es el que le está pegando más duro al faenado de las plantas que cumplimos con el Decreto 1500”, dijo.

Norma en veremos

El Decreto 1500 de 2007 fue el que creó el Sistema Oficial de Inspección, Vigilancia y Control de la Carne, Productos Cárnicos Comestibles y Derivados Cárnicos destinados para el consumo humano. También estableció los requisitos sanitarios y de inocuidad que se deben cumplir en su producción primaria, beneficio, desposte, desprese, procesamiento, almacenamiento, transporte, comercialización, expendio, importación o exportación.

De acuerdo con el documento, el desarrollo de esta nueva normativa permitiría al país armonizarse con las directrices internacionales y modernizar el sistema oficial de inspección, vigilancia y control de acuerdo con los esquemas de los sistemas sanitarios en el mundo, para facilitar los procesos de equivalencia estipulados en el Acuerdo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El representante legal de Frigosinú sostuvo que están tocando las puertas del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) y las demás instituciones porque esta norma ha sido aplazada, transformada, las plantas que hicieron las inversiones para cumplir esta norma se encuentran con la sorpresa que esos plazos fueron extendidos y la recompensa de haber hecho el esfuerzo, las inversiones y cumplir las normas se quedó en nada.

“No estamos siendo supervisados con el mismo racero que quienes no cumplen con el Decreto 1500. Prácticamente quedan con habilidades más versátiles las plantas que no cumplen la norma que quienes sí lo hacemos”, afirmó.

Añadió que “hemos trabajado con Invima, les hemos mostrado en dónde nos están afectando y quitando competitividad. Debería ser lo contrario, si nosotros estamos certificados lo que estamos asegurando es que no haya problemas de salud pública”.

Sin embargo, el volumen de las plantas informales está subiendo y el de las plantas que cumplen con la normatividad, está bajando. (Lea:¿Qué hacer con la informalidad?)

Crece el sacrificio informal

Explicó que del volumen que “hemos perdido en participación, una parte se ha ido al sacrificio informal, otra se ha ido al faenado de las plantas que no cumplen el Decreto 1500 y una parte más se debe a la reducción del consumo”.

“Esta norma viene con una modificación y la realidad es que es un problema más grande de lo que cualquiera se puede imaginar. El Decreto 1500 saca de existencia 405 plantas en el país y ese sacrificio no se va a ir a las plantas formales porque estamos ubicados en lugares donde tendrían que cerrar plantas y ese sacrificio no va a llegar. Entonces la informalidad se va a incrementar”, señaló.

El sector es consciente de la complejidad de la norma, por eso le han solicitado al Invima que tome medidas de control para que en las plantas que quedan habilitadas se hagan los mismos controles que realizan en las plantas que están cumpliendo con el Decreto. Con esto se garantiza al consumidor que están comprando un buen producto, inocuo y apto para el consumo humano.

“Los inspectores que nos han asignado en las plantas que cumplen con el Decreto 1500 están permanentemente en la operación del día a día y los inspectores asignados a las plantas que no cumplen, no verifican ni auditan todos los productos ni todos los procesos”, criticó.

Agregó que quieren que el Invima los trate en igualdad de condiciones: “Si nuestros productos son más fiscalizados –y así debe ser–, que sea lo mismo en las otras plantas”.