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Cuidar ganado no es moda, es una inversión que podría mejorar su finca

Melanny Orozco 06 de Mayo 2025
Bienestar animal en bovinosFoto: infortamboandina.coLos consumidores están cada vez más informados y exigentes, por eso el bienestar animal ya no es solo una demanda de activistas.

Desde leyes que reconocen a los animales como seres que sienten hasta prácticas productivas más humanas, Colombia avanza en bienestar animal. Sin embargo, el desafío es llevar estas normas a la práctica en todas las regiones y que los ganaderos comprendan que cuidar a sus animales también es un buen negocio.


Colombia avanza en regulación para el bienestar animal en ganadería, pero los retos persisten en su implementación real y rentable en el campo.

La ganadería colombiana se enfrenta a una nueva experiencia, producir sin descuidar el bienestar de los animales. Un desafío que, según expertos, no es solo ético, sino clave para mejorar la productividad, responder a la presión social y garantizar la sostenibilidad del sector.

En la última década, Colombia ha logrado avances significativos en regulación y políticas públicas orientadas a mejorar el trato hacia los animales de producción. La ley 1774 de 2016 marcó un antes y un después al declarar que “los animales son seres sintientes, no cosas”, lo que abrió la puerta a nuevas normativas como el Decreto 2113 de 2017 y varias resoluciones técnicas del Ministerio de Agricultura y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).

Para Viviana Sofía Zamora Pineda, directora técnica de Inocuidad e Insumos Veterinarios del ICA, este proceso ha sido multidimensional. La académica aseguró que el manejo del bienestar animal en el sector pecuario colombiano tiene varios frentes de acción: gobernanza, gremial, académico-investigación, profesional y de aplicación. Los avances son dinámicos y dependen del nivel de interconectividad entre estos frentes. (Lea en CONtexto ganadero: ICA lanzó una nueva certificación en bienestar animal. ¿Ya sabe de qué se trata?)

Y es precisamente en esa conexión donde el país ha empezado a dar pasos firmes. Gracias a la cooperación entre entidades oficiales, gremios, universidades y profesionales del sector, el ICA ha desarrollado metodologías técnicas para evaluar el cumplimiento de los requerimientos de bienestar animal, un elemento clave para transformar la teoría en práctica.


Deber moral


En la actualidad, los consumidores están cada vez más informados y exigentes, por eso el bienestar animal ya no es solo una demanda de activistas. Se ha convertido en un estándar de calidad y sostenibilidad.

Así lo han entendido varios gremios ganaderos colombianos, que han incorporado este componente en sus planes estratégicos, buscando ventajas competitivas.

De acuerdo con Zamora Pineda, “los esfuerzos gremiales no solo se están enfocando en los predios de producción, sino a lo largo de la cadena, buscando mejorar los procesos que involucra el transporte, la comercialización y el sacrificio, para asegurar el bienestar de los animales y la obtención de productos inocuos y de óptima calidad”.

Para muchos ganaderos es claro que animales bien alimentados, sin estrés, con manejo sanitario adecuado y posibilidad de expresar comportamientos naturales tienen mejor rendimiento, menos enfermedades y generan mejores productos.


El bienestar animal en la ganadería colombiana no solo mejora la vida del ganado, también impulsa la productividad y abre puertas a mercados más exigentes. Foto: Fedegán-FNG


Rol del productor


Sin embargo, esta transformación no será posible sin la participación activa de los productores. Desde pequeños campesinos hasta grandes empresarios agropecuarios, todos tienen un rol fundamental.

Muchos ya han empezado a adoptar buenas prácticas en bienestar animal, especialmente en regiones donde hay mayor acceso a formación técnica y asesoría profesional. Pero aún existen brechas importantes.

“El limitado acceso a la información y a profesionales agropecuarios en varias regiones hace difícil que los productores conozcan las exigencias que deben cumplirse en materia de bienestar animal y se empiece a dar un cambio sustancial en la forma de producir, buscando tener producciones sostenibles, responsables y que respetan el bienestar de los animales de producción, dándoles una buena calidad de vida hasta su sacrificio”, manifestó Zamora Pineda.

La experta del ICA hace un llamado a repensar el rol del productor como agentes de bienestar.

“Asegurar una buena alimentación, proveer un espacio limpio, seco y cómodo para su descanso, implementar planes sanitarios de prevención de problemas sanitarios, tener un programa óptimo de control y tratamiento de enfermedades, realizar prácticas que minimicen el dolor de los animales, proveer de un entorno que promueva la expresión de comportamientos motivados y gratificantes y, propender a una relación humano-animal positiva”, dijo.


No es prohibir sino mejorar


Un punto clave que aún genera confusión en el sector es la diferencia entre bienestar animal y proteccionismo animalista. El primero es un enfoque científico y técnico que busca mejorar la calidad de vida de los animales bajo cuidado humano. El segundo, en cambio, aboga por eliminar por completo el uso de animales de producción.

Hay que tener claro que esta diferencia no es menor. Mientras el bienestar animal busca optimizar sistemas ya exigentes, el proteccionismo radical es percibido como una amenaza a la ganadería. (Lea en CONtexto ganadero: BPG o Bienestar Animal: ¿en qué difieren las dos certificaciones?)

De acuerdo con Zamora Pineda, “el bienestar animal es un concepto basado en ciencia que busca mejorar la calidad de vida de los animales que están bajo el cuidado humano, con la finalidad de lograr un bienestar para todos, animales, humanos y medio ambiente. Es así, que el bienestar animal no busca prohibir la producción animal, busca mejorarla”.


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