Veterinarios y ganaderos exploraron el uso del azufre mezclado con sal como alternativa natural para repelar parásitos en bovinos. Pero, ¡tenga cuidado!: aunque puede reducir el uso de garrapaticidas, su mal manejo podría afectar la salud mineral del animal y la productividad del hato.
El azufre, un mineral presente en muchas zonas rurales, se ha convertido en una herramienta inesperada para combatir garrapatas y moscas en el ganado, gracias a una sencilla pero controvertida mezcla con sal.
En el campo donde el acceso a tratamientos comerciales antiparasitarios puede ser limitado o costoso, algunos ganaderos han recurrido a una solución tradicional con la mezcla de sal con azufre para alimentar a su ganado.
Esta práctica, aunque empírica, ha ganado popularidad en ciertas zonas por su aparente efectividad para reducir infestaciones de garrapatas y moscas, sin la necesidad de baños químicos constantes. (Lea en CONtexto ganadero: Uruguay crea vacuna contra garrapatas: Colombia la mira con esperanza y cautela)
César Jiménez, médico veterinario y especialista en sanidad animal, explicó que el efecto del azufre es más bien “repelente que parasiticida”. Es decir, no mata directamente a los parásitos, pero el olor que el animal expulsa a través de la sudoración o el aliento, actúa como un disuasivo natural para insectos como la garrapata y la mosca.
“La gente lo mezcla con sal porque buscan ese efecto de repulsión. Sin embargo, el exceso de ciertos minerales puede interferir con la absorción de otros esenciales en el metabolismo del animal. Incluso, en dosis altas, algunos pueden volverse tóxicos”, precisó.
El profesional hizo hincapié en que, si bien esta alternativa puede resultar útil en situaciones puntuales, nunca debe reemplazar un programa integral de control sanitario, pues “debe verse como un complemento, no como una solución única”.
Actualmente, ya existen en el mercado algunas sales enriquecidas con mayor concentración de azufre, pero los expertos recomiendan no improvisar.
“Sería ideal que el ganadero conociera los requerimientos nutricionales específicos de su hato y del suelo donde pastorean los animales antes de hacer estas mezclas”, añadió el experto.
Una supervisión periódica por parte de un veterinario o técnico agropecuario puede evitar que los animales desarrollen deficiencias o intoxicaciones por desequilibrios minerales. El monitoreo del consumo de sal también puede ajustar las proporciones según la respuesta del ganado.
Experiencia en terreno
Uno de los productores que ha utilizado esta técnica es Daniel Suárez, ingeniero agrónomo y ganadero. Este profesional prefiere combinar el azufre con sal de mar en lugar de sal mineral, y lo ha hecho con resultados sorprendentes.
“Durante años no usé garrapaticidas. Cuando volvieron a aparecer los parásitos, usamos la mezcla con azufre y en quince días el ganado estaba limpio”, aseguró Suárez.
Lo más curioso, según el experto, fue notar que “cuando los animales ya estaban desparasitados, dejaron de consumir el azufre por sí solos. Pero si volvía la infestación lo buscaban de nuevo”.
Aun así, Suárez insistió en la necesidad de aplicar esta herramienta con moderación y conocimiento, pues “no todos los suelos tienen el mismo contenido mineral. En algunos casos, forzar el consumo de azufre puede alterar la absorción de otros minerales y afectar la productividad del ganado”.
El azufre, como todo suplemento, debe incorporarse dentro de un plan nutricional integral, para que no se abuse de su uso. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Debe haber reglas en el control de garrapatas bovinas?)
Ambos especialistas coincidieron en que esta mezcla puede ser una ayuda temporal útil en momentos críticos de parasitismo, pero no una solución definitiva. Como toda herramienta de manejo, debe usarse bajo criterio técnico y con conocimiento del contexto nutricional del hato.