Con la implementación de la evaluación genómica, ganaderos colombianos están transformando la forma en que seleccionan y reproducen su hato. La herramienta biotecnológica promete acortar tiempos, reducir costos y aumentar la productividad.
En distintas regiones ganaderas del país, los criadores de razas como pardo suizo, gyr, brahman y holstein han comenzado a implementar la evaluación genómica como parte esencial de sus programas de mejoramiento.
Esta técnica, que permite analizar el ADN de los animales para predecir con alta precisión su valor genético, representa uno de los avances más significativos en la historia reciente de la ganadería. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo la genómica está transformando la industria lechera de EE. UU.)
La evaluación genómica, utilizada ampliamente en países con desarrollos avanzados en biotecnología animal, ha comenzado a tomar fuerza en Colombia como una técnica clave para mejorar la productividad y sostenibilidad de los sistemas de producción bovina.
Para el médico veterinario Ricardo Arenas Ovalle, autor y presentador del Manual Práctico Ganadero, se trata de una tecnología que está redefiniendo la selección animal desde sus bases.
“Esta herramienta se viene abriendo espacio en la ganadería moderna, que hace parte de la tecnología de punta en apoyo del mejoramiento genético y de otras áreas de la producción ganadera, como es la sanidad”, afirmó.
¿Cómo funciona la genómica bovina?
A diferencia de las evaluaciones tradicionales, que se basan en el fenotipo (la apariencia o comportamiento productivo del animal) o en el desempeño de su descendencia, la evaluación genómica trabaja directamente sobre el ADN.
Mediante el uso de marcadores moleculares distribuidos en el genoma, se puede estimar el verdadero potencial hereditario del individuo incluso antes de su nacimiento.
Esto implica una ventaja contundente para los ganaderos, que ahora pueden tomar decisiones más rápidas y precisas, seleccionando animales de alto valor genético desde edades muy tempranas, reduciendo tiempos de prueba, costos de mantenimiento y riesgos reproductivos.
“Permite seleccionar animales reproductores a una edad temprana, acelerando el progreso genético por unidad de tiempo”, agregó Arenas Ovalle.
El Manual Práctico Ganadero destacó que esta herramienta ha transformado los esquemas de selección al acortar los intervalos generacionales y aumentar la exactitud de las predicciones genéticas.
Esto no solo mejora la producción de leche y carne, sino que también permite identificar características de alto interés económico como la resistencia a enfermedades, la eficiencia alimenticia y la calidad del producto final, como el contenido de caseína o la producción de leche A2A2.
“Estamos hablando de una tecnología que permite crear hatos más productivos, eficientes y adaptados a las condiciones locales”, señaló el Manual, alineando este enfoque con los objetivos trazados por Fedegán para una ganadería nacional más competitiva.
Retos pendientes
Pese a sus beneficios, el camino hacia una adopción masiva de la evaluación genómica en Colombia no está exento de obstáculos. Entre los principales desafíos se encuentran la falta de bases de datos fenotípicas y genotípicas robustas a nivel nacional, así como los costos aún elevados de la genotipificación, aunque en disminución. La integración de variables ambientales en los modelos predictivos también se vuelve crítica para adaptar esta tecnología a las condiciones tropicales.
No obstante, el impacto de no adoptar a tiempo este método podría traducirse en una desventaja competitiva frente a mercados que ya han optimizado sus procesos de selección y producción.
En palabras de Arenas Ovalle, “la evaluación genómica representa un hito en la historia del mejoramiento bovino”. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca interesantes avances de genómica bovina en Colombia que le podrán generar dinero)
Su implementación, aseguró, debe ser responsable y contextualizada a las realidades locales, pero no puede posponerse si se quiere avanzar hacia una ganadería moderna, rentable y sostenible.
“En una ganadería que enfrenta desafíos como la sostenibilidad, la eficiencia y la competitividad global, la integración de la genómica no es una opción, es una necesidad”, agregó.
Así, la evaluación genómica no solo es una promesa tecnológica, es una respuesta concreta a los desafíos del presente, y una llave que puede abrir las puertas al futuro productivo de la ganadería colombiana.



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