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Foto: facebook.com/williarroldanvelaskes

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Las múltiples causas de la distocia en las vacas (parte 2)

por: - 31 de Diciembre 1969

En esta segunda parte veremos las causas inmediatas maternas de la distocia en animales, de acuerdo con la clasificación presentada en la primera parte. Estas incluyen desde la edad y desarrollo de la madre hasta las condiciones anatómicas de su aparato reproductor.

En esta segunda parte veremos las causas inmediatas maternas de la distocia en animales, de acuerdo con la clasificación presentada en la primera parte. Estas incluyen desde la edad y desarrollo de la madre hasta las condiciones anatómicas de su aparato reproductor.

Según el trabajo de Urrutia, Insaugarat y Moscuzza, una forma de clasificar las distocias, que etimológicamente significan “parto difícil”, es dividiéndolas en causas básicas e inmediatas, que a su ven tienen subdivisiones.

Entre las causas inmediatas se incluyen a las maternas y las fetales. De las primeras, los factores que pueden desencadenar un parto distócico pueden ser tanto de la madre como del ternero. (Lea: En breve: ¿Qué función cumple cada órgano del aparato reproductor de la vaca?

Causas maternas

Número ordinal del parto

Las novillas presentan un mayor número de distocias debido a su inclusión temprana en los programas reproductivos. En las primíparas los principales tipos, en orden decreciente de importancia, son: terneros de gran tamaño, posiciones anormales del feto y el fracaso de la dilatación vulvar.

En las multíparas los principales tipos de distocias son: posiciones anormales del feto, terneros de gran tamaño, los fetos múltiples, la inercia uterina y el fracaso en la dilatación del cuello uterino. La tasa de distocia puede ser hasta tres veces mayor en novillas que en vacas.

Edad y desarrollo de la madre al momento del parto

El servicio de hembras a los 15 meses que no han desarrollado su pelvis, o en los casos donde no se han tomado las medidas necesarias en cuanto a su selección, aumenta la ocurrencia de distocias. (Lea: Cuidados a tener con los terneros cuando se presenta un parto distócico)

Algunos autores citan que vaquillonas de primer parto presentan una casuística superior en tres o cuatro veces a la hallada en vacas. Otros citan que los partos dificultosos pueden ocurrir hasta un 40% en las vaquillonas de 2 años mientras que es común sólo en un 3-4% en las vacas.

Toros

El uso masivo a través de la inseminación artificial de ciertos toros, no obstante sus buenas características productivas, puede incrementar el porcentaje de distocias por engendrar crías más grandes, más pesadas o de una conformación poco adecuada para el parto.

Además, el toro también puede transmitir condiciones anatómicas obstétricas adversas en sus hijas, las que se reflejarán al momento de su primer parto, por lo que deben contemplarse los factores maternos como las condiciones del conducto del parto o tamaño y forma de pelvis.

Una disminución del peso del ternero favorece el parto, pero afecta su capacidad de engorde. Con el aumento del peso de los terneros aumenta el porcentaje de distocias, pero disminuye el porcentaje de pérdidas; esto último se debe a la mayor vitalidad de los terneros más pesados.

Estado corporal

Tanto la sobrealimentación como la subalimentación tienen consecuencias negativas en el proceso del parto. La primera lleva al engrosamiento del conducto obstétrico blando, a la hipotonía y atonía uterina y, eventualmente, a fetos demasiados grandes.

A su vez, la subalimentación, especialmente en la etapa de crecimiento, provoca un desarrollo pélvico insuficiente con consecuencias negativas al parto. Las deficiencias de energía provocan partos lánguidos, trastornos puerperales y metabólicos que se traducen en retraso del celo.

Desde el destete hasta el primer servicio, las novillas deben ser alimentadas para que alcancen el 65 % de su peso adulto, lo que requiere una ganancia diaria promedio de 570 a 800 g durante 200 días, dependiendo del peso inicial, tamaño, condición corporal y ambiente.

Duración de la gestación

El clima frío durante el último tercio se ha asociado con una mayor ingesta de materia seca. La sangre y el flujo de nutrientes aumenta hacia el útero, generando una gestación más larga y reduciendo los valores plasmáticos de estradiol, asociado a un aumento de peso al nacer y distocia.

Raza

El cruce entre razas, el tamaño del feto y su conformación al momento del parto pueden no corresponder con las condiciones anatómicas del conducto obstétrico materno y así aumentar las dificultades al parto. También se presentan anomalías fetales en algunas razas bovinas.

Trastornos de las contracciones

Ausencia o insuficiencia de contracciones (atonía o inercia, hipotonía uterina): Se define como la ausencia o la debilidad de las contracciones uterinas, su número y fuerza son menores que las del parto normal. Una frecuencia menor de 4 en 15 minutos indica un cuadro de inercia uterina.

Se distinguen dos tipos de inercia uterina, la primaria y la secundaria. En la primera las contracciones uterinas y los pujos abdominales son muy débiles o ausentes desde el principio. (Lea: Lo que debe saber sobre el aparato reproductor de las vacas)

En el caso de inercia secundaria, las contracciones y los pujos son normales al inicio del parto y luego disminuyen o desaparecen como consecuencia de complicaciones o agotamiento de la madre. Esto puede derivar en malformaciones fetales o torsiones uterinas.

Contracciones excesivamente violentas: Se trata de contracciones exageradas (tormentosas), tanto en intensidad como en ritmo del útero, y principalmente de la prensa abdominal que pueden provocar dificultades en la expulsión del feto ante un agotamiento temprano de la vaca.

Trastornos del conducto óseo

Pelvis juvenil: En animales destinados a la reproducción antes de haber alcanzado un desarrollo adecuado se presenta cuando el cinturón pélvico aún no ha alcanzado su total desarrollo. La desproporción fetopélvica es una de las causas principales de distocia en los bovinos para carne.

El empleo de la pelvimetría como criterio de selección para el reemplazo de toros o vaquillonas puede ayudar a reducir la incidencia de la distocia. La pelvimetría tiene caso 50 % de seguridad en cuanto a la identificación de hembras preñadas a las que debería practicarse cesárea.

Deformaciones de la pelvis ósea: Pueden darse por fracturas de los huesos que forman la entrada de la pelvis en el preparto o el parto, reduciendo su tamaño por una formación excesiva de callo en fracturas remodeladas. Esta deformación causará distocia en partos subsecuentes.

Trastornos del conducto blando

Estrechez de la vulva y vestíbulo vaginal: En este cuadro la vulva no se dilata lo suficiente para permitir el paso del feto. Una causa puede ser la estenosis juvenil que se presenta cuando las hembras bovinas son cubiertas en forma prematura o servicios indeseados en novillas.

Otra son la formación de cicatrices porque en partos anteriores se produjeron laceraciones en la vulva o el anillo himenal. La estrechez de la vagina también puede deberse a una obstrucción causada por tumores, abscesos, hematomas, o a una ruptura prematura de las bolsas.

Dilatación insuficiente del cérvix: Se presenta con cierta frecuencia en vacas como una perturbación del proceso de dilatación, por torsión uterina, ruptura prematura de las bolsas o por trastornos de tipo metabólicos. Existen 4 grados, del más amplio al más cerrado.

Amplitud insuficiente del cérvix: Esta amplitud insuficiente se debe a un proceso de regresión después de finalizada la etapa normal de dilatación. Se presenta en partos retardados. (Lea: ¿Por qué los partos son más fáciles en ganados para producción de carne?)

Desplazamiento del útero

Las desviaciones del útero se pueden producir porque este se encuentra fijo por la cérvix en su parte caudal, mientras que los cuernos uterinos son libres y solo los ligamentos anchos permiten una cierta estabilidad, que con el avanzar de la gestación se van perdiendo.

Torsión uterina: Durante la preñez, el útero que contiene al becerra puede girarse sobre su propio eje, provocando una torsión del cuerpo uterino que se manifiesta en la porción anterior de la vagina. (Lea: 4 enfermedades que afectan los ovarios de las vacas)

Las causas exactas de la torsión uterina son inconclusas, pero puede deberse a una caída o a los excesivos movimientos vigorosos de un ternero grande. La torsión puede ser parcial o completa dependiendo del grado de desplazamiento del ternero.

Ventro-flexión del útero: Esta condición se observa en los últimos estadios de la preñez o en el momento del parto en vacas viejas o en aquellas con problemas en la musculatura abdominal, donde el feto se alinea verticalmente y puede penetrar a la cavidad pélvica en un ángulo de 90°.

Los esfuerzos abdominales, por lo general, no se presentan debido a que el feto no se proyecta dentro de la porción caudal del canal de parto. Aun si las contracciones son estimuladas por reflejo, éstas son débiles e inefectivas debido a la flacidez de la musculatura abdominal.

Cistocele vaginal: La vejiga urinaria se halla en la vagina o vulva. Se distinguen 2 tipos: insinuación de la vejiga por el interior de la uretra ocupando la vulva, o prolapso de la vejiga a través de una ruptura del piso vaginal, la vejiga descansa en la vagina.

Hernias abdominales: El útero grávido puede introducirse o encontrarse en hernias umbilicales, inguinales, perineales, diafragmáticas o ventrales. En casos de ruptura del tendón prepubiano, el útero grávido caerá en la bolsa formada por la piel y los músculos cutáneos; es común en yeguas y rara en vacas y ovejas. Esto puede producir distocia y muerte del feto, la madre, o ambos.

Rotura precoz de bolsas placentarias

Se produce una seria complicación del parto cuando las bolsas de agua se rompen antes de la dilatación del cuello del útero, pues ésta se origina principalmente por la introducción de la bolsa amniótica en el cuello mediante las contracciones uterinas.

La presión es repartida por la masa líquida sobre los tejidos del canal cervical permitiendo la dilatación paulatina del cuello. Las bolsas se pueden romper por el suministro demasiado prematuro de un medicamento promotor de las contracciones o por el exceso de estas.

La ruptura prematura de las membranas fetales lleva a distocias por pérdidas de líquido amniótico-alantoideo, por lo cual se seca el canal de parto. Al mismo tiempo, las envolturas y la pared uterina pierden su elasticidad y se adhieren al feto, lo cual impide su deslizamiento.

En la primera parte vimos las causas básicas y en la tercera veremos las causas inmediatas fetales.