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Foto: invima.gov.co

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Los sistemas de aturdimiento que usan las plantas para respetar el bienestar animal

por: - 31 de Diciembre 1969

De acuerdo con el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), los establecimientos pueden utilizar alguno de los siguientes sistemas, siempre y cuando sean aplicados correctamente y se respeten las prácticas de bienestar animal.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), los establecimientos pueden utilizar alguno de los siguientes sistemas, siempre y cuando sean aplicados correctamente y se respeten las prácticas de bienestar animal.

Esto incluye que el operario debe aturdir al animal de forma precisa e instantánea, de forma que se mantenga sin conciencia hasta el sangrado (sacrificio), realizando el aturdimiento al primer contacto. (Lea: Conozca cómo se debe aplicar el bienestar animal en plantas de beneficio)

Entre los sistemas de aturdimiento que describe el instituto están los siguientes:

Perno cautivo penetrante

Para disparar un perno cautivo penetrante se utiliza una pistola de aire comprimido o de cartucho vacío. Funciona con la impulsión hacia delante de un perno o vástago cautivo con explosión de cartuchos o por vía neumática con aire comprimido.

Este produce el aturdimiento del animal por destrucción física del cerebro y una combinación de cambios en la presión intracraneal. El disparo se ejecuta de manera frontal, sobre el entrecruzamiento de dos líneas imaginarias que van desde la base de los cuernos al ojo opuesto.

Este método tiene la ventaja de que además de producir una conmoción cerebral, el proyectil penetra el cráneo generando un daño irreversible en la masa encefálica y por ende las probabilidades de retorno a la conciencia son casi nulas.

No obstante, a pesar de su alta efectividad, se pueden presentar problemas si no se hace un correcto mantenimiento de la pistola, el suministro de aire, la infraestructura inadecuada o los operarios no están suficientemente capacitados, pues algunos diseños son poco económicos.

Perno cautivo no penetrante

Opera como el anterior, pero un corto émbolo en forma de cabeza de hongo golpea el hueso craneal provocando la inconsciencia del animal sin entrar en el cerebro, produciendo el aturdimiento del animal por una combinación de contusión y cambios de la presión intracraneal.

El uso efectivo de perno cautivo no penetrante requiere mucha más exactitud que con el penetrante, para lo cual es necesario un adecuado equipo de sujeción de la cabeza. (Lea:Claves de bienestar animal para mejor conversión de forraje en carne y leche)

Cabe anotar que el uso de aturdidores de conmoción no penetrantes no está permitido para rumiantes de más de 10 kg de peso en la Unión Europea. Además, la cabeza del émbolo de la pistola de perno no penetrante produce daño variable en el cráneo.

Electronarcosis o aturdimiento eléctrico

Este método es más apropiado para cerdos, ovinos o caprinos y aves de corral. Consiste en hacer pasar una corriente eléctrica a través del cerebro, causando un choque epiléptico que provoca la inconsciencia y el animal es incapaz de sentir dolor.

La calidad y ubicación del choque eléctrico deben asegurar la insensibilidad inmediata del animal y permanecer en esta condición durante el maneo, izado y sacrificio. Cuando se aplican los electrodos a la cabeza, la cantidad de corriente que fluye dependerá de la diferencia de voltaje.

Hay que tener en cuenta que la piel, la grasa, el hueso y el pelo son malos conductores, por lo que se aplica en animales con alta proporción de líquido, que conduce bien la electricidad. (Lea: ¿Cuáles son los espacios en los que se divide un acondicionador de carne?)

Para el ganado bovino, el aturdimiento eléctrico se efectúa en dos etapas: por su gran tamaño, se debe aplicar un primer choque a través de la cabeza para dejarlo insensible, y un segundo choque de la cabeza al cuerpo para producir el paro cardíaco.

Narcosis con gas (CO2)

El uso del gas dióxido de carbono (CO2) es un método relativamente nuevo, apropiado para cerdos y aves. El dióxido de carbono es un gas que al ser inhalado en altas concentraciones produce pérdida de la consciencia por depresión de la función neuronal.

En el aturdimiento por CO2, los animales son introducidos en una jaula y bajados al interior de un pozo con una concentración de CO2 superior al 70 %. Cuanto mayor es la concentración de CO2 en el interior del sistema, más rápida es la inducción a la inconsciencia.

El tiempo de exposición al CO2 debe ser aquel que permita mantener al animal inconsciente hasta su muerte por desangrado. Según la OIE, la concentración de CO2 para la operación de aturdimiento deberá ser preferentemente de un 90 %, pero en ningún caso inferior a un 80 %.

Una vez introducidos en la cámara de aturdimiento, los animales deberán ser conducidos al punto de máxima concentración del gas hasta que alcancen un alto estado de insensibilidad. El tiempo óptimo de exposición es de 3 minutos e inmediatamente se procederá a la degollación después de la salida de la cámara.