En su exposición, Carlos Lanusse de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, explicó dos alternativas para enfrentar el mayor desafío en la terapia antiparasitaria, que como es bien sabido, es la resistencia a la acción de los fármacos.
De acuerdo con el experto, la forma de abordar esta problemática sería con una investigación multidisciplinar que, sin embargo, solamente podría retardar el desarrollo de parásitos resistentes, pues la resistencia es un “fenómeno genético inevitable”.
“El uso de agentes químicos va a estimular el desarrollo de los alelos que codifican la resistencia. Entonces, todo lo que podamos hacer con mejor conocimiento de los fármacos y más manejo y más epidemiología, será retardar el desarrollo de este proceso en la escala temporal”, dijo.
El uso exclusivo de fármacos, aplicación sistemática y a cortos intervalos, sin rotación de principios activos y sin diagnóstico resultaron en el “fracaso” en el uso racional del control químico”. (Lea: Las causas que pueden provocar diferentes tipos de helmintiasis en bovinos)
A su juicio, frente al inexorable destino que es la resistencia creada por los parásitos, Lanusse precisó que debemos optimizar los efectos de los fármacos en campo a partir de dos estrategias: la optimización farmacocinética y la combinación de diferentes grupos químicos.
Optimización farmacocinética
Esta alternativa se trata de buscar herramientas para exponer al parásito a la mayor cantidad de fármaco. Las modificaciones farmacocinéticas impactan en la acumulación del fármaco en los tejidos donde está el parásito o en su interior, lo que mejora su eficacia o persistencia.
“Hay una relación cercana entre lo que se llama la disponibilidad sistémica, o sea, la exposición del fármaco al parásito y la respuesta clínica contra los parásitos resistentes”, detalló Lanusse en su charla. (Lea: Conozca algunos mecanismos de resistencia que desarrollan las bacterias)
Una de las formas para lograrlo es que los animales hagan ayuno, pues se ha comprobado que, como esto desacelera su metabolismo, se incrementa la disponibilidad del fármaco en tejidos de localización parasitaria y mejora la respuesta de estos productos ante nemátodos resistentes.
Otra consiste en la dosificación más precisa de acuerdo al peso del animal y la formulación correcta basada en la concentración adecuada, la calidad del principio activo, las características del proceso farmacotécnico y que haya tenido un control de estabilidad en el tiempo.
En general, para aumentar la exposición del fármaco, además de desacelerar el metabolismo del ganado al cual se administran estos medicamentos, se busca elevar la absorción y demorar la excreción, que se conocen como maniobras de modulación farmacológica.
Combinación de diferentes grupos químicos
Esta alternativa busca combinar diferentes principios para detectar otros sitios o mecanismos de ataque contra los parásitos, con el fin de cubrir un mayor espectro de agentes que son más resistentes. (Lea: Aumenta en el mundo la resistencia parasitaria que afectan a bovinos)
El experto aclaró que las combinaciones pueden ser una herramienta útil, teniendo en cuenta aspectos críticos como el diagnóstico previo, un diseño para cada situación, el desarrollo de un paquete integral de estrategias de manejo y la constante supervisión del profesional.
Hay varios estudios que se han adelantado a partir de este principio y que han tenido resultados prometedores. De hecho, Lanusse se aventuró a preguntar si la combinación de antihelmínticos y productos naturales bioactivos podría constituir una estrategia que debería explorarse.
Por ejemplo, desde hace varios años viene trabajándose en la identificación de agentes fitoquímicos que tienen efectos antihelmínticos, como es el caso de los terpenos de extractos de achicoria que reducen la carga de gusanos Ostertagia en bovinos, así como inhiben la producción de huevos y producen parálisis en gusanos Cooperia.