Reconozca los factores de riesgo que causan el síndrome de vaca repetidora

Hay numerosos aspectos que pueden provocar la aparición de este síndrome, pero hay algunos que tienen mayor incidencia en la pérdida de fertilidad de las hembras bovinas. Reconocerlos es el primer paso para iniciar corrección y mejorar los parámetros reproductivos del hato.

En su exposición sobre la fertilidad del ganado vacuno lechero, el catedrático de la Universidad de León (España), Juan Carlos Domínguez Fernández, expuso los factores de riesgo del síndrome de vaca repetidora (SVR).

Si bien precisó que hay diversos tipos, como nutricionales, ambientales y de manejo, su explicación detalló factores etiológicos intrínsecos (inherentes a la hembra y al macho) y genéticos. (Lea: Preste atención al síndrome de vaca repetidora de servicios)

Entre los factores etiológicos, el experto describió la elevada producción de leche y el balance energético (BE) de las vacas de alto nivel de rendimiento, que alcanzan los 10 000 kg de leche por cada lactación y cuya vida media útil se reduce para mantenerse.

Como escribió, el organismo de las vacas puede tener “un límite fisiológico crítico” que les “permite tolerar producciones de hasta 9 000 y 10 000 kg de leche/lactación”, pero más arriba “empiezan a sufrir un agotamiento corporal que deteriora su estado de salud”.

Así pues, las vacas de alto rendimiento pasan durante la fase inicial de la lactación por un periodo de déficit energético, cuya magnitud y duración dependen de la producción y el ritmo de crecimiento. (Lea: ¿Cómo se transmite la campilobacteriosis genital bovina?)

Por otro lado, hay factores genéticos: una investigación arrojó que el aumento en 1 % de consanguinidad puede ocasionar un descenso de 3,3 % en el porcentaje de concepción en la primera inseminación y un alargamiento de dos días en el intervalo de partos.

Un tercer tipo de factores tiene que ver con características como el tamaño de las explotaciones, la climatología y las enfermedades reproductivas y metabólicas, pues sin duda alguna el cuidado y manejo de las vacas pueden comprometer su eficacia. 

Sobre la primera, el experto aclaró que un hato cada vez más numeroso puede restar eficiencia a la detección del celo, porque pasa desapercibido o se registra tardíamente. (Lea: Si su vaca no se preña con semen de la misma raza, este método es para usted)

Respecto a la climatología, resaltó los problemas que ocurren por cuenta del estrés calórico, mientras que las enfermedades metabólicas o del aparato reproductor (retención placentaria, metritis, quistes ováricos, fiebre vitularia, cetosis, etc.) “reducen las posibilidades de que las vacas queden nuevamente gestantes en un momento óptimo”.