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¿Su ganadería pierde dinero y no sabe por qué?

Foto: Cortesía - Fedegán FNG

Una planificación financiera adecuada evita decisiones apresuradas como la venta innecesaria de ganado.

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Vender animales no siempre es la solución: así se planea el éxito financiero en ganadería

por: Melanny Orozco- 31 de Diciembre 1969

Muchos ganaderos piensan que comercializar ejemplares resuelve sus dificultades económicas, pero sin una planeación financiera adecuada, esta decisión puede agravar los problemas o incluso a la quiebra. Ricardo Arenas Ovalle advierte que entender el flujo de caja y proyectar ingresos y gastos es la verdadera clave de la sostenibilidad económica.

Muchos ganaderos piensan que comercializar ejemplares resuelve sus dificultades económicas, pero sin una planeación financiera adecuada, esta decisión puede agravar los problemas o incluso a la quiebra. Ricardo Arenas Ovalle advierte que entender el flujo de caja y proyectar ingresos y gastos es la verdadera clave de la sostenibilidad económica.


En ganadería, los números también mandan. Cada decisión técnica, desde una preñez fallida hasta la venta de una vaca de descarte, impacta directamente en las finanzas, incluso si no se percibe de inmediato.

Ricardo Arenas Ovalle, médico veterinario especialista en Finanzas y Negocios Internacionales, especialista en Gerencia de Empresas Agropecuarias y autor del Manual Práctico Ganadero, explicó:

“El problema es que el flujo de caja no depende únicamente de los animales que uno venda, ni siquiera en aquellos modelos ganaderos que se dedican a la cría y venta de ganado como su principal actividad”. (Lea en CONtexto ganadero: Aprenda a gestionar el flujo de caja y tendrá éxito en su ganadería)

En muchas ganaderías, sobre todo en fincas de cría, la estrategia financiera gira alrededor de un principio erróneo: sacar reses a a la venta como único mecanismo de solución de problemas de caja. Pero Arenas Ovalle, insistió en que esto es un grave error técnico.

La ganadería es mucho más que vender animales. Es necesario tener en cuenta que si se venden por ejemplo cinco animales, para no afectar el inventario, se deben tener al menos cinco nacimientos en el mismo periodo. Pero eso solo es un indicador. La realidad del flujo de caja depende de una planificación financiera completa”, señaló.

La clave está en entender que la planeación y seguimiento del flujo de caja es una herramienta que permite anticiparse a los ingresos y egresos que tendrá la finca en un periodo determinado, ya sea mensual, semestral o anual, y de este modo hacer un seguimiento y efectuar los ajustes necesarios.

Este flujo incluye no solo la venta de bovinos, sino todas las fuentes de ingresos y gastos, desde la venta de leche, compra de insumos y activos, hasta pagos extraordinarios como cesantías o inversiones en infraestructura o genética, por ejemplo.


Planificación financiera


Según Arenas Ovalle, “el flujo de caja debe proyectarse de acuerdo con el tipo de negocio ganadero. No todos tienen los mismos ciclos productivos ni los mismos tipos de ingresos, pero todos tienen la posibilidad de planear y proyectar sus costos, gastos e ingresos”.

Por ejemplo, en una finca lechera, la principal fuente de ingresos es obviamente la producción de leche, pero también puede ser importante el ingreso por venta de novillas o animales de descarte; mientras que en una finca de cría lo será la venta de semovientes, bien sea destetos o para la ceba. Pero incluso en estos casos, son las variables técnicas las que definen en gran medida los resultados financieros.

El profesional explicó con el siguiente ejemplo: si una lechería tiene un índice de natalidad del 70 %, se esperan 70 partos por cada 100 vacas o, lo que es lo mismo, 70 lactancias. Pero si solo se alcanza un 50 % por problemas reproductivos, los ingresos reales se verán fuertemente afectados. Estos problemas sanitarios o técnicos se reflejan directamente en el flujo de caja.

El flujo de caja también debe prever inversiones extraordinarias. Para el experto, “si va a vender un tractor o comprar un sistema de ordeño, lo que no ocurre cada mes, se debe planear e incluir en la proyección financiera, porque marca necesidades de capital, crédito o decisiones sobre si comercializar o no ganado para cubrir ese gasto”.

Además, hay gastos que no repiten todos los meses pero que deben ser previstos, como reparaciones, compra de insumos en épocas críticas como el verano, inversión en almacenamiento de forrajes en las épocas de mayor producción o pagos de liquidación de contratos.

El error de no contemplarlos puede llevar a una caja negativa, que solo se compensa con sobregiros o créditos rotativos, ocasionando pasivos acumulados u obligando a la venta de ganado en momentos en que técnicamente no deberíamos hacerlo.


La clave está en entender que la planeación y el seguimiento del flujo de caja es una herramienta que permite anticiparse a los ingresos y egresos.


Seguimiento y control


Una vez proyectado el flujo de caja, el trabajo continua. Hay que hacer seguimiento constante, ajustando el presupuesto a la realidad operativa.

En palabras de Arenas Ovalle, “no se trata solo de hacer un Excel bonito o de recopilar información por cumplir este requerimiento. Hay que supervisar, verificar si se está cumpliendo o si hay que tomar medidas de control porque la situación puede cambiar”.

El flujo de caja no es igual al balance de resultados, ni al estado de ganancias y pérdidas, son complementarios. El primero nos muestra el movimiento de efectivo en la operación, el segundo nos muestra lo que sucedió en un periodo de tiempo y si hay variaciones importantes en el patrimonio; mientras que el tercero nos muestra si tuvimos o no utilidades en el ejercicio.

Es posible tener utilidades positivas y, aun así, tener un flujo de caja negativo o viceversa. Por eso es vital no confundirlos y darles a cada uno el seguimiento y análisis que merecen.


¿Si no se planifica?


El costo de no hacer la planificación financiera puede ser alto. Una finca que no proyecta correctamente su flujo de caja puede tomar decisiones equivocadas como poner en venta ejemplares necesarios en la productividad, para cumplir compromisos, endeudarse en exceso o aplazar inversiones necesarias por falta de planeación.

Es por esto que Arenas Ovalle afirmó que los problemas de caja son muchas veces “una cadena de errores que empiezan por no manejar técnicamente el negocio”. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo generar flujo de caja en levante o ceba)

El experto concluyó que es fundamental que los productores empiecen a ver su finca con ojos financieros. Solo así, podrían tomar decisiones informadas y mantener la rentabilidad a largo plazo.