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Cuando la solidaridad se multiplica: Asolega y la Fundación Acerías Paz del Río, aliados de Una Vaca por la Paz

CONtexto ganadero 28 de Octubre 2025
Cena FundaganFoto: CortesíaEstos aliados del campo y la industria se suman al programa que ha llevado más de 5.000 vacas y esperanza a familias rurales de todo el país.

La Fundación Acerías Paz del Río y la Asociación de Cooperativas Productoras de Leche de Guatavita (Asolega) se suman al programa impulsado por Fundagán y Fedegán-FNG. Desde la industria y el cooperativismo lechero, ambos aliados refuerzan una red de solidaridad que ya ha beneficiado a más de 20.000 personas en el campo colombiano.


La solidaridad adopta muchas formas, pero en el campo colombiano se expresa con una fuerza única: la de quienes comparten lo que producen. Así lo entienden dos aliados que, desde orillas distintas, comparten un mismo propósito: fortalecer al campesino y construir paz desde la productividad.

La Fundación Acerías Paz del Río y la Asociación de Cooperativas Productoras de Leche de Guatavita (Asolega) son parte de esa cadena de apoyo que impulsa el programa Una Vaca por la Paz, liderado por la Fundación Colombia Ganadera (Fundagán) con el respaldo de la Federación Colombiana de Ganaderos y el Fondo Nacional del Ganado (Fedegán-FNG).


Solidaridad que se forja en Boyacá


En el corazón de Boyacá, la Fundación Acerías Paz del Río lleva más de medio siglo trabajando por el bienestar de las comunidades. Hoy, ese legado se renueva al vincularse al programa Una Vaca por la Paz con la entrega de diez vacas preñadas a familias campesinas en condición de vulnerabilidad.

“Con este aporte nos comprometemos con una vaca para la paz. Diez vacas preñadas serán entregadas a diez familias vulnerables de nuestras comunidades”, expresó Catalina Devia Gutiérrez, directora de la fundación. (Lea en CONtexto ganadero: Los aliados de Una Vaca por la Paz: la cadena solidaria que impulsa el campo colombiano)

Su mensaje refleja la esencia de una organización que, desde 1973, ha impulsado proyectos sociales, culturales y productivos bajo el lema “52 años impactando con el corazón”. Al sumarse a esta iniciativa, Paz del Río une el poder de la industria con la esperanza del campo, demostrando que la responsabilidad social empresarial puede convertirse en motor de transformación.


Cooperativismo que nutre el futuro


Desde Guatavita, Cundinamarca, la Asociación de Cooperativas Productoras de Leche de Guatavita (Asolega) representa a once cooperativas y más de 500 familias ganaderas que día a día demuestran que la unión hace la fuerza. Su participación en Una Vaca por la Paz es una extensión natural de su compromiso con la equidad, la productividad y la sostenibilidad.

“Como representante de las once cooperativas que conforman Asolega, hemos querido vincularnos a ese noble proyecto mediante una donación”, señaló Marco Hernando Báez, convencido de que el progreso rural comienza con gestos concretos de apoyo.

Asolega promueve buenas prácticas ganaderas, innovación y formación técnica, y su aporte al programa refuerza el concepto de solidaridad en cadena: cada familia beneficiaria devuelve la primera cría de la vaca entregada para que otra familia también pueda iniciar su proyecto productivo. Así, la ayuda se multiplica y la paz se cultiva. (Lea en CONtexto ganadero: Exsoldado víctima de la guerra renace en el campo gracias a “Una vaca por la paz”)


Causa que une al país rural


En sus cuatro ediciones, Una Vaca por la Paz ha entregado más de 5.000 vacas preñadas, beneficiando a más de 20.000 personas en todo el territorio nacional. Gracias al compromiso de aliados como Asolega y la Fundación Acerías Paz del Río, el programa continúa fortaleciendo el tejido social rural con un modelo que combina sostenibilidad, inclusión y productividad.

El próximo 6 de noviembre, el Gran Salón del Club El Nogal en Bogotá será escenario de la V Gran Cena Gourmet Una Vaca por la Paz, una velada que reunirá a empresarios, ganaderos y aliados solidarios de todo el país. Bajo la guía del chef con estrella Michelin Koldo Miranda y Humberto Sánchez, chef ejecutivo del Club El Nogal, los asistentes contribuirán a seguir llevando vacas, esperanza y oportunidades al campo colombiano.

Con su participación, Asolega y la Fundación Acerías Paz del Río confirman que la paz también se construye con leche, hierro y voluntad. Dos mundos distintos -la industria y el cooperativismo- se encuentran bajo una misma causa: demostrar que cuando la solidaridad se multiplica, el campo florece y el país avanza unido.


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