El laboratorio científico chileno Phage Lab viene trabajando desde hace varios años en un proceso que emplea bacteriófagos con el fin de extender la vida útil de productos para consumo humano, específicamente para carne de res, cerdo, pollo y salmón. Conozca de qué se trata.
El portal América Retail reveló que el proceso para extender la vida útil de la carne, tanto a nivel industrial como de consumo personal y con la misma cadena de refrigeración, emplea estos agentes que combaten las bacterias que generan la descomposición del alimento.
Este proceso, que se conoce como fagoterapia, es un tratamiento basado en la actividad bactericida de los fagos que permite eliminar microorganismos específicos que atacan animales, como la listeria en salmónidos y la salmonella en pollos.
Hans Pieringer, gerente general de Phage Lab, sostuvo que la aplicación de bacteriófagos en líneas de envasado puede permitir alargar hasta en un 20% los días de vencimiento de un producto cárnico. (Lea: Cambio a nivel mundial en el uso de antibióticos en animales)
“Las fechas de descomposición de los alimentos siempre son un problema para el retail y los mercados de exportaciones. Hay destinos donde los tiempos de viaje son muy prolongados, lo que reduce el tiempo en que dichos alimentos pueden estar expuestos en góndolas de supermercados, generando pérdidas para toda la cadena de abastecimiento”, afirmó.
De acuerdo al experto, esto solucionaría ese problema, tanto a productores como clientes finales, pues se trata de una solución inocua para el consumo humano. (Lea: Los tipos de antibacterianos a los que las bacterias han desarrollado mayor resistencia)
“A los productores porque reducen sus mermas y pueden tener más días de duración, lo que les permite acceso a otros mercados con destinos más lejanos; y a los consumidores porque al hacer más fácil el acceso a los mercados, tendrán mayor surtido de productos de este tipo”, añadió.
En diciembre pasado, Pablo Cifuentes, gerente de Nuevos Desarrollos del mismo laboratorio, anunció que estaban trabajando en la aplicación de bacteriófagos para la industria salmonicultora. “Esperamos que en 2021 podamos comenzar estas soluciones”, dijo.
Esta tecnología no es nueva. En 2014, una investigación en Colombia presentó las perspectivas de la fagoterapia en nuestro país como un tratamiento para las infecciones bacterianas, concluyendo que tiene “gran potencial para el control de infecciones y contaminación bacteriana en personas, animales, productos de consumo humano y productos agrícolas, entre otros”.
Este trabajo también develó que si bien el estudio de fagoterapia lleva casi un siglo, hace falta mayor soporte científico para posicionarla como terapia a nivel mundial. (Lea: Conozca algunos mecanismos de resistencia que desarrollan las bacterias)
“Se requieren, por ejemplo, datos confiables sobre la estabilidad de los fagos bajo diferentes condiciones, sobre la interacción del fago con su hospedero multicelular, y sobre los mecanismos de respuesta de los fagos frente a la resistencia bacteriana”, apuntaron los autores.
Además, es necesaria la interacción entre diversos sectores para la definición de las regulaciones que permitan la comercialización y uso seguro de preparados de fagos con fines terapéuticos, así como un gran esfuerzo de comunicación a la sociedad sobre sus beneficios.
Para el gerente de Phage Lab, esta alternativa puede emplearse desde ahora para reducir el uso de antibióticos, lo que contribuiría a reducir la crisis mundial de multirresistencia a antibióticos. (Lea: Conozca la importancia de los probióticos en el desarrollo del rumen)
“También pueden generar un gran aporte en la duración de los productos cárnicos. Definitivamente, es la gran alternativa de cara al futuro de la producción animal”, concluyó.
En el siguiente video puede encontrar una explicación sobre cómo trabajan los bacteriófagos: