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Foto: FenalceFenalce es otro de los gremios que le pide claridad al gobierno en el tema de compra de tierras para evitar inseguridad jurídica y pérdida de inversiones.

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Fenalce respaldó posición de Fedegán en torno a los problemas que acarrearía la inseguridad jurídica en materia de tierras

Por CONtexto ganadero - 11 de Mayo 2023

Fenalce es otro de los gremios que le pide claridad al gobierno en el tema de compra de tierras para evitar inseguridad jurídica y pérdida de inversiones.

La agremiación de cerealistas rechazó la forma como el Gobierno Nacional y sus coequiperos en el legislativo han llevado a cabo la discusión de varias iniciativas que pueden generar la disminución de la inversión en el campo y desincentivar la producción de alimentos. Además, reclamaron el fortalecimiento de las estructuras agropecuarias productivas existentes.


A través de un comunicado de prensa, la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce) alertó sobre el poco respaldo que desde el Gobierno Nacional se le viene brindando a los agricultores de productos de ciclo corto, cultivos que desde su punto de vista podrían solucionar muchas de las desviaciones económicas que vienen afectando a los colombianos de a pie.

“Fenalce ve con preocupación que no se estén dando las condiciones para el crecimiento progresivo en la producción de cultivos agroalimenticios de ciclo corto, a pesar de la presión inflacionaria y de la inseguridad alimentaria en que se halla sumido nuestro país”, arranca la nota de prensa.

A renglón seguido, los cerealistas dejaron ver su malestar por la manera poco democrática en la que desde el ejecutivo y algunos sectores del legislativo se vienen imponiendo las agendas relacionadas con el campo y la ruralidad, desechando y satanizando a quienes tienen opiniones distintas.

“Preocupa la falta de tacto y voluntad política del legislativo y el Gobierno nacional para debatir, diseñar y concertar de manera amplia, participativa e incluyente, con propietarios y aspirantes a ser propietarios de tierra, una plataforma de reforma agraria integral que conlleve al uso y explotación ordenada de la vocación de los suelos, donde se privilegie y proteja al que ya está cultivando, haciendo patria y produciendo comida, con miras a incentivar cada vez más la conversión de Colombia en una despensa productora de alimentos”, detalla el boletín.

Sobre el particular, aseguran que contrario a lo que indica la lógica, el gobierno con sus delegados en el legislativo se han ido lanza en ristre contra quienes hoy ostentan la propiedad rural, ideando mecanismos jurídicos altamente peligrosos y que desdibujan completamente el tradicional derecho a la propiedad privada, elemento fundamental de los estados modernos.

Presenciamos a cambio, un Plan de Desarrollo aprobado a las carreras, incluyendo la sección VI titulada bajo el rótulo de tenencia en zonas rural, urbana y suburbana, que asigna derechos de propiedad (a título gratuito o parcialmente gratuito) a los denominados ‘segundos ocupantes’ (Art. 56 y subsiguientes) y el Artículo 61 que para facilitar y dinamizar la compra de tierras por oferta voluntaria contempla no solo la actualización catastral sino que también incluye mecanismos coercitivos al procedimiento de compra que hacen perder la voluntariedad de las partes en la negociación con el propietario y lo coloca ad portas de una expropiación por vía administrativa”, sostiene Fenalce.

De igual manera, Fenalce respaldó la posición de la Federación Colombiana de Ganaderos en el sentido de que más allá de la apropiación y entrega de tierras, la Reforma Rural Integral que ejecuta el presidente Petro debe estar enfocada en el fortalecimiento de las estructuras productivas y la inclusión de estas en las cadenas exportadoras y el mercado nacional.

“Coincidimos con FEDEGAN y apoyamos su propuesta de que “antes de la aplicación de medidas que causan zozobra y generarían elementos nocivos entre los productores agropecuarios” nos gustaría ver repartidas las 100.000 hectáreas de la Sociedad de Activos Especiales o aplicada la figura de enajenación temprana a las más de 300.000 hectáreas incautadas, con verdaderos proyectos productivos, pero con énfasis en cultivos agroalimenticios de ciclo corto”, apremiaron los cultivadores de cereales.

Finalmente, señalaron que la única forma de lograr la armonía es dinamizando las actividades productivas que se llevan a cabo en el olvidado sector rural del país. “La paz social, como la comida, viene del campo a la ciudad. Estamos convencidos que sembrando y produciendo comida podemos superar el hambre, la desnutrición y la inseguridad que se enseñorea en el sector rural”.