La paz sin Santos sí es posible en Colombia, dicen analistas

Los diálogos que se realizan entre el Gobierno Nacional y las Farc se han vuelto, más allá de un tema trascendental para el país, en un trampolín releccionista del candidato-presidente.

La paz se ha convertido en la punta de lanza del plan de gobierno del candidato-presidente, Juan Manuel Santos, quien desde el 4 de septiembre de 2012 se sentó con las Farc para buscar su objetivo con “justicia social por medio del diálogo”.

Pero a la fecha, 20 meses después de comenzar el proceso y a pocos días de las elecciones presidenciales en Colombia, varios personajes de la vida pública aseguran que la paz en Colombia se puede lograr sin Juan Manuel Santos en el poder y, además, se podría alcanzar sin tantas víctimas. (Lea: Santos, La Habana y su encrucijada)

Clara López Obregón, candidata presidencial por el Polo Democrático, aseguró que frente al proceso de paz que se adelanta entre las Farc y el Gobierno Nacional, buscará la manera de llevarlo a un feliz término, pero con algunas modificaciones fundamentales, porque esta meta “no depende de la reelección de Santos”.

“Estamos es produciendo más y más víctimas. Buscaría negociar inmediatamente un cese al fuego, y un cronograma para acotar el término de la discusión. En esa mesa hace falta una mujer, constructoras de paz por excelencia", agregó López Obregón.

Federico Hoyos Salazar, asesor de diferentes campañas nacionales y gobiernos como consultor en temas de comunicación política, asegura que Colombia sí puede pensar en ser un país en paz, aún sin contar con la presencia de Juan Manuel Santos en el mandato. (Lea: El tiempo perdido de La Habana)

“La paz no depende únicamente de la guerrilla y de las Farc, como lo ha querido mostrar el presidente Santos. Si las Farc no están, seguramente el país mejorará en materia de orden público, pero Colombia tiene ELN, Bacrim y delincuencia común. La paz se logrará en el momento que se sometan todas esas estructuras ilegales o en el momento que exista una desmovilización absoluta. Realmente, la paz es un cuento de hadas”, culminó Hoyos Salazar.

Para Fabio López de la Roche, integrante del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional de Colombia, el hoy candidato por la Unidad Nacional aunque ha realizado un esfuerzo de diseño de una política de paz y de construcción de un equipo competente de negociación, tiene una falencia inmensa.

“Preso de sus propios prejuicios y de la herencia del modelo nacionalista antifariano (ese que él mismo construyó como ministro de Defensa de Álvaro Uribe Vélez) falla rotundamente en la comunicación y en la pedagogía masiva de la paz”, asevera López de la Roche.

Asimismo, el también historiador y analista de medios de comunicación, señaló que Juan Manuel Santos se ha convertido con el proceso de La Habana en una persona pragmática, calculadora y mal pedagoga. (Lea: El cinismo de las Farc desde La Habana no se detiene)

“Santos construye su discurso de la paz en un contradictorio y problemático doble canal, con poco entusiasmo y convicción, condicionado además por los vaivenes de la negociación”, acota Fabio López.

Senadores en contra de la paz de Santos

Juan Carlos Vélez, senador de la República por la Unidad Nacional, asegura que el presidente Juan Manuel Santos presupuestó un año para la firma del acuerdo de paz con Farc, pero no se cumplió el tiempo.

“Ha transcurrido año y medio, y no se vislumbra acuerdo alguno entre las dos partes. ¿Será que fracasaron diálogos? Además, el presidente Santos luchó por ley del 'referendo por la paz' para someter el acuerdo de paz con Farc a decisión ciudadana en elecciones y no le salió”, culminó el congresista.

Por su parte, Jorge Enrique Robledo, senador por el partido político del Polo Democrático, realizó un video de 2 minutos en el que asegura que desde su posición respalda la paz, pero no al candidato-presidente Santos. (Lea: Los inventos de La Habana)

“Santos está utilizando el proceso de paz que se lleva a cabo en La Habana, como una especie de carnada para tapar el anzuelo del resto de sus políticas retardatarias”, culminó el parlamentario.  

Así, queda claro que el país sí puede seguir pensando en una paz, aún sin tener que votar por Juan Manuel Santos el próximo domingo 25 de mayo, pues la seguridad en Colombia se logrará con un trabajo arduo y constante, y no con unos diálogos laxos y con intereses reeleccionistas.