Puro Centro Democrático
Foto: Tomada de twitter @oizuluaga

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Puro Centro lanza decálogo para una paz con justicia y dignidad

Por - 06 de Mayo 2013

El movimiento político Puro Centro Democrático, creado bajo los preceptos de la Seguridad Democrática, acaba de presentar a la opinión pública un documento de 10 puntos en el cual reitera las condiciones que se deben respetar para que el Estado adelante conversaciones con cualquier grupo violento.


El movimiento político Puro Centro Democrático, creado bajo los preceptos de la Seguridad Democrática, acaba de presentar a la opinión pública un documento de 10 puntos en el cual reitera las condiciones que se deben respetar para que el Estado adelante conversaciones con cualquier grupo violento.

Una paz con eficacia, justicia y dignidad. Ese el eje del decálogo presentado por el partido Puro Centro Democrático (FCPPPC), este 6 de mayo en rueda de prensa, con el propósito de reafirmar ante la opinión pública que uno de los principios fundamentales de su ideario político es la aplicación legal y efectiva de la autoridad del Estado para neutralizar la acción de los diversos actores insurgentes y subversivos en Colombia. (Consulte aquí el Decálogo para una paz con justicia, reparación y dignidad)

A través de un comunicado de prensa, publicado en su página de internet, el movimiento político señala que por medio del programa de Seguridad Democrática, el gobierno anterior realizó extraordinarios avances para mejorar la seguridad del país, recuperar la soberanía del Estado y garantizar el ejercicio de los derechos ciudadanos. (Lea aquí -No es posible seguir hablando de paz mientras persistan los secuestros: José Félix Lafaurie-)

Por eso, con este decálogo se intenta consolidar una clara posición de mantener la puerta abierta a los diálogos con grupos ilegales, siempre y cuando estos acepten y cumplan condiciones inamovibles como cese previo y definitivo de las violencia, reinserción y desarme; así como verdad, justicia y reparación para todas las víctimas del conflicto armado. 

El precandidato presidencial del FCPPC y ex ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, ha hecho claros señalamientos, sobre el proceso de paz en Cuba, a través de su cuenta en twitter: ‘siempre hemos sido coherentes, hemos advertido sobre los riesgos de impunidad que existen en La Habana’. Por eso, los representantes de este movimiento político coinciden en apuntar que este decálogo pretende ‘pacificar al país por medio del ejercicio legítimo de la autoridad’.

Los ejes del documento

Cese del terrorismo, desmovilización, desarme y reinserción son los pilares de este decálogo que hace especial énfasis en que los diálogos de paz  deben tener como temas únicos, exclusivos y excluyentes las condiciones de desmovilización, reinserción, desarme y sometimiento a la justicia de los grupos armados ilegales. ‘Negociar el agro colombiano con las FARC, es como negociar el sistema financiero con los asaltantes de bancos’, señala el texto en uno de sus apartes, 'por eso la mesa de diálogos no se puede convertir en un escenario para tratar este tipo de temas'.

La impunidad es otro punto esencial que constituye dicho decálogo. De manera tal, que el documento resalta que no puede haber paz con impunidad y que el Congreso no se puede llenar de criminales de lesa humanidad. Esto, debido a que ‘Una de las formas de garantizar que en el futuro no se vuelvan a cometer en Colombia delitos de lesa humanidad o graves violaciones a los derechos humanos, es cerrando la posibilidad de que sus responsables puedan ser elegibles en cargos públicos’. (Acá también -Diálogos de paz colocan a las FARC ante el desafío de la reinserción política-)

Ante esto,  el analista político Alfredo Rangel expresó también en su cuenta de twitter que el decálogo presentado por el Puro Centro Democrático es una alternativa a la impunidad en La Habana.

La paz como asunto de soberanía nacional, la reparación expedita de las víctimas y la pacificación del país cierran el listado de prioridades del documento creado por el Centro Democrático, en los cuales se resalta la necesidad de ‘extender masivamente programas que han obtenido reconocimiento internacional por su eficacia, para integrar a los beneficios del desarrollo a familias campesinas de zonas marginadas y azotadas por la violencia, dice el texto.

De igual manera, el decálogo explica que la reparación de víctimas no debe causar incertidumbre y debe hacerse por la vía administrativa, al tiempo que asegura que la paz es un asunto interno que los colombianos debemos resolver de manera soberana y sin injerencias externas. ‘es inaceptable que el actual gobierno se doblegue ante el fraude y la violencia dictatorial en Venezuela por el interés de mantener diálogos espurios con los terroristas’, concluye el documento.

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