Del luto a la manipulación: acusan a Cabal en un intento desesperado de frenar su ascenso político. Así respondió la precandidata presidencial.
El país fue testigo de un episodio lamentable que amenaza con empañar el duelo por la partida del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. En medio del dolor, su viuda, María Claudia Tarazona, decidió conceder una entrevista en la que lanzó graves acusaciones contra la senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal. Lo que debería ser un escenario de respeto y recogimiento se transformó en un terreno de ataques personales, generando suspicacias sobre las verdaderas motivaciones detrás de sus palabras. (Lea en CONtexto ganadero: Senadora Cabal reveló que el presunto autor del atentado a Miguel Uribe había planeado asesinarla)
En declaraciones a Noticias RCN, Tarazona aseguró que Cabal la “amenazó” durante el saludo que ambas compartieron en la cámara ardiente instalada en el Congreso. Según su relato, la congresista del Centro Democrático le dijo: “Tú no conoces Colombia, tú no sabes cómo es este país, tú no sabes lo que aquí está pasando”. De inmediato, estas palabras fueron interpretadas como un intento de intimidación. Sin embargo, el análisis de los hechos muestra que la acusación carece de sustento y que lo que está en juego es algo mucho más profundo: la utilización del dolor y el luto con fines políticos.
Comunicado a la opinión pública
— María Fernanda Cabal (@MariaFdaCabal) September 15, 2025
"Quiero reiterar, con total transparencia, que ningún comentario que haya sido transmitido por la señora María Claudia provino de mi” pic.twitter.com/N5pdUI43Iv
La respuesta contundente de Cabal
La noche del 14 de septiembre y en la mañana del 15, María Fernanda Cabal respondió con firmeza y claridad. Primero mediante un comunicado y luego con un video, explicó las circunstancias que rodearon el encuentro. La senadora reconoció que portaba un micrófono en su camisa, pero dejó claro que este era un recurso de trabajo habitual, pues atiende a medios de comunicación de manera constante en el Capitolio. No se trataba, como algunos han querido insinuar, de una maniobra para grabar conversaciones privadas en un momento íntimo de la familia Uribe.
Con un tono respetuoso, Cabal subrayó que acudió al homenaje en memoria de Miguel Uribe Turbay “por consideración y respeto”, recordando que, aunque competían políticamente, compartían principios y discrepancias dentro del marco democrático. La senadora fue enfática: “Quiero reiterar con total transparencia que ningún comentario que haya sido transmitido por la señora María Claudia provino de mí”. Una aclaración necesaria para cortar de raíz cualquier intento de manipulación mediática.
¿Estrategia disfrazada de dolor?
El cuestionamiento central que emerge es si las declaraciones de la viuda responden a un genuino malestar o si, por el contrario, buscan abrir un espacio de victimización política en medio del duelo. Es revelador que, al tiempo que señalaba a Cabal, María Claudia Tarazona anunciara que decidió radicarse nuevamente en Colombia y respaldar la campaña presidencial de su suegro, Uribe Londoño. ¿Casualidad o cálculo?
Resulta inquietante que el nombre de Cabal, una de las figuras más sólidas y coherentes de la oposición, se intente ensuciar en un momento en el que su liderazgo se consolida como alternativa real para 2026. Más aún cuando las acusaciones provienen de un círculo político que hoy busca reorganizarse tras la repentina ausencia de Miguel Uribe. No es descabellado pensar que el dolor legítimo esté siendo instrumentalizado para abrir espacio en la contienda electoral.
Cabal: coherencia frente a la manipulación
El estilo de María Fernanda Cabal ha sido siempre directo, frontal y sin rodeos. Sus posiciones generan adhesiones y también rechazos, pero lo cierto es que nunca ha necesitado de maniobras ocultas ni de discursos ambiguos para sostener su lugar en la política. Esa coherencia es precisamente la que incomoda a sectores que, incapaces de confrontarla en el terreno de las ideas, recurren a la descalificación personal. (Lea en CONtexto ganadero: Cabal arremete contra la izquierda tras magnicidio de Miguel Uribe: “Las mismas fuentes criminales siguen financiando la política”)
Lo que se busca, en últimas, es instalar la narrativa de una Cabal “amenazante” y “antipática”, cuando lo que realmente hay es una senadora que, incluso en medio del dolor ajeno, se acercó con respeto a presentar sus condolencias. Convertir un saludo en un “acto de intimidación” es, cuando menos, un exceso que raya en la manipulación.
El verdadero debate
Más allá de la anécdota, este episodio revela dos visiones opuestas de la política. De un lado, la de quienes pretenden usar la victimización como plataforma para mantenerse vigentes en el escenario electoral. Del otro, la de una mujer que no necesita disfrazarse: Cabal habla de frente, asume sus posturas y defiende lo que cree sin temor a las consecuencias.
Es necesario que la opinión pública reflexione: ¿queremos una política construida sobre la instrumentalización del dolor, o una basada en la verdad, la coherencia y el respeto por las instituciones? María Fernanda Cabal ha dejado claro en su mensaje: no tiene nada que ocultar, no busca dañar a nadie, y seguirá trabajando “con honestidad por el país”.
La polémica está servida, y la pregunta que queda en el aire es incómoda: ¿quién gana con este intento de ensuciar la imagen de Cabal? Lo cierto es que su figura no se debilita con ataques de este tipo, sino que, por el contrario, se robustece frente a una ciudadanía cansada de la manipulación política y ávida de liderazgos firmes y transparentes.