El Instituto Colombiano Agropecuario advirtió sobre prácticas comunes en los predios porcinos que podrían facilitar el ingreso de la peste porcina africana (PPA), enfermedad de alto impacto económico y sanitario. Viviana Zamora, subgerente de Protección Animal del Instituto, detalló las medidas críticas que podrían salvar la producción porcícola del país.
Una amenaza recorre el mundo y mantiene en alerta máxima a las autoridades sanitarias de Colombia: la peste porcina africana (PPA).
Y, aunque no representa un riesgo para la salud humana, esta enfermedad viral altamente contagiosa podría devastar la industria porcícola nacional si llegara a cruzar las fronteras. (Lea en CONtexto ganadero: Alerta mundial por la muerte de más de 2 millones de cerdos a causa de la Peste Porcina Africana)
Frente a este escenario, Viviana Zamora, subgerente de Protección Animal del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), advirtió que la única forma de evitar la entrada del virus es mediante el estricto cumplimiento de las normas de bioseguridad en todos los predios del país.
Zamora es enfática al señalar que “lo más importante es reforzar las medidas de bioseguridad”, subrayando que muchos productores no dimensionan cómo se transmite la enfermedad.
“Hay que entender que el virus se puede transportar por objetos inanimados”, explicó, haciendo hincapié en la necesidad urgente de controlar todo lo que entra y sale de los sistemas productivos.
Esto incluye el riguroso lavado y desinfección de los vehículos, tanto de carga como de transporte interno, así como un estricto control de ingresos.
No se trata solo de proteger el núcleo de producción, sino de crear barreras efectivas contra la entrada del virus desde el exterior.
Los riesgos no terminan en las llantas de un camión, pues es necesario hacer “cambio de ropa, incluso de zapatos de los operarios y el personal que está dentro de las granjas porcícolas”, fue otra de las medidas que Zamora considera imprescindibles.
El contacto directo entre el personal y los animales, sin protocolos de higiene adecuados, puede convertirse en una puerta abierta al contagio.
El ICA ha emitido lineamientos y alertas constantes, pero la implementación real de estas medidas depende de cada productor. Foto: ganadosycarnes.com
Nuevos ingresos y subproductos
Otro punto crítico es el manejo de los animales que ingresan a los predios. La funcionaria del ICA insistió en que “hay que hacer cuarentena de los animales que ingresan a estos predios antes de juntarlos con los animales”.
Este procedimiento, muchas veces pasado por alto, permite detectar signos tempranos de enfermedad y evitar su propagación masiva. (Lea en CONtexto ganadero: Descubren gen relacionado con la inmunidad de cerdos a la peste porcina africana)
Además, una de las advertencias más repetidas por el ICA, ha sido la relacionada con la alimentación de los animales. Zamora lo reafirmó:
“Algo muy importante, que creo que en varios escenarios del instituto lo hemos mencionado, es la importancia de no suministrar restos de comida humana a estos animales, lo que se conoce como lavaza, y ningún tipo de subproducto o carne porcina que pueda generar riesgo por la permanencia que tiene este virus en este tipo de productos y el riesgo de transmisión de la enfermedad”.
El uso de lavaza, aún común en sistemas de producción informal, representa un riesgo directo para la entrada del virus, pues este puede permanecer activo en subproductos durante largos periodos.
El ICA ha emitido lineamientos y alertas constantes, pero la implementación real de estas medidas depende de cada productor. Una sola falla podría tener consecuencias desastrosas.
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