En plena jornada de vacunación bovina, un trabajador fue hallado muerto con signos de violencia en zona rural del nordeste antioqueño. Aunque las autoridades no confirman los móviles, la comunidad teme que el control del Clan del Golfo sobre este territorio esté detrás del crimen. La ausencia del Estado y el miedo a hablar han dejado a los ganaderos y campesinos desprotegidos y en silencio.
El cuerpo sin vida de Juan David Godoy Flórez fue hallado el pasado 23 de mayo en un potrero de la vereda San Agustín, zona rural de Vegachí, Antioquia. (Lea en CONtexto ganadero: "¡Tiene hasta el 26 de mayo para irse!": Grupos armados amenazan a vacunador en Uribia)
El campo antioqueño volvió a teñirse de sangre. Esta vez, en Vegachí, donde la violencia volvió a golpear en medio de una labor clave para la sanidad animal, el ciclo de vacunación contra la fiebre aftosa y la brucelosis bovina.
El hallazgo se reportó el viernes 23 de mayo, pero fue hasta las 9:40 pm cuando el personal de la funeraria La Ausencia, trasladó el cuerpo hasta el casco urbano. Aunque se calcula que el homicidio ocurrió alrededor de las 5:30 p.m., aún no se tienen detalles claros sobre lo sucedido. Según las autoridades, el caso fue catalogado como ‘homicidio por establecer’.
Godoy, de 36 años y residente del barrio Mónaco de Vegachí, se desempeñaba como vacunador en una de las regiones más productivas, pero también más vulnerables del nordeste antioqueño.
Libardo Córdoba*, ganadero de la zona, aseguró que “se cree que fue por un problema personal. No he hablado directamente con la familia, lo único que sabemos es que la Policía Nacional tampoco tiene todavía información clara”.
El hecho se da en un contexto alarmante, pues en la zona rural de Vegachí y municipios aledaños, la presencia del Clan del Golfo es conocida por los habitantes, aunque poco se diga en voz alta. Este grupo armado ilegal mantiene control sobre corredores estratégicos para la minería ilegal y otras economías criminales, lo que ha aumentado la tensión en las veredas y corregimientos, donde la presencia institucional es escasa.
El temor entre los productores es palpable. Aunque no se ha confirmado que el crimen de Godoy esté directamente relacionado con el grupo armado, los antecedentes de la región y el control territorial que ejercen estas estructuras despiertan sospechas.
Sanidad animal
El ciclo de vacunación ganadera no solo es vital para la salud del hato nacional, sino también un símbolo de la permanencia del sector productivo en medio de la adversidad. Sin embargo, cuando quienes participan en estas tareas son asesinados en condiciones violentas y sin esclarecimiento, el mensaje que recibe el campo es desolador.
El general (r) Fernando Murillo, líder de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz (FSSP) creado por Fedegán, aseguró que “es un homicidio por esclarecer”. Una frase que encierra la preocupación del gremio por la inseguridad del país.
Mientras la vacunación continúa, la comunidad rural de Vegachí intenta pasar la página, una vez más, frente a un Estado ausente y una violencia que no da tregua.
El asesinato de Juan David Godoy Flórez no es solo una pérdida humana, sino también un símbolo de fragilidad ante la presencia de grupos al margen de la ley en territorios clave para la economía rural el país. (Lea en CONtexto ganadero: "Lo mataron frente a nosotros": el estremecedor relato de vacunadores en Cesar)
Finalmente, el ganadero entrevistado y mucho más se preguntan: “¿Cuántos más deben morir para que se mire de frente la violencia que se vive en el campo?”.