Una acción conjunta entre redes comunitarias de ganaderos y autoridades logró frenar el hurto de un lote de ganado bovino en plena acción, deteniendo dos camiones con animales y capturando a cinco presuntos responsables. La coordinación con la fuerza pública evidenció la importancia de fortalecer los sistemas de protección rural.
En la madrugada de ayer, en el sector de Los Ángeles, del municipio de Río de Oro (Cesar), un grupo armado ingresó a la finca Villa Clara de la ganadera Luz Perla Ospitia de Ángel. Sorprendieron al personal, les quitaron sus celulares y los mantuvieron encerrados junto al ganado.
Los delincuentes robaron aproximadamente 110 animales y se movilizaron en dos camiones por una vía de salida entre Platanal‑Los Ángeles o Cimarrón. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos desplazados y carne clandestina. Así va la crisis de la inseguridad)
Gracias al aviso inmediato de los comités locales de seguridad, se activó un plan candado que permitió interceptar los vehículos y capturar a cinco personas en flagrancia, recuperando el lote robado.
El episodio confirma la efectividad de la estrategia impulsada por los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz (FSSP), coordinados por el general (r) Fernando Murillo, pues la información oportuna y la articulación con la Fuerza Pública permiten montar un plan candado que termina garantizando la vida de la víctima.
Este caso evidencia cómo un sistema de alerta rápida, a través de grupos de WhatsApp, contactos directos con autoridades y participación activa del gremio ganadero, marcó la diferencia en un territorio rural vulnerable.
El robo de 110 cabezas de ganado representa una pérdida significativa para la finca, no solo en términos de valor comercial, venta o producción futura, sino también en costos logísticos, aseguramiento y continuidad del negocio.
La rápida acción conjunta permitió recuperar el activo y restablecer la operación de la finca, evitando lo que podría haber sido un golpe mayor al suministro de carne y leche en la región.
Prevención sostenible
Este incidente refuerza cuatro lecciones para el sector ganadero:
1. La necesidad de sistemas de alerta comunitarios activados 24/7, como los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz.
2. La coordinación ágil con autoridades locales y nacionales.
3. La creación de corredores seguros y rutas propuestas por productores para monitorear.
4. La inversión en tecnología (botones de pánico, geolocalización del ganado) que los Frentes promueven.
Como lo advirtió Murillo, “la seguridad es un derecho fundamental que debemos defender” y los ganaderos no pueden dejar que “el territorio sea controlado por los delincuentes”. (Lea en CONtexto ganadero: La inseguridad rural crece y no distingue regiones: Jaime Camacho, Asogauca)
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