logoHeader
100.000 reses huyen de La Mojana

Foto: eltiempo.com

La situación, lejos de tratarse de un fenómeno reciente, es el resultado de una emergencia prolongada.

regiones

¡Drama sin fin! Más de 100.000 reses son evacuadas de La Mojana por inundaciones

por: Melanny Orozco- 31 de Diciembre 1969

Miles de productores ribereños del departamento de Sucre enfrentan una crisis productiva sin precedentes tras años de inundaciones que alteraron el equilibrio ganadero de la región. La falta de planificación territorial y el abandono institucional agravan el drama de quienes han perdido no solo su hato, sino también su capacidad de producir.

Miles de productores ribereños del departamento de Sucre enfrentan una crisis productiva sin precedentes tras años de inundaciones que alteraron el equilibrio ganadero de la región. La falta de planificación territorial y el abandono institucional agravan el drama de quienes han perdido no solo su hato, sino también su capacidad de producir.


La creciente del río Cauca convirtió la tierra fértil de La Mojana en una amenaza constante para quienes antes la llamaban hogar ganadero.

En La Mojana, la ganadería se ha vuelto sinónimo de incertidumbre. Los potreros que durante décadas alimentaron a cientos de miles de reses ahora permanecen anegados, y el pasto escasea bajo las aguas. Según cifras del gremio ganadero y técnicos del campo, más de 100.000 bovinos han sido evacuados desde hace cuatro años, cuando se abrió el boquete de Caregato.

La situación, lejos de tratarse de un fenómeno reciente, es el resultado de una emergencia prolongada. (Lea en CONtexto ganadero: Entre agua y abandono: así viven los habitantes de La Mojana su peor crisis)

Darinel Regino, profesional y ganadero de Nueva Esperanza, expuso que “no fueron los últimos dos meses. Desde hace cuatro años cuando ocurrió la inundación, los censos han disminuido”.

El panorama que describió el ganadero es desolador, pues la zona que alberga cerca de 270.000 animales, hoy apenas sostiene 200.000.

En sus palabras, “se han ido más de 70.000 animales de nuestra zona y con ellos, los jornales. Por cada 50 reses, había un jornal. Solo haciendo cuentas se verá cuántos empleos se han perdido”.

Pero más allá de las cifras, lo que se ha perdido es la capacidad de planificar. Regino afirmó que “estamos a merced del río. Si el Cauca crece, nos inundamos. Si baja, medio nos aliviamos. Ya no hay organización, estamos trabajando al pelotazo, a lo que venga”.


Trashumancia forzada


La región ganadera de Sucre cuenta históricamente con dos zonas: la ribereña, con pastos frescos y abundantes por su cercanía al agua, y la sabana, donde se practica la trashumancia durante las épocas secas.

Hasta hace poco, este equilibrio permitía una convivencia entre sistemas productivos diferentes. Sin embargo, las nuevas condiciones climáticas han roto ese balance.

José Gregorio Navarro, secretario técnico del departamento, explicó que ahora los ganaderos ribereños se han visto obligados a desplazar su ganado hacia las sabanas, en busca de alimentación. “En la sabana, las cargas ganaderas por hectárea se mantienen constantes. No hay espacio para ganados foráneos y los pastos no son suficientes”.

Es por esta razón que, hoy en día, el ganado se encuentra mal alimentado, con pérdida de condición corporal y caída de la productividad.

“Los animales entran a pastar en terrenos poco fértiles, donde la oferta forrajera no alcanza para llenar sus requerimientos nutricionales. Eso se traduce en pérdida de peso, baja producción y un rezago económico que golpea sin remedio”, aseguró Navarro.


Ganadería sin rumbo


La región vive bajo el temor permanente del agua, sin obras de contención eficaces ni programas sólidos de apoyo para la reubicación del hato o la recuperación productiva.

Los ganaderos denuncian el abandono estatal y la ausencia de un plan territorial que les permita adaptarse a los cambios. (Lea en CONtexto ganadero: Entre agua y abandono: así viven los habitantes de La Mojana su peor crisis)

Regino advirtió que “La Mojana tiende a desaparecer. El renglón económico de la ganadería prácticamente ya se acabó. Esto necesita una solución urgente”.

En medio del agua, los productores intentan sobrevivir en potreros sin pasto, sin planificación y sin garantías, convirtiéndose en ganaderos que ya no cuentan con tierra firme, ni futuro asegurado.