Durante seis semanas, doce trabajadores rurales del municipio de Cesar se capacitaron en prácticas clave para el desarrollo rural responsable. Esta formación no solo fortaleció conocimientos técnicos, sino que impulsó una visión integral del liderazgo en el campo, con conciencia sobre el uso de la tierra, el bienestar animal y el trabajo humano.
Desde el 19 de agosto hasta el 30 de septiembre, en Gamarra (Cesar), se vivió un proceso formativo que dejó huella en la vida de doce personas y sembró una visión renovada sobre la manera de ejercer la ganadería.
Se trata de la Escuela de Mayordomía, una iniciativa desarrollada por la Secretaría Técnica de Aguachica, en alianza con la Alcaldía de Gamarra, que durante 40 horas de formación ofreció mucho más que conocimientos técnicos.
El programa fue diseñado para formar mayordomos que, además de dominar aspectos técnicos de la producción, asuman un rol activo y responsable en el manejo de los recursos naturales y humanos de la finca.
La idea no es solo enseñar a producir, sino a liderar procesos con criterio, respeto y compromiso hacia todo lo que involucra la actividad ganadera. (Lea en CONtexto ganadero: En Gamarra, Fedegán une comunidad y naturaleza en torno a la ganadería sostenible)
Durante las sesiones, los participantes se sumergieron en temas esenciales como manejo de praderas, rotaciones de potreros, reproducción animal, administración ganadera, seguridad y salud en el trabajo, así como control y gestión de la información. Sin embargo, lo que más resaltaron quienes vivieron esta experiencia fue el enfoque humano y ético con el que se abordaron estos contenidos.
De acuerdo con María Fernanda Vargas, secretaría técnica ganadera de Aguachica, “la mayordomía ganadera no se trata solo de técnicas, producción o manejo del ganado. Se trata de ejercer un liderazgo responsable sobre los recursos que tenemos: la tierra, los animales, el conocimiento y las personas con quienes compartimos este territorio”.
Esta visión holística convierte la escuela en un espacio de transformación, donde el rol del mayordomo no es solo operativo, sino estratégico y humano.
“Fue una experiencia completa, práctica y cercana a la realidad que viven los trabajadores rurales”, manifestó Vargas.
Educación rural
Las capacitaciones estuvieron a cargo de la secretaria técnica ganadera y de Óscar Ortiz, profesional del proyecto local en Aguachica. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos se graduaron como mayordomos, con un llamado a diversificar sembrando arroz)
Ambos lideraron un proceso donde no solo se transmitieron conocimientos, sino también valores y herramientas para afrontar los desafíos diarios en la administración ganadera.
Este modelo formativo demuestra que, con voluntad institucional y compromiso técnico, se pueden generar cambios profundos en las dinámicas del campo. Las escuelas como esta se consolidan como semilleros de liderazgo rural, fundamentales para la evolución de una ganadería que exige eficiencia, pero también respeto por los recursos.
Es por esto que la positiva acogida de esta edición ha motivado a sus organizadores a proyectar una nueva Escuela de Mayordomía para el próximo año, abriendo la puerta a más personas interesadas en transformar su relación con la ganadería desde una mirada integral.