La inundación permanente a lo largo de años ha devastado la economía ganadera y agrícola de la región. Darinel Regino, productor de Sucre, denuncia que los cultivos han sido arrasados y que las fincas hoy están bajo aguas contaminadas.
El campo en La Mojana está muriendo lentamente. La ganadería, uno de los pilares de su economía, sufre una pérdida sin precedentes, pues cerca de medio millón de animales han desaparecido por causa de inundaciones que persisten año tras año. (Lea en CONtexto ganadero: La Mojana se cansó de esperar soluciones: “Estamos resignados a que se acabe este gobierno”)
A esto se suma la destrucción total de cultivos de pasto y alimento para el ganado. Así lo reveló Darinel Regino, profesional y ganadero de Nueva Esperanza, sector de Guaranda (Sucre), quien advirtió que sin una solución urgente, esta región quedará convertida en un desierto productivo.
Regino conoce el terreno y los números, por eso habla con precisión sobre lo que ha ocurrido en los últimos años en la subregión del San Jorge, en el departamento de Sucre, donde se concentran los municipios de San Marcos, Caimito, La Unión y San Benito. Allí, en 2020, el censo bovino era de 280.000 animales. Hoy, apenas quedan 175.000. Una caída de 105.000 cabezas solo en esos cuatro municipios.
Y eso no es todo, pues Regino estimó que si se suman los municipios de Mahahual, Guaranda y Sucre, en la zona más crítica de La Mojana, y otras áreas afectadas de Bolívar, Córdoba y Antioquia, la cifra total supera los 500.000 animales perdidos.
“Esa pérdida significa miles de litros de leche menos, toneladas de carne que nunca se produjeron, y sobre todo miles de jornales perdidos para familias que dependían de esta actividad”, explicó.
El impacto económico, aunque difícil de calcular con exactitud, asciende a miles de millones de pesos.
Cultivos sumergidos
La producción agrícola tampoco escapó a la tragedia, ya que los cultivos de pasto, esenciales para alimentar el ganado, fueron arrasados por el agua. Lo que antes eran praderas ahora son lagunas contaminadas. Regino denunció que hay fincas que permanecen bajo hasta cuatro metros de agua, proveniente del río Cauca, cargada de residuos tóxicos como mercurio debido a la minería ilegal.
“No estamos hablando solo de agua. Es agua contaminada que arruina los suelos. Las tierras están inservibles, ni siquiera para volver a sembrar”, afirmó el productor.
La destrucción de la infraestructura productiva es tal, que muchas familias han tenido que abandonar sus fincas y vivir sobre las carreteras o en tambos improvisados. “Estamos sobreviviendo. No viviendo. Y lo peor es que nadie hace nada”, agregó.
Región en agonía
El colapso del sector ganadero en La Mojana es una emergencia que parece no tener quien la solucione. No aparece en los grandes titulares, pero está destruyendo el tejido económico y social de una región vital para la seguridad alimentaria.
El mensaje de Darinel Regino es que la Mojana se está vaciando de animales, de cultivos, de gente y de esperanza. “Nosotros no somos políticos. Solo queremos producir. Pero así, bajo el agua, es imposible”, concluyó. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Por qué en La Mojana el ganadero no puede planificar y vive al vaivén del río Cauca?)
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