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Inseguridad rural

Foto: razonpublica.com

Fedegán reveló que del 14 al 21 de junio se registraron 33 incidentes que afectaron directamente a ganaderos en nueve departamentos.

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¡La delincuencia arrasa con el campo! Ganaderos indefensos prefieren callar por miedo

por: Melanny Orozco- 31 de Diciembre 1969

Durante la semana del 14 al 21 de junio, se reportaron 33 casos de violencia rural que afectaron a ganaderos en nueve departamentos, la mayoría sin denuncia formal. La situación, agravada por intimidaciones contra el personal del ciclo de vacunación animal, pone en riesgo no solo la producción ganadera, sino también la sanidad del hato.

Durante la semana del 14 al 21 de junio, se reportaron 33 casos de violencia rural que afectaron a ganaderos en nueve departamentos, la mayoría sin denuncia formal. La situación, agravada por intimidaciones contra el personal del ciclo de vacunación animal, pone en riesgo no solo la producción ganadera, sino también la sanidad del hato.


En medio de una semana, trece ganaderos fueron víctimas de la delincuencia en distintas regiones del país, mientras cinco funcionarios del ciclo de vacunación animal también sufrieron amenazas y ataques. (Lea en CONtexto ganadero: ¡Ganaderos del Valle, en alerta! Extorsión y abigeato desatan ola de miedo en el campo)

El más reciente reporte de inseguridad rural en Colombia reveló que del 14 al 21 de junio se registraron 33 incidentes que afectaron directamente a ganaderos en nueve departamentos. Sin embargo, solo el 23% de las víctimas formalizó una denuncia, teniendo en cuenta que un 77% no hace ningún reporte a las autoridades.

Este registro perpetúa una crisis que se esconde entre potreros y caminos destapados, lejos del radar de los medios y de la acción estatal.

Los departamentos con un caso cada uno fueron Tolima, Quindío, Huila, Boyacá y Atlántico, mientras que Risaralda, Meta y Antioquia reportaron dos casos por región. En total, 44 reses fueron involucradas en estos hechos de inseguridad.

El tipo de delitos cometidos va desde el hurto y el abigeato hasta crímenes más graves como secuestro y homicidio. La delincuencia común y organizada se reparte la autoría en partes iguales, aunque un caso fue atribuido a un grupo armado ilegal.


Afectaciones al ciclo


La situación también afecta al sistema de salud animal. Durante todo el ciclo de vacunación contra fiebre aftosa y brucelosis bovina, se reportaron 45 incidentes que pusieron en riesgo al igual número de vacunadores.

En la misma semana evaluada, cinco de estos funcionarios fueron atacados en departamentos como Huila, Caldas, Risaralda, Atlántico y Antioquia.

Los delitos durante este proceso han sido principalmente amenazas e intimidaciones con 30 casos, seguidos de estafas, extorsiones y hasta un homicidio. Las regiones más golpeadas han sido Antioquia Huila y Caquetá, aunque los casos se distribuyen en más de 15 departamentos.

Fernando Murillo, líder de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), aseguró que para mitigar el riesgo de los vacunadores, “hemos hecho reuniones virtuales para instruirlos sobre cómo actuar frente a llamadas carcelarias y páginas falsas. Los casos han sido atendidos por el Gaula Militar y el Gaula Policía”.

La inseguridad no solo representa pérdidas económicas para los ganaderos, sino que también interfiere directamente con los procesos sanitarios del país. Si los ciclos de vacunación se ven comprometidos, el país podría perder su estatus sanitario internacional, lo que afectaría exportaciones y la confianza de los mercados.

Es por esa razón que Murillo afirmó que “hemos hecho énfasis al gremio y vacunadores sobre la importancia de la línea 165 del Gaula Policía, para que atiendan todos los casos”. (Lea en CONtexto ganadero: Liberados 57 militares secuestrados en El Tambo, Cauca, tras operativo conjunto de Ejército y Policía)


No hay denuncias


El miedo y el silencio juegan un papel clave en esta problemática, pues la baja tasa de denuncias refleja el temor de los ganaderos a represalias. Mientras tanto, las fincas se convierten en escenarios de delitos que rara vez salen a la luz.

Finalmente, sin datos completos y sin denuncias, se perpetúa una impunidad que solo beneficia a los delincuentes. Es por esa razón que los ganaderos deben unirse a la acción coordinada de los gremios y las autoridades, de tal forma que se rompa ese círculo de violencia callada.