La donación de 500 árboles por parte del Comité de Ganaderos del departamento, apoyados por la Umata, impulsa la restauración del bosque seco tropical de Songo tras devastadores incendios en 2024. La iniciativa no solo combate la erosión, sino que abre espacios productivos para fortalecer la ganadería sostenible.

Con el respaldo del gremio ganadero y la comunidad local, esta reserva ubicada en la vía hacia el corregimiento de San Joaquín, municipio de Mahates, empezará a reverdecer.

El Comité Departamental gremio ganadero, que ha sido criticado por su impacto ambiental, ha dado un giro estratégico en Bolívar. Esta vez ha asumido una postura activa en la restauración ecológica de la reserva de Songo.

El objetivo es transformar un escenario degradado por incendios forestales en 2024 en un modelo de sostenibilidad y convivencia rural. Según la gerente de la Umata de Mahates, Carmen Polanía, “la entrega se llevó a cabo el pasado 9 de junio de 2025, en total nos entregaron 500 árboles”.

La plantación de estas especies apunta a frenar la erosión y deslizamientos provocados por las lluvias en un terreno golpeado por múltiples incendios. Polanía identificó también problemáticas graves como la “tala indiscriminada de árboles, la caza de la fauna incluyendo especies como venados, armadillos, etc.”

Por eso, con la siembra de la reserva, se busca repoblar y devolverle su estatus de área protegida. (Lea en CONtexto ganadero: Así se transforma la ganadería en Bolívar desde las nuevas generaciones)

Para atender el conflicto territorial, se acordó desplazar a los campesinos hacia un terreno de 4 hectáreas entregado por el municipio. Así, pueden mantener cultivos de pancoger sin perjudicar el bosque.

Un actor clave en la ejecución local es el grupo Verdecitos, de San Joaquín, vinculado a la junta de acción comunal. Ellos han comenzado reforestación en zonas afectadas, especialmente cerca del cerro Capira.

En este proceso también participan alumnos del SENA y de la escuela de mayordomía, como lo explicó José Daniel Flórez, secretario técnico de Bolívar.

“Por medio del Comité de Ganaderos de Bolívar hicimos la donación de 500 árboles, en el cual participaron estudiantes con los que se trabaja la ganadería sostenible porque esa reserva está al lado de predios de pequeños productores ganaderos”, dijo.

En consecuencia, la Umata lidera el monitoreo con ganaderos, asegurando que los árboles sembrados reciban riego y protección para cumplir el objetivo de recuperar cobertura vegetal y prevenir daños mayores. (Lea en CONtexto ganadero: Estos son los árboles más preciados por los ganaderos)

El impacto social y ambiental de esta iniciativa es diverso, pues ambientalmente reduce la erosión, mejora la retención hídrica y contribuye al secuestro de carbono. Socialmente fortalece una narrativa de ganadería responsable, genera empleo local, involucra estudiantes, y soluciona conflictos de uso del uso. Además, da visibilidad a un gremio que hasta hace poco era asociado con degradación.