Productores de Piojó denuncian su precaria situación

En Piojó hay una vereda donde viven 60 familias campesinas que se encuentran completamente olvidadas por el Gobierno. No tienen agua potable ni vías. La lluvia y un lago, arrasan sus cultivos.   Pequeños productores de la vereda Guibana en el municipio de Piojó - Atlántico, manifestaron que el exceso de lluvias le ha destruido los cultivos a varias familias de esa región del país.   “Todo el año ha llovido. Este fenómeno natural se detuvo durante un mes -desde el 15 de septiembre hasta el 24 de octubre- y desde entonces, comenzó nuevamente a llover”, dijo. Néstor Julio, productor de dicha zona. (Lea: Proyectos hídricos de Atlántico están detenidos según ganaderos)   Algunos vecinos volvieron a preparar la tierra y sembraron maíz y millo cuarentano, sin imaginarse que pararía la lluvia. “Ahora el cultivo no les va a rendir igual”, aseguró.   El lago es un peligro   Según Julio, otro problema es el lago -llamado el Jumbo- que representa un peligro para las familias que viven en ese sitio, porque cuando llueve se desborda. “Destruyó 2 hectáreas y media en mi predio y por ende, perdí la inversión que había hecho”, informó.   El talud o terraplén se encuentra bastante débil y necesita ser intervenido. “Somos 60 familias las que estamos en peligro”, agregó.   Señaló que a algunos vecinos se les llevó unos animales y que el riesgo es permanente. “La mayoría de familias vivimos en ranchos de bareque y en mi caso, me toca ir a dormir a otro lado por temor a que se desborde el lago y me coja dormido”, relató.   Este productor considera que a esa región no ha llegado la inversión al campo. Lleva 25 años viviendo en ese lugar en una tierra que le adjudicó el Incora mediante la Ley 160 de 1989. “Entregaron el lote y se olvidaron de nosotros, no entregaron un proyecto productivo, no tenemos vivienda, vías, ni un minidistrito de riego”, comentó. (Lea: Productores en Atlántico reclaman agua para sus ganados)   No tienen agua potable   Yenis Rivera, productora de la misma vereda -desde hace  15 años- dijo que es una zona donde no tienen agua potable “Utilizamos el agua del lago”, explicó.   “La alcaldía a veces nos deja un tanque con agua potable en la carretera y toca ir hasta donde está para cogerla”, manifestó.   “En esta zona recibimos la visita de biólogos y de investigadores ecológicos porque al lado de mi lote se encuentra la reserva forestal el Palomar”, acotó. (Lea: ¿Uso de baldíos en reservas forestales?)   Para ella es triste ver que esos expertos ven las necesidades y los riesgos de la población, pero se van, se olvidan y nunca pasa nada.   “Todas las familias somos pequeños cultivadores de yuca maíz, frijol guandul, millo, auyama y melón y tenemos animales pequeños y algunos bovinos”, resaltó.   De acuerdo con Rivera, en esa zona hay muchos árboles muertos, pero aún se encuentran en sus lugares.   Por su parte, Nestor Julio, replicó que el año pasado casi no llovió y le tocó vender los poquitos bovinos que tenía antes de verlos morir de hambre.   Viven en la miseria   Marco Elías Coll, representante legal de la Empresa Asociativa de Trabajo Lago El Jumbo, aseguró que las familias viven en la miseria absoluta. “Solicitamos ayuda del gobierno para que mejore la situación vulnerable de los habitantes de la vereda Guibana”, reiteró.   “La vereda tiene 1.200 hectáreas y el lago 4 hectáreas. El lago es algo de primera necesidad para las familias, pero en el estado actual es un peligro”, replicó.   El dirigente y productor que también se vio obligado a vender su ganado por falta de comida el año pasado, comentó que hace apenas un año colocaron luz eléctrica y la única vía se encuentra en muy mal estado.