Con un año de funcionamiento, el laboratorio EmbrioLife Masaf, instalado dentro de la ganadería Agro Ganaderos Masaf, transforma la manera en que se gestiona la reproducción bovina y el control genético en el campo. La embrióloga Liz Agudelo cuenta cómo esta apuesta tecnológica ha marcado la diferencia en eficiencia, resultados y autonomía.
Tener un laboratorio dentro de la propia ganadería ya no es una visión futurista, sino una estrategia de productividad inmediata. Agro Ganaderos Masaf, con apenas dos años de funcionamiento y un hato de 5.000 animales de raza nelore de ciclo corto, decidió integrar un laboratorio de fertilización in vitro (FIV) en su estructura operativa.
Liz Agudelo, embrióloga de EmbrioLife Masaf, explica que el impacto ha sido tangible desde el primer año.
“Durante este año hemos entregado 3.019 embriones, de los cuales actualmente tenemos 2.500 preñeces. Manejamos un promedio de resultados de preñez del 45 %. Hemos tenido trabajos que han sobresalido, con porcentajes del 63 %, 53 % y 55 %”, mencionó.
El laboratorio no solo atiende las necesidades internas de Masaf, sino que ofrece servicios de maquila de embriones a otras ganaderías. (Lea en CONtexto ganadero: Ganado Nelore de ciclo corto, un negocio rentable)
“También ofrecemos servicios a otras razas. Además, realizamos venta de pajillas de semen, servicio de transferencia de embriones y asesoramiento técnico”, aseguró Agudelo.
Control, eficiencia y resultados
Para Agudelo, el mayor beneficio de tener el laboratorio dentro de la finca es el control absoluto del proceso.
“La importancia de este laboratorio dentro de Masaf radica en que nos ha permitido tener control sobre los resultados de los procesos que se realizan mediante la técnica de fertilización in vitro. Controlamos los tiempos, los costos y los factores externos que pueden producir contaminación dentro de los procesos”, precisó.
Esa autonomía ha permitido optimizar la técnica y resaltar las ventajas del nelore de ciclo corto, una raza que destaca por su precocidad y eficiencia reproductiva.
“En los trabajos de fertilización in vitro se reflejan las bondades del nelore de ciclo corto, como la precocidad, la calidad espermática y la conversión que estos animales tienen. En los porcentajes de clivaje manejamos promedios entre el 80 % y el 90 %, y en la producción in vitro de embriones mantenemos resultados del 50 %”, añadió.
Reproducción acelerada
La fertilización in vitro aplicada al ganado ha permitido un salto generacional sin precedentes.
“La fertilización in vitro es una técnica aplicada tanto en humanos como en mamíferos. Entre sus ventajas está la reducción del intervalo generacional: un ganadero que emprenda en este campo no deberá esperar 20 o 35 años para obtener animales de alto valor genético, ya que con esta técnica ese tiempo se reduce a los meses de gestación”, indicó.
Otra ventaja es el control sobre el sexo de las crías: “Otra de las ventajas es determinar el sexo de estos embriones a través de las pajillas de semen sexado y semen convencional. También podemos obtener un mayor número de crías por año a través de una donante, es decir, una donante puede dar entre 15 y 20 crías por año”.
Actualmente, EmbrioLife Masaf trabaja en nuevas líneas de desarrollo. “Estamos en el proceso de congelación de embriones para ofrecer este servicio, y estamos abiertos a nuevas técnicas de mejoramiento genético y biotecnología”. (Lea en CONtexto ganadero: 6 ventajas del modelo de ciclo corto en el ganado)
En apenas un año, este laboratorio ha demostrado que la ciencia puede nacer dentro del potrero. Masaf no solo mejora sus indicadores reproductivos, sino que lidera una transformación en la ganadería moderna: la de unir la biotecnología con la producción, sin depender de terceros y con resultados que se cuentan en nacimientos.