Mariana Navarro Sanín presidenta de Asocriollo

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Ganado precursor, con potencial y mucho valor: Asocriollo

Por Germán Enrique Núñez Torres - 28 de Abril 2023

Las razas criollas han estado en América por más de 500 años y fueron una afortunada base de la ganadería en los pueblos conquistados y colonizados. Con el paso de los siglos Colombia fue afianzando razas criollas de colosales capacidades y aptitudes. Esta es la opinión experta de Mariana Navarro Sanín, presidenta de la Asociación Nacional de Criadores de Razas Criollas y colombianas, Asocriollo.


Hablar o escribir de razas criollas es muy apasionante, implica un viaje por la historia hasta contemplar el tamaño y la descomunal fuerza del uro, el Bos primigenius, todo un mamífero artiodáctilo de la gran familia Bovidae en donde entran vacas y toros ya domesticados y los ganados cebuinos. Hay que decir que los investigadores encontraron tres tipos de este bóvido de hasta 1.400 kilos, el uro eruasiático, africano e indio. El último de la especie dejó de existir en Polonia en 1627.

La actividad ganadera arrancó hace 10 000 años aproximadamente en pleno neolítico cuando el hombre urgido de alimento, cuero, huesos y otros componentes, aprendieron a capturar animales de este tipo los cuales pudieron domesticar, una ventaja porque al mantenerlos vivos y bajo sumisión podría extraerse de ellos el máximo provecho y hacer uso de la proteína cuando se hiciera necesario.

Según los expertos, Colombia es el país de Suramérica que muestra mayor diversidad de ganados criollos, pues desde 1536 fueron entrando ganados provenientes del Caribe, más exactamente de La Española, todo de la mano de Rodrigo de Bastidas, conocido como predecesor de la ganadería en Colombia puesto que ingresó animales por Santa Marta.

En ese momento empieza a escribirse una historia magnífica sobre vacunos que llegaron de Europa y paulatinamente fueron asimilando climas, entornos y forrajes en el Nuevo Mundo. Con el paso de los siglos Colombia fue afianzando razas criollas de colosales capacidades y aptitudes, reportando variedad en estirpes por cuanto fueron protagonistas de la ganadería fundadora el Blanco Orejinegro, BON, Casanareño, Chino Santandereano, Costeño con Cuernos, Hartón del Valle, Romosinuano y Sanmartinero.


Por qué son válidas las razas criollas: Mariana Navarro Sanín

En charla con Diariolaeconomia.com, la presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Razas Criollas y colombianas, Asocriollo, Mariana Navarro Sanín, sostuvo que los ganaderos cometieron un craso error al desestimar las razas nativas y creer que no tenían valor, una falla que se unió a la creencia que por su característica rústica no había que suministrarles absolutamente nada bajo la premisa que así iban a generar obtenciones, rendimientos y rentabilidad.

Aseveró que no se puede esperar que un animal criollo sea productivo con malos manejos, ya que estos bovinos demandan los mismos cuidados y atenciones que se les da a otras razas no rústicas para poder hacer una comparación cualitativa y cuantitativa.

De otra parte, comentó Navarro Sanín, la dominancia de fenotipo es muy fuerte y durante mucho tiempo fueron vendidos animales que no eran puros, pero pasaron como tal, lo cual afectó las perspectivas ganaderas porque como bien es sabido para obtener un vigor híbrido, si alguno de esos dos individuos no es excelso, el resultado sencillamente no será el esperado y siempre el culpable será el abnegado y resistente criollo.

La vocera ratificó que uno de los grandes menesteres está focalizado en explicarle a la gente los motivos por los que son válidas las razas criollas, ya que más allá de ser patrimonio, no dejan de ser adjetivos, inobjetablemente, puntualizó, hacen parte de unos temas importantes y son estirpes de alto rendimiento porque ya tuvieron una selección natural, razón por la cual, si se les brinda lo mismo que a las otras castas incluyendo un inmejorable manejo, los resultados serán muy buenos.

Razonó que no se trata de cuantos kilos o litros produce un bovino. No, el asunto pasa por cuál es la rentabilidad que está dando, porque puede haber animales que produzcan muchísimo en carne o leche, pero que al final del ejercicio no están aportando nada, dejando claro que tampoco se trata de defender la teoría de que la producción bajita sea buena, pero insistió en que hay puntos que deben compararse y justo allí es donde entra la sostenibilidad ya que cuando hay rumiantes que aguantan parásitos, retos climáticos y que por demás de alimentan de todo fácilmente debido a ese aprendizaje, consecuencia de la selección natural, es decir que la supervivencia no está solo en pastos sino en arbustos, malezas o arvenses, de manera eficaz aprovecharon de la mejor forma cualquier alimento, haciendo que este tipo de ganado viva en mejor condición cuando son mayores los desafíos.


El criollo, bovino confiable, ganador y resistente

En su análisis, este tipo de ganado, etiquetado con el origen y el atributo está llamado a ser retomado dentro de la actividad, toda vez que su presencia y sus características son prenda de garantía de la sostenibilidad ganadera en el país.

Destacó que este tipo de bovinos son sin duda, una herramienta muy útil para la perdurabilidad, teniendo siempre muy claro que sostenibilidad no es solo cuidar el medio ambiente sino un manejo completo en el que se incluye la parte económica, ambiental y social.

Agregó que abordando la parte productiva y ambiental entran a escenario las razas criollas por todas las ventajas que tienen y las peculiaridades conocidas que las hace versátiles y bastante atractivas en un hato de alta eficiencia en donde se maneja generalmente el doble o el triple propósito.

Anotó que, si bien el Gobierno tiene la responsabilidad de trabajar por el sector agropecuario en general y por la ganadería, ejercicio que asegura que en el campo habrá producción, empleo y calidad de vida, ello sin hablar de seguridad y soberanía alimentaria.

Expuso que las razas criollas no son solamente responsabilidad o un trabajo exclusivo del ejecutivo por salvarlas sino de los ganaderos que están dedicados a estos vacunos atávicos porque son estirpes con tantas cualidades que no se puede seguir pensando que los sectores continuarán existiendo, sólo si el Gobierno aporta recursos para ese fin.

“No, nosotros seguimos vigentes porque las razas gracias a su buen manejo nos dan excelentes resultados dado que muchas razas han salido adelante sin necesidad de los aportes estatales, sencillamente porque hay de por medio un importante trabajo, desde mi forma de ver y entendiendo que son un patrimonio, que tienen un sello trascendental para la nación, también está la responsabilidad que debemos asumir los ganaderos en el sentido de cuidar e impulsar las razas criollas porque de seguir esperando las contribuciones del Gobierno, los demás ganaderos nos verán como dueños de unas vaquitas urgidos de apoyos y ayudas, luego sí discrepo un poco del argumento que apunta a que debemos depender del amparo gubernamental”, afirmó la respetable señora Navarro Sanín.

Indició que hay puntos importantes que están relacionados con las funciones de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Agrosavia, los bancos de germoplasma, un tema muy significativo en biología y responsabilidad de la entidad para que las razas no se extingan, y a criterio de la presiente de Asocriollo, se viene haciendo bien, se nota el trabajo, pero recalcó que hay una responsabilidad muy grande del ganadero por apersonarse, sacar adelante su raza y su ganadería, no quedarse a la espera que como es patrimonio, es sujeto de ayudas y de paliativos económicos a la hora de producir.

La directiva enfatizó que todas las razas hay que ponerlas al nivel de las demás porque son iguales a las otras estirpes vacunas, solo que tienen muchas cualidades.


Ganados criollos y razas especializadas, una gran posibilidad

Una opción que no descartó la presidente de Asocriollo, Mariana Navarro Sanín, es tener en hatos especializados en leche o carne, razas criollas con las que se puede hacer cruzamientos o mejoramiento genético en aras de optimizar los rendimientos. Expuso que en ganadería la mejor raza no existe porque todo depende del manejo que la persona le vaya a dar a, la producción que quiera tener, el clima en el que esté la explotación y los gustos personales.

Desde esa óptica, indicó, no cree tanto en tener un hato paralelo, sino de mayor eficiencia con este ganado de alta productividad, porque cuando la gente conoce las razas criollas les toma respeto y van entendiendo que estas castas son una buena opción, mucho más productivas que las demás con un adecuado manejo en situaciones similares o retadoras de clima.

Aclaró que más allá de ser la presidente de Asocriollo, no está diciendo que las únicas razas que sirven para producir son las criollas porque reconoce que hay obtenciones, manejos y climas que son favorables para razas especializadas en otros temas tal y como sucede con los linajes lecheros que permiten tener un ordeño en el cual quien invierte recibe lo que necesita.

Explicó que, para hacer cruzamiento, más que mejoramiento genético, teniendo en cuenta que se trata de un progreso productivo a partir del híbrido, las razas criollas son ideales para esa mezcla porque además sirven para tener un alto vigor mixto con razas taurinas provenientes de Europa que tienen centenares de años de estar lejos de la genética de las familias bovinas del Viejo Mundo.

El cruce con criollos subrayó la experta, ofrece muy buen vigor híbrido que termina siendo un atributo de significativa importancia. Manifestó que muchas personas incursionaron en razas criollas, empezando con el F1, ya que, al ver los resultados con este cruce, deciden en algunas ocasiones tener un hato pequeño para sacar los reproductores que van a cruzar con el resto de la ganadería para promover la cría de F1 o en definitiva pasarse a las razas criollas, pues uno de los parámetros que más motiva es la reproducción.

“Hay que entender que más que patrimonio, las razas criollas tuvieron una selección natural y mejoramiento genético nativo que hace que por ello sean más productivas porque sencillamente el que no se reprodujo, no sobrevivió como tampoco lo hizo aquel ejemplar que no tuvo las condiciones para el clima, en síntesis, y es bueno recalcar, hubo una selección natural que se llevó a cabo”, expresó la presidente de Asocriollo.

Cualquier criollo que se contemple, apuntó la dirigente gremial, conduce a una buena renta pecuaria porque son bovinos con calidad en carne y en leche, pero también excelentes en el trabajo porque algunos toros son convertidos en bueyes con mucho pedido en zonas muy quebradas, son indiscutiblemente útiles en la agricultura.

Detallando algunas castas criollas, Navarro Sanín dijo que el Hartón del Valle es una raza más enfocada a la producción de leche en donde resulta sumamente favorable y rendidora, por su parte el romosinuano, descolló, suele ser muy destacado en carne y en sí las criollas, sustentó, son unas razas hechas a la medida del trópico.

“Las demás si son doble propósito y algunas razas como el casanareño y el caqueteño son razas que estaban en sabana y hay gente que dice, parece que tuviera Brahmán, seguramente algunas tienen pringue de ese linaje porque estaban en llanura y conocemos cómo funciona el Brahmán, en llanada este bovino entró con mucha fuerza y los cebuinos en general, evitar que se cruzaran era muy difícil y de cierta forma terminan siendo razas que tienen un poquito de esa influencia”, ilustró Mariana Navarro Sanín.

Añadió que por lo general critica cuando le dicen que la importancia de la pureza se reduce a características muy claras de adaptación y de biotipo productivo en los criollos, el prepucio, la reproducción, rasgos puntuales que empiezan a mirarse en los animales. Manifestó que actualmente es posible encontrar algunos hatos puros que tienen la particularidad de la oreja redonda, es decir que fenotípicamente existen muchos atributos de los animales criollos pero que, al devolverse en el tiempo, seguramente revela algún rasgo, no es ser puritano, detalló la dirigente, tan solo hay que tener claro las ventajas en las razas que han pasado por una selección natural para adaptarse a esos retos ambientales y de producción en el país.

Hay una realidad y es que el mundo está pidiendo cada vez más alimentos y dentro de estos, mucha proteína animal, dicho esto, no es incongruente ver en las razas criollas una oportunidad para aumentar la oferta de carne y leche dentro de los más altos estándares de calidad, pues ya hay escasez de comida y esa podría ser la oportunidad para trabajar con el banco de germoplasma y potenciar las razas criollas, aumentar el hato y mejorar la oferta.

Tras la inquietud, la presidente de Asocriollo, precisó que justamente la ganadería está en un proceso en el que los productores empezaron a asimilar que la cría de bóvidos hay que manejarla cada vez como una empresa y cuando se entran a analizar datos productivos, hay muchas fincas ganaderas que están descubriendo las ventajas de las razas criollas y las están aplicando.

Aseguró que por el lado de Asocriollo, la ganadería no funciona como una moda en la cual se vende lo que sea, el gremio cree que debe empezarse a trabajar en datos productivos, mostrarlos y ofrecerlos para que la gente tenga la información al alcance y la pueda probar. Navarro Sanín admitió que la oferta de ganado es complicada, ya que muchas veces hay gente que quiere tener animales puros, pero conseguirlos es muy difícil y para mejorar la asociación está trabajando en eso.

A propósito de los bancos de germoplasma, la conocedora afirmó que si hay algunos que están disponibles, dejando claro que no puede ser exclusivamente el semen lo único apto sino la intención, el manejo, y el dónde se pondrá ese material genético, verbigracia, qué vacas lo van a recibir, y para que eso empiece a ser importante, estimó Mariana Navarro Sanín, es necesario que la gente entienda los datos productivos, para eso, subrayó, es terminante que todos los criadores de animales criollos lleven datos juiciosos y los puedan publicar.

Desde la mirada de la dirigente gremial, esa es una de las tareas más grandes que tienen los ganaderos en este momento, mostrar datos verídicos y productivos para que la gente tenga cómo comparar porque antes las razas criollas se ofrecían como una estirpe a la que no le daba nada y por ello en la campaña de Asocriollo se mostró que sí son proclives a algunos inconvenientes sanitarios, obviamente les da nuche, hemoparásitos, pero la diferencia, expresó, es que no se afectan tanto productivamente y que en muchos casos alcanzan a ser tratados para salvarlos. Acentuó que todo eso hay que mostrarlo con datos, puesto que no se puede seguir vendiendo el cuento que ahora la ganadería se va a mirar como empresa, lo ideal, resaltó, es no comercializar los animales por bonitos o por colombianos sino porque producen.


Gobierno y pequeños productores, una ideal sinergia

Asocriollo considera que hay algo muy importante, tanto que ha buscado el lado para trabajarle, y es que hay una población grandísima en el país de pequeños productores de ganado bovino que necesitan animales que les promuevan rentabilidad sin tener que invertir demasiado en tiempo, manejo y capacitación y ahí, dijo la profesional, es donde el gobierno debería poner el ojo en todas las ayudas que demandan las razas criollas y apoyar realmente al productor en mejoras productivas, de inocuidad y calidad.

“Cuando me dicen que una vaca no da leche, pero desteta un ternero de 180, 200 o 220 kilos, pues a mí me parece difícil separar un becerro de ese peso sin que la mamá no produzca leche, seguramente da un poquito menos, pero con muchos más sólidos, sin embargo, tiene capacidad lechera, entonces lo ideal es buscar opciones comerciales por calidad en nichos muy especializados. Un mercado grande, obviamente lo que paga es cantidad, pero para el productor dedicado a la fabricación de quesos, que aprovecha los sólidos, y a ese ordeñador que puede tener manejo sin necesidad de una lechería especializada, estas razas le van a servir mucho, no requiere un veterinario pendiente, eso sí, debe tener conocimiento que es parte del trabajo de extensión que debe hacerse, pero estas razas ahí empiezan a ser de una ayuda muy grande para los ganaderos, lo ideal, obviamente, son las obtenciones grandes, poder hacer acopio, aunque hoy no se puede desconocer que hay una realidad que es esa, la de los campesinos o criadores que tienen hatos pequeños más no una capacidad de inversión grande”, puntualizó la presidente de Asocriollo.

En los tiempos actuales los grandes logros de la ganadería pasan por el cruzamiento y el mejoramiento genético, de hecho y muy de vieja data se han logrado cruzamientos contundentes que redundaron en unas nuevas especies de bovinos como el Brahmán, una raza sintética de grandes propiedades y punto de partida para nuevas mezclas, un ejemplo Brangus, Girolando, Guzolando y otras que elevaron el estatus de la actividad. Esos laureles también se han dado a cruces entre razas especializadas y las valiosas criollas, las del origen.

Dentro de los trabajos hechos y que arrojaron resultados espectaculares, está el cruce entre ganados criollos y razas cebuinas, toda una apuesta para mejorar la eficiencia y los rendimientos en carne.

En su charla, Navarro Sanín ilustró que hay muchos hatos cebuinos que tienen toros criollos sirviendo, y ese F1, expuso, tiene como particularidad que arroja unos animales espectaculares para carne que aumentan muchísimo. Hay fincas que han reportado, después de variados ensayos, 200 gramos más de carne por día o 150 gramos más diarios en un mismo hato, todo en las mismas condiciones de los bovinos puros o de F1 igualmente bien provistos con razas criollas, según el área en la que esté, pues hay predilección por algunas razas, pero en opinión de la directiva, sí es un F1 que da muy buenos resultados y en leche también muestra rendimientos y buen comportamiento.

Enfatizó que en este caso, el cruce mejora la reproducción y aseveró que obviamente para que una vaca sea buena produciendo leche debe preñarse idealmente en los primeros tres o cuatro meses después de haber parido y aunque suena muy lógico, se falla en números, habida cuenta que el promedio nacional no está ahí y por el otro lado, la salida de la leche también.

Anotó que dándole rusticidad, cuando las razas europeas especializadas en leche que son muy exigentes con el entorno natural cuando se quieren mover a ambientes un poco más cálidos o con mayores retos, el cruce con criollo desde hace años gusta mucho, ya que ha dado muy buenos resultados.

Con ese tipo de experiencias positivas es más fácil mostrarle a la gente que la raza si sirve, la mayoría de los linajes, explicó, han entrado al país primero con F1, por ejemplo con Brahmán porque es una forma de mostrar para que la gente entienda que la raza si existe.

“No es ponerles a los criadores el reto de cambiar toda la ganadería de una, se trata de meter determinado animal, ver qué va a dar y decidir si sirve o no”, asentó la experta.

Hay una pregunta que se hacen recurrentemente los criadores, generalmente quienes están incursionando en ganadería y quieren probar cruces con ganados criollos, y es qué es más recomendable, que el macho criollo sirva a la hembra especializada o que el toro de una casta determinada sirva a una vaca criolla. La recomendación de Asocriollo no se hizo esperar.

La presidente de la asociación manifestó que en el caso de los criollos no se puede ir muy a lo que se conoce de genética, casi siempre la predilección es que sea el macho, pero en este caso, expuso, conseguir vientres de razas criollas es muchísimo más difícil que adquirir machos o semen de razas criollas. Comentó que por eso lo ideal para empezar es que el criollo sea el que suministre el semen porque es lo que en este momento ofrece el mercado.

Certificó que se pueden conseguir algunos vientres de vaca criolla, pero, recalcó, es difícil y la demanda es tan alta que inevitablemente toca por el lado del macho lograr el material genético. Informó que precisamente este año se está trabajando en un catálogo de semen disponible con información genómica, así como productiva de los individuos. La presidente de Asocriollo aclaró que no se trata solo de una foto sino una lista o relación muy útil, cómo debe ser para estar a la altura de las otras razas y facilitar toda la oferta.

En síntesis, los criollos tienen mucho valor, para el versada, así como se aprendió que Colombia es un país que debemos querer, pues sencillo, concluyó, lo que es de Colombia también hay que quererlo.

A Mariana Navarro Sanín, le gustan todos los bovinos, la ganadería la mueve y tiene una fijación especial por las razas criollas porque todas tienen su potencial y característica, ve un Romosinuano rimbombante en carne, es un animal que gusta en muchas regiones, visibiliza enormes bondades en el Chino Santandereano muy para el retador departamento, le encanta la producción lechera del Hartón del Valle, para el llano, el Sanmartinero lo vislumbra como una casta ideal para el duro entorno, nota nobleza y rendimientos en el Blanco Orejinegro, no tiene una preferida, todas la enamoran y si pudiera, tendría en su finca vacunos criollos, uno por raza o peculiaridad.

Para no ir tan lejos, las razas criollas más allá de ser la base ganadera de Colombia, representa una riqueza genética y productiva, totalmente determinante para el devenir de la ganadería.

Fuente: Diario La Economía

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